INFORME DE EXPERTO SOBRE LA DOCUMENTACION TOXICOLOGICA APORTADA 

Existen informes sobre los siguientes estudios toxicológicos: 
 

Tipo de Estudio Especie animal/vía Centro de Realización
DL50 ratón/s.c. C.I.E.M.A.T (España)
DL50 rata/i.v. CIDA (España)
Toxicidad aguda perro/i.v. TPS (EE.UU)
Toxicidad aguda perro/s.c. TPS (EE.UU)
Toxicidad subaguda Estudio 1º (4 semanas) rata/i.v. CIDA (España)
Toxicidad subaguda 
Estudio 2º (4 + 1 semanas)
rata/i.v. CIDA (España)
Toxicidad subaguda 
(4 + 1 semanas)
perro/i.v. TPS (EE.UU)
Mutagénesis (Ames) Salmonellas/S-9 mix Huntingdon (U.K)
 
Todos estos centros trabajan de acuerdo con las GLPs estándar (buenas prácticas de laboratorio) para este tipo de estudios

Toxicidad aguda: 

Las DL50 del IQB-9302 han sido comparadas con las de la mepivacaina  y bupivacaína en el ratón (s.c.) que resultaron ser DL50 = 89, 269 y 75 mg/kg, respectivamente y por lo tanto, del mismo orden de magnitud para el IQB-9302 racémico y la bupivacaina. En la rata (i.v.) se compararón los valores de la DL50 del IQB-9302 racémico, L y D con la de la bupivacaina resulytando ser las DL50 prácticamente la misma para las cuatro sustancias: 
 

Sustancia DL50 mg/kg en machos DL50 mg/kg en hembras
Bupivacaína 5.2 [4.0 - 6.7] 4.8 [3.9 - 5.9]
IQB-9302 racémico 5.4 [4.2 - 6.9] 4.8 [4.1 - 5.7]
L-IQB-9302 5.2 [4.1 - 6.5] 4.4 [3.6 - 5.3]
D-IQB-9302 5.2 [4.5 - 6.0] 4.7 [4.2 - 5.4]
  

 Ambos estudios muestran que el perfil toxicológico de dichas sustancias es muy parecido: las dosis más elevadas provocan ataxia, convulsiones y parada cardiorespiratoria. Cuando la vía de administración es la intravenosa, la muerte sobreviene en pocos mínutos. Las dosis subletales provocan síntomas claros, también a los pocos minutos de la inyección, que desaparecen rápidamente.  

También se han llevado a cabo dos estudios de toxicidad aguda en el perro por vía intravenosa y por vía subcutánea.  

Administración subcutánea:  Se administraron dosis crecientes de 2.5 a 40.0 mg/kg (disueltas de tal forma que el volumen a inyectar fuera siempre de 5 ml/kg) a sendos perros beagle, a intervalos de 2 días a lo largo de 10 días. Para evitar posibles necrosis por elevado volumen a inyectar, las inyecciones fueron distribuídas de forma que en ningún punto se inyectaron más de 10 mL. 

No se observaron síntomas clínicos hasta las dosis de 40 mg/kg que ocasionaron la muerte de ambos perros una hora después de la inyección. Sin embargo hasta el momento de producirse esta, no se observaron síntomas de toxicidad. Las dosis inmediatamente inferiores (20 mg/kg) fueron, igualmente, asintomáticas. 

La autopsia de los animales mostró una serie de anomalías (espuma blanca rojiza en el estómago y de color rojizo en la boca, zonas oscuras en el bazo y en los lóbulos pulmonares y presencia de un material gelatinosa en los sitios de la inyección) que fueron atribuídas a hemorragias, edema e infiltración de leucocitos 

En resumen, por vía subcutánea el IQB-9302 no mostró ningún síntoma de toxicidad local o sistémica hasta las dosis de 20 mg/kg. La dosis letal por esta vía es inferior a los 40 mg/kg pero superior a los 20 mg/kg.  

Administración intravenosa: Un perro macho y una perra recibieron por vía intravenosa  1.25, 2.5, 4.0, 5.0, y 6.0 mg/kg de IQB-9302 disueltos en suero salino de tal forma que el volumen fué siempre constante, de 5 mL/kg de peso, a una velocidad de 3 mL/minuto. Las dosis fueron administradas a intervalos de 24 horas hasta alcanzarse la máxima dosis tolerada. 

Las dosis  de 1.25 y 2.50 mg/kg fueron totalmente asintomáticas. Con las dosis de 4 y 5 mg/kg se observó ataxia, salivación y emesis. La dosis de 6 mg/kg mostró ya claros síntomas de toxicidad con emesis y convulsiones sobre todo en la perra.  La dosis letal se encuentra, por tanto, por encima pero en las proximadades de 6 mg/kg. 
           
Estas dosis son muy parecidas a las descritas para la bupivacaína en la literatura. Según Liu y col (1982) la DC100 en el perro por vía intravenosa (dosis convulsivas en el 100% de los animales) es de 4 mg/kg, dosis que en los perros del estudio anterior produjeron emesis, salivación y ataxia, pero no convulsiones.   

Toxicidad subaguda 

Es interesante destacar que si bien las recomendaciones de las agencias reguladoras y la OCDE en lo que se refiere a la duración de los estudios de toxicidad subaguda indican que cuando se trata de dosis únicas son suficientes 2 semanas, los Laboratorios INIBSA han realizado estudios de 4 semanas + una semana de recuperación en las dos especies animales preceptivas. Ello se debe que, en el futuro, es posible que los Laboratorios INIBSA decidan desarrollar una formulación para el tratamiento del dolor crónico en dosis repetidas (p.ejemplo por infusión continua controlada por el paciente en casos de dolor crónico muy severo) o localmente (p.e. en el herpes).  Esta ultima indicación puede ser muy interesante dado que el IQB-9302 es uno de los pocos anestésicos locales capaces de atravesar la piel, según estudios preliminares realizados en EE.UU (comunicación personal) 

A) Rata: un primer estudio en rata por vía intravenosa fué diseñado para determinar las dosis que se utilizarían posteriormente en el estudio principal. Las dosis utilizadas en este primer estudio estuvieron en el rango de 1 a 4 mg/kg/día observándose una elevada mortalidad con las dosis más altas. 

Dos puntos nos parecen destacables de este estudio: 

  • La rápida desaparición de los síntomas clínicos después de la inyección: con las dosis más altas lo animales mueren o muestran claros síntomas en los primeros 6 minutos. Si se recuperan, el aspecto, comportamiento y demás parámetros analizados son normales hasta el día siguiente. Esto indicaría la existencia de un "umbral" a partir del cual se manifiestan síntomas, más de tipo farmacológico que toxicológico.
  • La total ausencia de signos de toxicidad durante y después del estudio. En efecto, la única alteración observada fué una ligera hiperplasia hepática (observable solo al microscopio y sólo en algunos animales de las dosis más elevadas). Esta alteración puede estar relacionada más con un aumento del metabolismo hepático (los anestésicos locales tipo amida se metabolizan extensamente en el hígado) que con un verdadero efecto tóxico.
En el segundo estudio intravenoso, el rango de dosis se estableció entre 0.75 y 2.25 mg/kg/día, no observándose ninguna mortalidad en ninguno de los grupos. Con las dosis mas elevadas, se observó ataxia de una duración de pocos minutos después de la inyección y, ocasionalmente, convulsiones (no en todos los animales ni todos los días). Todos los demás parámetros observados se mantuvieron dentro de la normalidad. 
 
B) Perro: Aparentemente, los perros fueron menos susceptibles al IQB-9302 ya que las dosis máximas de 3 mg/kg/día fueron bien toleradas durante los 28 días del estudio. Esta diferencia se debe probablemente, no a una mayor susceptibilidad de la rata, sino al hecho de que la administración en el perro fué realizada mediante una infusión más lenta que en la rata (en razón del mayor volumen administrado). Así, mientras que en estudio en rata las inyecciones fueron practicadas en 2 minutos, en el perro lo fueron en 5 min. Estos resultados apoyarían la teoría antes señalada de que existe un "umbral", posiblemente de niveles plasmáticos, por encima de los cuales se producen los  "signos tóxicos". Si como resultado de una infusión más lenta, estos niveles no alcanzan el umbral, no se producen los signos. Es posible que las muestras de sangre extraídas para la detección del IQB-9302 en sangre nos dén, cuando estén analizadas, el valor de dicho umbral. 

Conclusión: Los estudios toxicológicos realizados con el IQB-9302 por el momento permiten afirmar que las dosis a las que no se observa ningún efecto (NOAEL - no observable adverse effect level- ) después de 28 tratamientos i.v. se encuentran entre los 0.75 y 1.0 mg/kg.  

Si como consecuencia de los resultados obtenidos de la farmacologíase conoce que el IQB-9302 es, al menos, igual de efectivo que la bupivacaína, y se analizan las dosis de esta última en la práctica clínica, se deduce sólo en casos extremos (p.ejemplo en infiltraciones intrapleurales) se alcanzan dosis tan  elevadas, y nunca por vía i.v. 
Las dosis usuales suelen oscilar entre los 15 y 25 mg en total por infiltración o vía epidural. Esto garantiza un margen de seguridad adecuado para la utilización clínica  del IQB-9302 

Aunque la autopsia de ratas y perros tratados i.v o s.c. no mostraron ningun tipo de irritación local, sugerimos que antes de administrar el IQB-9302 al ser humano por vía epidural se estudie en alguna especie animal. 
 

MUTAGENESIS. 

Aunque el proyecto de desarrollo del IQB-9302 contempla la realización de la batería completa de ensayos de mutágenesis, por el momento sólo se ha completado el test de Ames (con y sin activación hepática), que resultó ser negativo incluso a las concentraciones más altas utilizadas que alcanzaron los 5.000 mg/placa