COMPLETANDO EL "PUZZLE"
Índice glucémico: conocido desde ya bastantes años, este índice mide la glucosa generada en un periodo de 2 horas después de la ingesta de un determinado alimento. Como alimento de referencia se toma la glucosa cuyo índice glucémico es de 100 (#). Este índice surgió de la observación de que tras la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono aumentaban los niveles plasmáticos de glucosa independientemente de su valor energético. Así, una ración de 50 g. de glucosa equivalentes a 210 calorías produce unos niveles de glucosa mucho más elevados y que aparecen mucho más rápidamente que una ración de unos 200 g de lentejas que tienen aproximadamente las mismas calorías. La importancia del índice glucémico estriba en que afecta tanto a la insulinemia, como al índice de saciedad. La aparición de un "pico" de glucosa en sangre después de la ingesta de un hidrato de carbono como el azúcar, induce una estimulación de la secreción de insulina en los sujetos normales para mantener los niveles de glucosa dentro de los márgenes fisiológicos (en los diabéticos tipo I, su incapacidad para secretar la insulina necesaria obliga a que los pacientes tengan que inyectarse insulina). Cuando la insulina se encuentra elevada, sus efectos son dobles: por un lado permite que la glucosa se metabolice para producir energía, pero por otro estimula la producción de ácidos grasos. Por explicarlo de otra manera, la energía del organismo se obtiene por "combustión de la glucosa". Si esta se encuentra en exceso, se produce el glucógeno que se almacena en el hígado como combustible de reserva a corto plazo. Pero, adicionalmente si la glucosa sigue en exceso, se satura el mecanismo de producción de glucógeno y la insulina promueve la producción de grasas, combustible de reserva a largo plazo. El resultado final es que los alimentos con índice glucémico elevado tienden a engordar mientras que los que tienen el índice glucémico bajo son menos activos en este sentido (hablando siempre a igualdad de calorías de ingesta) |
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Carga glucémica: se define la carga glucémica como un índice que representa el producto del índice glucémico por la cantidad de hidratos de carbono contenidos en una porción del alimento en cuestión. En efecto, con la excepción de algunos alimentos que están constituidos por hidratos de carbono en su totalidad (como la glucosa o la sacarosa) la mayor parte aportan además agua, proteínas y lípidos, además de otros oligoelementos. Como los niveles de glucosa en sangre dependen no solo del índice glucémico sino también del "tamaño" de la porción, la carga glucémica permite valorar como se comportan en el metabolismo glucídico las "raciones" al tener en cuenta que no todas las calorías de una "ración" son aportadas por los hidratos de carbono. |
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Índice de saciedad: este índice, como su nombre indica, expresa la capacidad de un alimento para calmar la sensación de hambre durante un cierto tiempo. Descrito por primera vez en 1995 este índice mide el tiempo durante el cual una porción de alimento (hidratos de carbono, lípidos y grasas) hace que el individuo que lo ha ingerido no sienta la necesidad de comer. El conocimiento el índice de saciedad es de gran utilidad a la hora diseñar una dieta adelgazante que no haga pasar hambre al paciente. |
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Fibra: se define con el término de "fibra" el material indigestible que acompaña a los alimentos y que se elimina sin alterar en las heces. Muchas personas asocian este término al que se utiliza en los medios textiles (##) y consideran como fibras algunos elementos (como la celulosa presente en muchas frutas o verduras) sin tener en cuenta que las fibras importantes desde el punto de vista dietético son las fibras solubles. La fibra está formada por hidratos de carbono que no son digeribles y que son eliminados como tal. El hecho de que algunos hidratos de carbono sean digeribles y otros no se debe a la naturaleza de los enlaces glicosídicos entre las moléculas de monosacáridos que forman el hidrato de carbono y a la presencia en el tracto digestivo de las enzimas responsables de romperlos. Así, el almidón y la celulosa están compuestos por el mismo monosacárido que se repite n veces. Sin embargo en el almidón, el enlace glicosídico es a-1,4-glucosídico, mientras que la celulosa es b-1,4-glucosídico (*). El hombre carece de las enzimas capaces de romper este último y no puede digerir la celulosa, mientras que los herbívoros pueden asimilar tanto el almidón como la celulosa. Las fibras han adquirido en las últimas décadas un gran interés por sus efectos en el intestino, en particular en el colon:
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TABLAS DE LOS INDICES GUCLÉMICO, DE SACIEDAD, ANTIOXIDANTE, etc de algunos alimentos, platos (con su receta detallada) y comidas enteras Las tablas adjuntas han sido confeccionadas comparando los valores de los parámetros obtenidos por diferentes organizaciones. Como su valor varía ligeramente según la procedencia del alimento y la forma en que ha sido cocinado, para un alimento determinado se han localizado los diferentes valores publicados tomándose un valor medio o un rango de valores. Cuando ello es posible añaden los detalles de su preparación.
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# Algunos autores toman el plan blanco como alimento de referencia para determinar el índice glucémico en cuyo caso, la glucosa tiene un índice glucémico de 140. ## La terminologia inglesa es menos ambigua utilizando el término "fibre" para la fibra alimentaria y "fiber" para el término textil |
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REFERENCIAS
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CONSEJOS A LA HORA DE DISEÑAR UNA DIETA EQUILIBRADA | |
Monografía creada el 5 de Octubre de 2006. Equipo de Redacción de IQB |