2. METODOS INICIALES DE EVALUACION
Recomendaciones
del panel
- Es
importante la información acerca de la edad del enfermo, la
duración y descripción de los síntomas, el impacto
de los síntomas sobre la actividad y la respuesta a tratamientos
previos. (fuerza de la evidencia = B.)
- Se
recomiendan preguntas sobre historia de cáncer, pérdida
de peso inexplicable, inmunosupresión, uso de fármacos
o drogas intravenosas, historia de infecciones urinarias, dolor que
aumenta durante el reposo y presencia de fiebre para determinar un
posible cáncer o infección.
Estas preguntas son especialmente importantes si los pacientes tienen
más de 50 años. (fuerza de la evidencia = B.)
- Se
recomiendan inquisiciones sobre signos y síntomas sobre el
síndrome de la cauda equina, tales como disfunción de
la vegija urinaria y debilidad de las extremidades motoras para determinar
los riesgos de una lesion neurológica grave (fuerza de la evidencia
= C.)
- Se
recomiendan preguntas acerca de historia de traumas en relación
con la edad (por ejemplo caídas o accidentes de automóvil
en jóvenes o tropezones y caídas en sujetos mayores
potencialmente osteoporóticos) pare evitar retrasos en el diagnóstico
de fracturas (fuerza de la evidencia = C.)
- Debe
prestarse una cierta atención a problemas psicológicos
o socioeconómicos de cada individuo ya que tales factores no
físicos pueden complicar tanto la evaluación como el
tratamiento. (fuerza de la evidencia = C.)
- El
uso de instrumentos como dibujos sobre el dolor o una escala visual
analógica es una opción para mejorar la historia (fuerza
de la evidencia = D.)
- El
registro de los resultados de la prueba de elevación de la
pierna estirada (EPE) se recomienda en la evaluación de la
ciática en adultos jóvenes. En enfermos más viejos
con estenosis espinal, esta prueba puede ser normal (fuerza de la
evidencia = B.)
- Se
recomienda un exámen neurológico en particular sobre
los reflejos de la rodilla y el tobillo así como pruebas de
dorsiflexion de tobillo y dedo gordo del pie para documentar posibles
deficiencias neurológicas. (fuerza de la evidencia = B.)
La evaluación
inicial del paciente con intolerancia a la actividad debido a dolor
se espalda debe enfocarse hacia la historia médica, el exámen
físico y decisiones relacionadas (Véase
algoritmo 1). Una historia médica detallada y unos buenos
exámenes físicos son críticos. Los objetivos de
ambos son el obtener respuestas o hallazgos que sugieran una condición
subyacente grave como una fractura, tumoración, infección,
o síndrome de la cauda equina. Estas respuestas o hallazgos se
refieren como señales de alerta ya que alertan al clínico
sobre la posibilidad de que los síntomas de la espalda se encuentren
relacionados con una condición peligrosa. Sin embargo, las condiciones
serias que se asocian o se presentan como dolor de espalda son relativamente
infrecuentes.
La evaluación
inicial categoriza los síntomas de espalda sin señales
de alerta como primariamente de espalda (no neurológicos) o como
ciática (neurológicos) y define la duración de
estos síntomas para precisar qué tipos de estudios especiales
deben ser considerados y cuando deben ser considerados. En ausencia
de señales de alerta, no se requieren tests especiales en el
primer mes de síntomas de dolor de espalda ya que la mayor parte
de los pacientes se recuperan de la condición en este tiempo.
La evaluación
inicial también suministra la oportunidad para el clínico
de establecer una relación con el enfermo, determinar las espectaciones
de este y percatarse de factores psicológicos y socioeconómicos
que puedan alterar la respuesta al tratamiento.
Evaluación
de la Literatura Revisada
De los
214 artículos revisados en relación con este tópico,
34 cumplen los criterios de selección. [20]-[53]
Los aspectos
más importantes de estos artículos están resumidos
en los artículos de revisión de Deyo, Rainville y Kent
[54] y Waddell, Main, Morris, et al. [55] Ambas revisiones se refieren
a la reproducibilidad y exactitud de los hallazgos de las historias
médicas específicas (Tabla 1) y de los hallazgos en los
exámenes físicos (Tabla 2) a la hora de evaluar los problemas
de espalda. Otros artículos que no cumplen los criterios de selección
son citados cuando es apropiado ya que contienen informacion utilizadas
para formular las recomendaciones. [56-65]
Evidencia
sobre la eficacia de los métodos de evaluación
Historia
Médica
Unas
pocas preguntas clave sobre la historia médica pueden ayudar
a no descartar una seria condición subyacente como cáncer
o una infección espinal. [26] Estas preguntas incluyen
edad, historia de cáncer, pérdida de peso inexplicable,
inmunosupresión, respuesta a tratamientos previos, si el dolor
empeora durante el reposo, historia de drogas intravenosas, infecciones
urinarias u otras.
Los
síntomas de ciática (dolor de pierna) o de claudicación
neurogénica (limitaciones de la marcha debidas al dolor de
la pierna) sugieren una posible implicación neurológica.
Un dolor que irradia por debajo de la rodilla probablemente indica
una radiculopatía más que un dolor solamente presente
en la parte posterior del muslo. Una historia de un entumecimiento
o debilidad persistente de la(s) pierna(s) aumenta muy probablemente
la posibilidad de una implicación neurológica. Los articulos
indican que el síndrome de la cauda equina puede ser descartada
si la historia médica no describe una disfunción de
la vejiga urinaria (usualmente retención urinaria o incontinencia),
anestesia del trasero o dolor y debilidad unilateral o bilateral de
las piernas.
Las
informaciones de los síntomas dadas por los pacientes y los
resultados de los tratamientos pueden ser influenciados por factores
psicológicos o socioeconómicos. Algunos estudios han
mostrado varios de estos factores en enfermos con problemas de espalda.
Estos factores incluyen la situación laboral, tipo de trabajo,
nivel educacional, litigios pendientes, compensaciones o incapacidades
laborales, tratamientos previos ineficaces, abuso de fármacos
y depresión. [23], [38], [39], [41], [43], [50], [58]
Algunos
autores recomiendan a los clínicos incrementar la historia
médica con dibujos sobre el dolor y con las escalas visuales
analógicas par a documentar la distribución del dolor
y la intensidad de los síntomas (algoritmo
2). [40], [45], [46], [52], [53]
Examen
Físico
El exámen
físico complementa la información obtenida en la historia
médica buscando posibles condiciones subyacentes serias o compromisos
neurológicos. Los elementos básicos de un exámen
físico son la inspección, palpación, observación
incluyendo inspección de movimientos y una evaluación
neuromuscular especializada.
Esta evaluación enfatiza los reflejos de la rodilla y del tobillo,
y la fuerza a la dorsoflexión del tobillo y del dedo gordo
del pie y la distribución de las sensaciones dolorosas. Para
los pacientes que se presenta con problemas agudos de dolor de espalda
sin dolor en los miembros no es necesaria una evaluación neurológica
más elaborada.
El exámen
físico es menos útil que la historia para determinar
condiciones ubyacentes serias tales como el cáncer, pero puede
ser útil para detectar infecciones espinales. Es decir que
la evaluación de la capacidad de movimiento espinal ha mostrado
ser de valor limitado, [62] aunque algunos clínicos la
consideran útil para planificar y monitorizar el tratamiento.
Los
hallazgos de la historia médica y de la exploración
física suministran una información útil para
determinar posibles compromisos neurológicos. Por ejemplo,
la ciática es una demostración tan clara de una compresión
de las raíces nerviosas lumbares que su ausencia hace que sea
muy poco probable la presencia de una hernia discal relacionada con
una compresión neural.
Adicionalmente,
el dolor de la pierna usualmente es más importante que el dolor
de espalda cuando está presente una radiculopatía clínicamente
significativa. Finalmente, el levantamiento de las piernas cruzadas
es un test tan específico que un resultado positivo hace que
sea altamente probable un problema neurológico debido a una
hernia discal lumbar, pero no es un test sensible ya que el dolor
al levantamiento de las piernas cruzadas puede estar ausente en muchos
enfermos con compresión neurológica. [31], [34], [61],
[63]
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