1. INTRODUCCION
Objetivos
Son cuatro las razones principales por
las que los problemas de espalda fueron elegidos como sujeto para el
desarrollo de un guía de práctica clínica:
Su prevalencia: la mayoría de las personas presentan problemas de dolor de espalda
en algún momento de sus vidas y las estadisticas americanas indican
una prevalencia anual en la población de los EE.UU del 15-20%.
[1] Entre las personas en edad de trabajar investigadas, el 50% admite
padecer molestias del espalda cada año. [2], [3]. Los síntomas
de espalda son, de hecho, las causas más frecuentes de baja laboral
en personas de menos de 45 años. [4] En cualquier momento, aproximadamete
el 1% de la población de los EE.UU está permanentemente
de baja por problemas de espalda y otro 1% lo está temporalmente.
[1]
El
coste: una
segunda razón para el desarrollo de una guía sobre la
evaluación y tratamiento de los problemas de espalda es el
costo. Los problemas de espalda son costosos. Los costos totales para
la Sociedad son difíciles de calcular, pero la evidencia indica
que los costes económico y psicosociales son cuantiosos. Los
problemas de espalda constituyen la segunda razón más
común de las visitas de los pacientes al médico de atención
primaria. [5] Son la causa más cómun de las consultas
a cirujanos ortopédicos, neurocirujanos y fisioterapeutas.
Consituyen la tercera causa de operaciones quirúrgicas. Más
aún, aunque los costes médicos son elevados, la pérdida
de tiempo de trabajo así como el dinero pagado por discapacidad
laboral puede suponer hasta tres veces el coste del tratamiento médico.[6]
Aproximadamente el 2% de la población laboral de los EE.UU
tiene problemas de espalda rembolsables cada año. [7] Varios
estimados del coste anual para la sociedad del dolor de espalda en
los EE.UU oscilan entre 20 y 50.000 millones de $ (entre 3 y 7 billones
de pesetas). [8] Los costes no monetarios de los problemas de espalda
son también sustanciales: la incapacidad para funcionar normalmente
en el trabajo y en otras actividades diarias tiene un fuerte impacto
impacto tanto en los enfermos como en sus familias.
Una tercera razón para esta
guía es la evidencia creciente de que muchos pacientes con
intolerancia a la actividad debida al dolor de espalda están
recibiendo un tratamiento inadecuado o al menos no óptimo. Los porcentajes de hospitalizaciones
y operaciones quirúrgicas varían sustancialmente según
las diferentes regiones de los EE.UU así como dentro de
pequeñas áreas en un mismo estado. [9]-[11] También
se observan marcadas variaciones regonales en los que se refiere al
uso de los métodos de diagnóstico para evaluar los problemas
de espalda. [9] Estas variaciones pueden implicar una falta de consenso
sobre la evaluación y el tratamiento de los problemas de espalda,
lo ue sugiere que algunos enfermos pueden estar recibiendo un
tratamiento inadecuado o subóptimo.
Adicionalmente, muchos pacientes
se muestran más incapacitados después de un tratamiento
que antes, lo que demuestra un tratamiento inadecuado. Quizás
los ejemplos más obvios sean los quirúrgicos: pese a
una abundante literatura médica sobre la ineficacia de la cirugía
de la espalda y a la evidencia de que repetidas operaciones
rara vez conducen a una mejoría del paciente, existen ejemplos
documentados de enfermos que ha sido sometidos hasta a 20 operaciones
de la espina dorsal. [9] Sin embargo, la cirugía no es el único
tratamiento que puede incrementar la incapacidad. Tratamientos comunes
como el reposo en cama o altas dosis de opiáceos pueden prologar
la sintomatología y debilitar adicionalmente al paciente.
Una cuarta razón es el creciente
cuerpo de evidencia sobre la investigación de los problemas
de espalda que permiten una evaluación sistemática de
los métodos
de evaluaciòn y tratamiento comúnmente
empleados. Aunque la literatura existente tiene algunas lagunas, existe
una evidencia científica suficiente para llegar a conclusiones
acerca de la eficacia y seguridad de los métodos de evaluación
y tratamiento actuales.
A QUIEN VA DIRIGIDA Y ORGANIZACION
A Quién va dirigida
Esta guía de práctica
clínica está diseñada para proveer a los médicos
de atención primaria de una información y de unas estrategias
recomendadas para evaluar y tratar los problemas de espalda en los adultos.
Para desarrollar esta guía, la AHCPR reunió un panel
multidisciplinario de clínicos e investigadores del sector privado,
así como un representante de los consumidores para evaluar la
evidencia científica existente en la literatura, extraer conclusiones
y hacer recomendaciones.
Al determinar la audiencia de esta guía,
el panel se centró en la información necesaria para la
evaluación y tratamiento en la atención primaria de los
problemas de espalda en los adultos. Por problemas de espalda se define
aquella disfuncionalidad o intolerancia a la actividad debida a síntomas
relacionados con la espalda de al menos tres meses
de duración. Los síntomas relacionados con la espalda
incluyen el dolor de espalda y la ciática. El panel está
conforme con que la guía debe disponer de información
sobre la detección inicial de condiciones subyacentes serias
(como fracturas, tumores, infecciones o síndrome de la cauda
equina), pero el tratamiento de estas condiciones está por encima
de los objetivos de la guía.
El panel también está
de acuerdo que la evaluación y el tratamiento de los pacientes
con problemas crónicos de espalda (con síntomas
de más de tres meses de duración) pueden ser muy diferentes
de los correspondientes a enfermos con problemas agudos. Los pacientes
que se vuelven incapacitados por problemas crónicos de espalda
representa menos del 5% de los problemas de espalda, pero suponen el
60% del coste social de esta condición. [6] En una extenxión
mucho mayor que los problemas agudos, el dolor de espalda crónico
está influenciado por factores sicológicos, socioeconómicos,
demográficos, legales y ocupacionales muy complejos, muchos de
los cuales no son fácilmente controlables. [8] Por estas razones
el panel decidió una guía que excluyera los problemas
crónicos de espalda. Las recomendationes incluídas
en la guía no se aplican a persones menores de 18 años
ya que las consideraciones diagnósticas y de tratamiento para
estas personas difieren a menudo de las de los adultos.
Evaluación de la Evidencia
El panel está de acuerdo en que
esta guía sobre los problemas agudos de espalda debe basarse
sobre la evidencia científica publicada y que tal evidencia debe
tener prioridad sobre la opinion propia del panel a la hora de hacer
una recomendación. Al estudiar un determinado tipo de evaluación
o tratamiento, el panel tuvo en consideración:
- (1) eficacia,
- (2) riesgos potenciales
- (3) costes.
El panel consideró que los estudios
clínicos randomizados controlados (RCTs) enfocados sobre los resultados
en enfermos tales como el alivio de los síntomas o la mejora de
la funcionalidad eran adecuados para establecer la eficacia de los tratamientos.
La evidencia sobre la eficacia de los métodos de evaluación
y diagnóstico fué considerada adecuada si los resultados
de los tests de diagnóstico estudiados eran comparados con los
de un estándar de referencia que permitiera el cálculo de
los parámetros estándar del test tales como la sensibilidad
y la especifidad.
El panel acordó dar el mayor
peso a la evidencia científica que cumpliera los criterios anteriores.
Cuando tal evidencia científica no estaba disponible, el panel
designó la evidencia como débil e indirecta y utilizó
la opinión combinada de los expertos y clínicos del panel
para su interpretación. En todos los casos, la guía explicita
el tipo de evidencia utilizada por el panel para cada recomendación.
La escala utilizada para designar la evidencia se muestra al final del
capítulo.
Estudios de Prevención.
El panel encontró que, hasta
la fecha, los estudios sobre intervenciones destinadas a prevenir los
problemas de espalda o sus factores de riesgo presentaban hallazgos
contradictorios y explicaban sólo un pequeño número
de los casos. Pocos de estos estudios estaban bien diseñados
y la mayoría habian sido llevados a cabo en centros especializados
o utilizado técnicas fuera del alcance del médico de atención
primaria. Sin embargo, cuando la información obtenida
de estos estudios era aplicable a la atención primaria, fué
utilizada para a alguna de las áreas de evaluación o tratamiento
de la presente guía.
El panel estuvo de acuerdo en que un
problema metodológico comúnmente asociado a los estudios
de la prevención del dolor de espalda es la falta de precisión
en especificar los objetivos de la intervención preventiva. Los
investigadores a menudo fracasan al determinar si el objetivo es prevenir
el primer episodio de síntomas de espalda, las limitaciones de
la actividad, los episodios recurrentes, lesiones, tiempo laborable
perdido, discapacidad crónica y/o costes de utilización
de cuidados médicos. Adicionalmente, algunos autores han sugerido
que los esfuerzos para prevenir los primeros episodios o los episodios
recurrentes en el trabajo pueden ser útiles y que la investigación
se debe enfocar en su lugar a prevenir una discapacidad crónica
que resulta en unos costes altamente elevados. [6], [12], [13]
Organización y categorías
clinicas
El capítulo 2 de esta guía
se centra sobre la evaluación inicial del paciente con limitaciones
de su actividad debidas al dolor de espalda y el capítulo 3 se
refiere a los métodos de tratamiento iniciales para estos pacientes.
Tanto los métodos de evaluación como los tratamientos
considerados en estos capítulos están al alcance del médico
de atención primaria. Hasta el 90% de los pacientes con dolor
agudo de espalda se recuperan de su limitación de actividad en
el plazo de un mes. [6], [14], [15]
El capítulo 4 se
refiere a las consideraciones de diagnóstico y tratamiento de
un pequeño porcentaje de
pacientes que todavía tienen síntomas substanciales o
limitaciones después de un mes. Muchos de estos métodos
de diagnóstico y tratamiento pueden ser utilizados por el médico
de atención primaria; otros requieren la visita a un especialista.
El panel reconoció que las diferentes
disciplinas clínicas utilizan una variedad de métodos
de diagnóstico que sugieren implicitamente una causa de los problemas
de espalda. Sin embargo, estos métodos son a menudo insuficientes
para categorizar las causas de las lumbalgias agudas. Incluso después
de un extenso trabajo de evaluacion, sólo el 15% de los pacientes
llegan a tener un diagnóstico definitivo [16].
Como los muchos resultados diagnósticos
utilizados comúnmente para describir los problemas de espalda
pueden confundir tanto a los pacientes como a los clínicos, el
panel consideró que era más útil clasificar los
problemas agudos de espalda en una de las tres siguientes categorías
basadas en los hallazgos de la historia médica médica
y del exámen físico:
- Condición espinal potencialmente
grave: tumor espinal, infección, fractura o cauda equina sugerida
por los hallazgos de la historia médica o el examen físico
("señales de alerta")
- Ciática: síntomas
en las extremidades inferiores que sugieren un compromiso de la raíz
nerviosa
- Síntomas de lumbalgia
inespecíficos: síntomas que aparecen primariamente en
la espalda y que no suponen una compresión de la raíz
nerviosa ni sugieren una condición subyacente grave.
En la opinión el panel, los clínicos
deberían disponer de una información suficiente como para
poder tomar decisiones adecuadas sobre la evaluación y el tratamiento
iniciales, así como sobre la prognosis, después de haber
clasificado los pacientes con problemas de espalda dentro de estas tres
categorías. El panel utilizó este esquema de clasificación
al hacer las recomendaciones de esta guía sobre los métodos
de evaluación y tratamiento.
METODOLOGIA PARA EL DESARROLLO
DE LA GUIA
La teoría general y los principios
subyacentes al desarrollo de las guías de práctica clínica
se presentan en un informe al Instituto de Medicina; [17] otros informes
publicados por la AHCPR proveen suficiente información sobre
el proceso de creación de una guía clínica. [18]
Estos materiales constituyeron el punto de partida para el desarrollo
de la Guía de Práctica Clínica sobre los Problemas
de Espalda. El panel, ayudado por metodologistas y consultores determinó
la metodología específica para el proyecto, dirigió
la revisión bibliográfica y desarrolló los hallazgos
y recomendacones de la guía.
Formación del Panel
La AHCPR inició la formación
del panel y convocó a los miembros y a la presidencia. Fueron
consideraciones importantes en la elección de los miembros: (1) un conocimiento demostrado
sobre los problemas de espalda, (2) la representación de
las principales disciplinas implicadas en los cuidados de la espalda
y (3) la diversidad geográfica. Las nominaciones fueron solicitadas
a través de un anuncio en el Federal Register y a partir
de organizaciones de profesionales y consumidores interesadas en el
cuidado de los enfermos con problemas de espalda.
Se nominaron más de 200 individuos.
La AHCPR seleccionó 23 representantes en los campos de la
investigación en biomecánica y de la espina, cuidados
quiroprácticos, medicina de emergencia, medicina interna, neurología,
neurocirugía, medicina ocupacional, terapia ocupacional, ortopedia,
medicina osteopática, medicina física y rehabilitación,
terapia física, psicología, reumatología
y radiología.
El panel también incluyó
un representante de los consumidores con experiencia en los problemas
de espalda, pero que no trabaja en el area de la salud. Algunos consultores
con experiencia en la investigación sobre la espina dorsal, sobre
los problemas clínicos de la espalda, epidemiología clínica
y economía sanitaria también fueron convocados por el
panel. Dos metodologistas con experiencia en el desarrollo de guías
de práctica clínica fueron asignados por la AHCPR al panel.
Ambos metologistas eran médicos, doctorados uno de ellos en medicina
de emergencia y el otro en medicina interna. Los metodologistas ayudaron
al panel a determinar los objetivos de la revisión bibliográfica
y los criterios a usar para seleccionar los artículos que debían
ser objeto de la revisión por el panel.
La mesa del panel estuvo constituída
por dos médicos con un alto grado de entrenamiento: un cirujano,
ortopédico especializado en tratar problemas de espalda y un
médico de medicina ocupacional, ambos con el grado de doctor.
Representantes de la National Library of Medicine ayudaron al staff
a revisar la literatura. El staff realizó el screening
de los artículos y construyó tablas de evidencia para
los artículos de acuerdo con los criterios del panel. Estas tablas
de evidencia y los artículos originales fueron presentados al
panel para su revisión e interpretación. El panel utilizó
esta informacion para establecer las bases de la guía.
Revisión pública del
comentario
Un foro abierto fué mantenido
en el proceso del desarrollo de la guía entre individuos
interesados, organizaciones y agencias con
oportunidad de presentar testimonio escrito o verbal. Más
adelante en el proceso, los borradores de la guía pauta fueron
enviados para su revisión por un comité. La
AHCPR seleccionó el comité entre revisores experimentados
que habían expresado interés en la guía,
participado en el foro abierto, o fueron nominados por organizaciones
o miembros de panel profesionales.
Unos 100 revisores fueron seleccionados
sobre la base de su experiencia en el tratamiento de los dolores de
espalda. Se les pidió
evaluar la extensión de la revisión
de la literatura así como los resultados y las recomendaciones
del panel. Los revisores experimentados que fueron seleccionados
constituían un grupo representativo de profesionales de
atención primaria incluyendo la práctica privada o en
grupo, organizaciones para el mantenimiento de la salud, y clínicas
de medicina ocupacional. Se les pidió que evaluaran la
aplicabilidad práctica de la guía en sus propios
casos de la práctica diaria, usando los ejemplos publicados en
la guía de referencia rápida para los clínicos
y solicitando información de los pacientes siguiendo las pautas
dadas en la versión del consumidor. El panel utilizó
comentarios de los revisores para realizar las revisiones finales
de la guía.
Investigación Bibliográfica
E panel inició una investigación
exhaustiva de la literatura sobre los temas juzgados aplicables a los
problemas de espaldas. El grupo de Quebec en desórdenes
espinales había publicado previamente una guía basada
en la evidencia de los problemas de espalda, basada en una investigación exhaustiva de
las publicaciones realizadas hasta 1984. [ 19 ] La bibliografía
de su informe fué el punto de partida de la investigación
bibliográfica para esta guía de la AHCPR.
La investigación bibliográfica de
los artículos publicados después de 1984 fue realizada
a través de la Biblioteca Nacional de Medicina. Los extractos
de 10.317 artículos que cumplieron los criterios de la
búsqueda fueron cada uno evaluados independientemente por el
cirujano ortopédico y el médico de medicina ocupacional.
Si cualquier revisor consideró un artículo potencialmente
útil, el artículo entero fué recuperado.
Un total de 3.918 artículos (38 por ciento de todos los extractos
evaluados) fue utilizado para la evaluación subsiguiente
Los artículos adicionales vinieron
de miembros de panel, del proceso abierto del foro, y de fuentes
no solicitadas. Todos los artículos fueron incorporados
a una bibliografía extensa, clasificados por temas, y estudiados
metodológicamente para determinar si
contenían una información útil
para el panel.
Evaluación de la Eficacia
En la evaluación de la
eficacia de los métodos de diagnóstico y de tratamiento,
el panel decidió centrarse en cómo cada método
afectaba los resultados clínicos importantes para los pacientes
y la sociedad. Ejemplos de tales resultados son síntomas,
nivel de actividad física, satisfacción del paciente,
y morbilidad y mortalidad (como complicaciones del método del
diagnóstico o de tratamiento). El panel se ocupó
de los costes, otro resultado del interés para los pacientes
y para la sociedad, como una tema separado. El coste no fué considerado al evaluar eficacia.
El panel utilizó una metodología
estándar para identificar y para evaluar la mejor evidencia
científica disponible en la eficacia de cada método de
diagnóstico y de tratamiento, centrándose en resultados
clínicos. Este proceso incluyó una evaluación
sistemática de la calidad y de la aplicabilidad clínica
de cada estudio a los pacientes con problemas agudos de espalda.
El panel utilizó esta información para estudiar todos
los artículos, usando los criterios de selección mínimos
sobre la eficacia. Los artículos que cumpleron estos criterios
mínimos fueron considerados prioritarios (dando prioridad
a los artículos de una más alta aplicabilidad y calidad
clínica), y los datos de los artículos de una prioridad
más alta fueron resumidos en las tablas de evidencias.
El panel repasó entonces los
datos disponibles de las tablas de evidencias y de los artículos
originales para decidir cuánto peso dar a cada estudio y
para desarrollar los resultados y las recomendaciones para esta guía.
El peso más grande fue dado a los estudios de la calidad más
alta que evaluaban adultos con problemas agudos de espalda, aunque pocos
de tales estudios fueron encontrados.
Para la mayoría de los temas,
la calidad y la aplicabilidad clínica de los estudios revisados
eran limitadas. Los criterios de inclusión y de exclusión
de los sujetos estaban, o bien descritos incompletamente, o eran
tan amplios que permitían amplias variaciones en la edad, los
síntomas, la duración de los síntomas, los resultados
de los exámenes, los tratamientos previos, y otros factores potencialmente
fuente de confusión. Los estudios describian a menudo de
forma inadecuada las características demográficas y clínicas
basales. Muchos estudios no distinguían entre pacientes
agudos y crónicos; otros fallaban en describir o controlar factores
que se sabe son la causa de una variación significativa en el
resultado (tal como cirugía de espalda previa). Ciertos
estudios carecían de un análisis estadístico apropiado
o incluían demasiado pocos sujetos para lograr euna significancia
estadística adecuada.
Evaluación de los peligros
y costes potenciales
Evaluación de los peligros.
Dado que los problemas de espalda rara
vez son mortales, el panel prestó una atención especial
a los daños potenciales (efectos secundarios o complicaciones)
de los métodos de evaluación o tratamiento. Sin embargo,
los estudios clínicos controlados que consideran los métodos
de evaluación y tratamiento rara vez incluyen sujetos suficientes
como para poder detectar complicaciones potenciales serias pero
raras. Esta información fué encontrada sólo
en algunos casos de largas series de enfermos. Por otra parte, los estudios
controlados sobre medicaciones orales, a menudo incluyen información
sobre los efectos secundarios. De esta forma, no es posible la comparación
exacta de los riesgos y efectos secundarios relativos de los diferentes
métodos de evaluación y tratamiento.
La carencia de evidencia publicada sobre
los peligros relacionados con con un tratamiento específico o
con los métodos del diagnóstico no significa que no existe
el potencial peligro. En muchos casos, los efectos secundarios
y las complicaciones de los métodos de diagnóstico y de
tratamiento nunca no se han estudiado extensamente ni se han divulgado
adecuadamente. Además, los artículos que evalúan
nuevos tratamiento y métodos de diagnóstico son escritos
a menudo por los mismos que abogan por estos métodos, que pueden
tender a minimizar los peligros.
El panel sintió que era
importante para ambos, los clínicos y los pacientes, tener una
idea del potencial peligro y de las ventajas potenciales de estos
métodos. Por lo tanto, el panel consideró la información
sobre los peligros potenciales de una variedad de fuentes, incluyendo
series de caso, comunicaciones sobre casos, ensayos cruzados, ensayos
clínicos, y en algunos casos estudios de pacientes que no tenían
síntomas de espalda Finalmente, si no había información
específica disponible de cualesquiera de estas fuentes, el panel
consideró si el método era invasivo o potencial generador
de una reacción alérgica.
Evaluando Costes
Tanto los clínicos como los pacientes
deben considerar los costes relativos de la evaluación y tratamiento
antes de tomar decisiones sobre los cuidados a seguir. Sin embargo,
los costes varían considerablemente y los datos sobre los
costes de la evaluación y tratamiento de los problemas de espalda
son limitados. El coste unitario de un servicio puede variar según
el área geográfica y tambien según la frecuencia
y duración del mismo para cada paciente individual. Aunque los
costes de los diversos tratamientos médicos han aumentado generalmente
en los últimos años, lo han hecho en porcentages inconsistentes.
Dadas estas variaciones, el panel decidió establecer un sistema
de valoración sobre el coste del método siguiendo el siguiente
esquema (basado en dólares de 1993):
1.Bajo coste: menos de
$200.
2.Coste moderado: de $200 a $1,000.
3.Coste elevado: más de $1,000.
Este sistema de evaluación no
permite más que una comparación grosera de los costes
y el panel reconoció la arbitrariedad en las divisiones entre
las categorías de costes. Por ejemplo, algunos americanos pueden
considerar que un gasto de 199 $ directamente de su bolsillo no es precisamente
un "bajo coste".
Desarrollo de las recomendaciones
de la Guía
Para desarrollar las recomendaciones
sobre cada método de evaluación y tratamiento, el panel
consideró: (1) la calidad y la cantidad de evidencia sobre la
eficacia, (2) la fuerza del efecto encontrada para el método,
(3) la consistencia de los hallazgos entre los estudios, (4) la aplicabilidad
clínica de la evidencia a enfermos adultos con problemas agudos
de espalda y (5) cualquier evidencia de daños o costos. Para
cada método de evaluación o de treatmiento el panel tuvo
que constestar las siguientes preguntas
1.1. ¿Que es lo que más
probablemente hará el método de evaluación o
tratamiento:
Beneficiar al paciente?
Dañar al paciente?
2.2. La probabilidad y magnitud
del beneficio potencial es superior en probabilidad y cantidad al
daño potencial lo suficiente como para justificar el coste
el procedimiento?
El desarrollo de recomendaciones requirió
el juicio colectivo del panel para interpretar la evidencia disponible.
El panel evaluó la cantidad y calidad de la evidencia que soporta
cada recomendación utilizando una escala como la mostrada en
la figura.
Calificación del Panel sobre la evidencia
disponible que apoya las recomendaciones de la guía
- A.= Fuerte
evidencia basada en la investigación (múltiples estudios
científicos relevantes de gran calidad).
- B.= Evidencia moderada basada en
la investigación (sñolo un estudio científico
relevante de gran calidad y varios estudios científicos adecuados*).
- C.= Evidencia limitada basada en
la investigación (al mneos un estudio científico adecuado
en pacientes con dolor de espalda).
- D.= Interpretación del Panel
sobre la información que no cumple los criterios de inclusión
en la evidencia basada en la investigación
* Cumple los mínimos
requisitos de metodología científica y relevancia en relación
con el método seguido y la población exigidos por esta guía
Este sistema de calificación (A, B, C, or
D) es la base para:
- Recomendaciones para: si la evidencia
disponible indica que los beneficios potenciales superan los riesgos
potenciales.
- Opciones: si la evidencia disponible
sobre los beneficios potenciales es débil o equívoca
(inconsistencia en algunos estudios) pero los posibles riesgos y costes
son pequeños.
- Recomendaciones en contra:
si la evidencia disponible indica bien una falta de beneficio o que
los riesgos y costes potencials superan los posibles beneficios.
Por lo tanto, los hallazgos recomendaciones
de la guía representan la evaluación del panel sobre los
métodos de diagnóstico y tratamiento en donde se ha contrapesado
los potenciales beneficios frente a los riesgos y los costos.
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