INTRODUCCION

Un antioxidante es una sustancia que impide la oxidación de otra, entendiéndose por oxidación no solo el ataque del oxígeno a una sustancia sino más bien una reacción química por la cual se transfieren electrones desde una sustancia donante de electrones a otra susceptible de aceptarlos. La oxidación es por tanto una pérdida de electrones y tiene que ir acoplada a una reducción o aceptación de los electrones cedidos. Por ejemplo, cuando se introduce una lámina de zinc en una solución de sulfato de cobre, el Zinc cede un par de electrones al ion Cu⁺⁺ que precipita en forma de cobre metálico, mientras que el zinc pasa a Zn^++. Se dice que el zinc se ha oxidado, mientras que el cobre se ha reducido.

Las reacciones de oxidación tienen una importancia crucial en los sistemas biológicos ya que la mayoría de los procesos que aportan energía a los organismos vivos son reacciones de oxidación. Por ejemplo, en una célula viva, la glucosa C6H12O6 es oxidada mediante la incorporación de oxígeno para producir dióxido de carbono y agua aportandose en el procesos un energía equivalente a 686 Kcal/mol

C₁₆H₁₂O₆ + 6 O₂ ----> 6 CO₂ + 6 H₂O

A pesar de su importancia crucial para la vida, el oxígeno es un elemento muy reactivo que puede dañar a los organismos vivos. En muchas de las reacciones en las que participa el oxígeno se forman unas especies reactivas que si no son eliminadas inmediatamente por los mecanismos de defensa del organismo pueden causar alteraciones del DNA, lípidos y proteínas que pueden ser irreversibles y producir daños permanentes. Los mecanismos de defensa que ha desarrollado los organismos vivos son los llamados antioxidantes naturales. Sin embargo, como estas especies reactivas pueden tener funciones útiles en las células, la misión de los antioxidantes naturales es mantener un equilibrio entre la producción y eliminación de las mismas. Cuando se produce un desequilibrio entre la producción de estas especies reativas y su eliminación se produce un estrés oxidativo, una situación que conduce al envejecimiento y a numerosas enfermedades como la arteriosclerosis, la enfermedad de Parkinson, el infarto de miocardio o el síndrome del cromosoma X frágil entre otras.

Además de las especies reactivas producidas en las reacciones de oxidación, existen otras circunstancias en las que se pueden producir otras especies reactivas (por ejemplo por la acción de los rayos UV capaces de disociar un elemento produciendo partículas con electrones libres) que, globalmente reciben el nombre de radicales libres. En general, los radicales libres se generan cuando un enlace covalente se rompe homolíticamente. Se representa por su formula química seguida de un punto (p.ej. el radical hidroxilo OH.). Usualmente estos radicales libres tienen un vida muy corta aunque algunos como el radical tocoferilo (*), derivado del a-tocoferol, son estables por conjugación o porque existe un impedimento estérico que hace que el radical libre no pueda alcanzar físicamente a otra molécula.

Los radicales libres juegan un papel importante en los sistemas biológicos, como por ejemplo la destrucción de las bacterias por las células fagocíticas como los granulocitos y los macrófagos y también están implicados en la transmisión intracelular de señales. Pero, adicionalmente, son la causa de muchas reacciones indeseables como la alteración del ADN produciendo mutaciones que a su vez causan el cáncer, o el desarrollo de las placas de ateroma que producen la arteriosclerosis. Los radicale libres presentes en el humo de tabaco son la causa de la inactivación de la a-1-antitripsina pulmonar con el desarrollo del enfisema pulmonar. Una de las teorías mas aceptadas sobre el envejecimiento es la que atribuye la degeneración de los órganos y tejidos asociada a la edad a un daño continuo producido por los radicales libres.

También es una teoría generalmente aceptada por todos que la administración de antioxidantes en la dieta o como suplementos alimentarios es una forma de prevenir las lesiones producidas por los radicales libres. Algunos autores afirman que los antioxidantes podrían incluso revertir el daño ya causado. Así. la relación entre estos antioxidantes y las enfermedades cardiovasculares y, probablemente, las cerebrovasculares, está hoy suficientemente demostrada. Se sabe que la modificación de las LDLs desempeña un papel fundamental tanto en la iniciación como en el desarrollo de la arteriosclerosis, cuyo origen es el depósito de placas de lípidos en las paredes de las arterias,

En la naturaleza existe una amplia variedad de antioxidantes, en su inmensa mayoría de origen vegetal, de manera que una alimentación equilibrada suele ser suficiente para un aporte adecuado de estos agentes protectores.

Sin embargo, muchas personas ignoran la "calidad" antioxidante de los alimentos que ingieren y, en otros casos puede producirse un déficit. Por ejemplo, en los deportistas sometidos a un ejercicio intenso, los niveles plasmáticos de antioxidantes son menores que en situación de reposo. En los últimos años, a imitación del U.S. Department of Agriculture (USDA), que ha publicado una lista de la capacidad antioxidante de los alimentos (ORAC), muchos fabricantes de alimentos y bebidas incluyen en sus etiquetas el valor antioxidante de los mismos

Por lo general puede afirmarse que estos antioxidantes exógenos contribuyen a la acción beneficiosa que desarrollan los antioxidantes celulares. A nivel celular, las acciones pueden resumirse en:

• Estabilización de la membrana celular, protegiéndolas del daño de los radicales libres.
• Protección de las células pulmonares del daño oxidativo producido por la contaminación del aire.
• Prevención del cáncer, que inducen los radicales libres.
• Prevención de la formación de placas en las arterias.
• Protección general de la integridad de los tejidos

Sin embargo, no todos los efectos de los antioxidantes son beneficiosos y un exceso en el aporte de los mismos pueder contraproducente. Por ejemplo, un exceso de ácido ascórbico puede producir cálculos renales y el tocoferol puede producir ictus en pacientes propensos

Antoxidantes más conocidos

	Ácido ascórbico (vitamina C)	Fresas, kiwis, cítricos,
	Ácido clorogénico	Café, alcachofas
	Ácido corosólico	Romero
	Ácido elágico	Arándanos, moras, frambuesas, granadas
	Ácido kójico	Subproducto en la fabricación de la salsa de soja y del saké
	Ácido lipoico (a. tioctico)	Presente en el organismo
	Alicina	Ajos frescos
	Capsaicina	Guindilla de las Indias, chili
	Beta-caroteno	Tomates, zanahorias
	Carnosina	Presente en el organismo
	Coenzima Q10	Presente en el organismo
	Genisteína	Soja
	Glutation	Presente en el organismo
	Hesperetina	Naranjas, limones
	Quercetina	Manzana, vino tinto
	Kaempferol	Brócoli, manzanas, pomelos
	Resveratrol	Uvas, vino tinto
	Tocoferol (vitamina E)	Gérmen de trigo, frutos secos
	Verbascósido	Hierba Luisa
	Zeaxantina	Yema de huevo, naranjas, mango
PROANTOCIANIDINAS		Frutas rojas (cerezas, frambuesas)
ANTOCIANINAS		Frutas rojas
PLX		Extracto de Aloysa triphylla

PLX: extracto estandarizado de hierba luisa a base potentes antioxidantes de origen vegetal que protege el cartilago articular de las lesiones producidas por los radicales libres, favoreciendo su regeneracion. Se utiliza en la artritis de rodilla y para aliviar el estrés subsiguiente a un ejercicio físico extenuante.

REFERENCIAS

• U Cornelli. Antioxidant use in nutraceuticals. Clinics in Dermatology Volume 27, Issue 2 , March-April 2009, Pages 217-224