INTRODUCCION
Los recientes avances de la microcirugía
y de la cirugía mínimamente invasiva, así como la
tendencia por parte de profesionales y pacientes a evitar el dolor siempre
que sea posible, están impulsando la utilización cada vez
mayor de anestésicos locales. Operaciones como prostatectomías
o laparoscopias que antes se hacían bajo anestesia general, u otras
situaciones como el parto, ortodoncias, reducción de fracturas,
etc., que se hacían sin ningún tipo de anestesia son
hoy día objeto sistemático del empleo de anestésicos
locales.
Curiosamente, este notable aumento
en el consumo de anestésicos locales no ha ido acompañado
por un aumento paralelo en la I+D de nuevos fármacos. De los muchos
cientos de moléculas descritas en la literatura con actividad anestésica
local, escasamente una decena son utilizadas regularmente en situaciones
clínicas.
Cierto es que los anestésicos
locales utilizados hoy en día son fármacos muy eficaces y
seguros que raramente ocasionan problemas serios. Sin embargo, no es menos
cierto que muchos de ellos no están exentos de riesgo en caso de
una administración equivocada, habiéndose descrito problemas
a nivel del sistema nervioso central y cardiovascular en caso de sobredosis
o de inyecciones intravenosas. También ocurre que, en casos de operaciones
de larga duración, es necesaria la adición de un vasoconstrictor
para evitar que el anestésico local pase a la circulación
sistémica, vasoconstrictor que puede ocasionar efectos secundarios
en pacientes con problemas cardivasculares.
No es, por tanto de extrañar
que hace unos pocos años, Los Laboratorios INIBSA, líderes
en España en la comercialización de anéstesicos locales,
encargaran al INSTITUTO DE INVESTIGACION Y DESARROLLO QUIMICO-BIOLOGICO,
SA un programa destinado a diseñar nuevos anestésicos locales.
El objeto de este programa era doble:
-
1º De un lado, intentar obtener
una nueva molécula que mejorase en algo el perfil farmacológico
de los anestésicos locales disponibles, en particular en lo que
se refiere a la toxicidad cardíaca.
-
2º Reducir la dependencia tecnológica
de los Laboratorios INIBSA, todos cuyos anestésicos locales son
fabricados en España bajo licencia de la multinacional sueca ASTRA.
En el programa diseñado por IQB,
se decidió explorar la inclusión de uno o varios radicales
ciclopropilo en los anestésicos locales de tipo amida por varias
razones:
-
a) Este tipo de radical cicloalquilo
de pequeño peso molecular no había sido previamente explorado.
-
b) Las propiedades físico-químicas
de este radical son muy semejantes a las de sus homólogos alquilo
lineales, lo que permitía prever a priori que no habría
modificaciones importantes en los coeficientes de reparto y constantes
de ionización de las moléculas resultantes (es bien sabido
que el coeficiente de reparto y la constante de disociación son
dos parámetros decisivos en la acción de los anestésicos
locales, que deben difundir en medios acuosos, atravesar las cubiertas
hidrófobas de los nervios y una vez dentro, volver a ionizarse para
actuar sobre los canales de sodio).
-
c) Desde el punto de vista estructural,
el grupo cicloalquilo presenta unas mayores restricciones conformacionales
que sus homólogos lineales. Esto puede ocasionar que su afinidad
hacia los receptores de los canales de sodio pueda ser mayor o menor que
la de sus homólogos lineales con mayor grado de libertad, lo que
puede traducirse farmacológicamente en una mayor afinidad hacia
un receptor de un canal sódico determinado. Algo parecido ha sido
descrito en la literatura para el enantiómero R de la ropivacaína
que muestra una mayor afinidad hacia los receptores de los canales sódicos
en los nervios sensoriales que hacia los mismos receptores en los nervios
motores.
Entre las varias moléculas sintetizadas
y ensayadas por IQB, la denominada IQB-9302 (en forma de su correspondiente
chlorhidrato) está siendo objeto de un amplio programa de I+D con
objeto de evaluar su potencial en la práctica médica
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