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INTRODUCCION
El dolor abdominal suele ser muy frecuente y aunque a menudo es trivial, pero cuando es intenso y agudo suele ser el síntoma de una enfermedad intraabdominal hasta el punto de que puede ser el único indicador de la necesidad de una intervención quirúrgica.
Aunque frecuentemente la interpretación del cuadro clínico puede hacerse sin dificultad, en muchos casos su diagnóstico puede ser difícil. La descripción del dolor abdominal es muy variable debido a que los diversos individuos reaccionan ante el mismo de manera distinta. Por ejemplo los niños pueden experimentar dificultades para localizar el dolor, mientras los ancianos y los obesos lo toleran mejor pero lo localizan con mayor dificultad. Por su parte, algunos sujetos muestran una tendencia a exagerarlo.
Aunque el dolor abdominal puede proceder de la piel o de los músculos que rodean la cavidad abdominal, por regla general se define como dolor abdominal el que procede de los órganos situados en el interior de la cavidad abdominal. Algunos autores lo dividen en dolor abdominal superior (que procede del páncreas, estómago, intestino, vesícula biliar, hígado, riñón y uréteres) y dolor abdominal inferior o pélvico (cuyo origen puede ser los ovarios, la próstata, los testículos o las articulaciones sacroilíacas). Adicionalmente, algunos autores incluyen en el dolor abdominal el síndrome de los rectos abdominales, un dolor que puede simular un abdomen agudo |