Indicaciones
específicas para el tratamiento con warfarina
Fibrilación
auricular
La warfarina
se emplea ampliamente para prevenir el embolismo sistémico en
pacientes con fibrilación auricular (AF). En los estudios clínicos
realizados, la warfarina redujo de forma consistente el riesgo anual
de un primer episodio isquémico en un 70% (desde el 7% al 3%
anual) y la mortalidad en un 33% con un pequeño coste de sangrados
serios que aumentaron desde el 1% al 1,3% (10, 34, 35)
La prevalencia
de la FA aumenta desde un 3% a los 65 años más del 10%
a los 85 años. Entre los 50 y 59 años, la fibrilación
auricular supone el 1.5% de todos los episodios cardioisquémicos
y es del 25% entre la población de 80 a 89 años. La edad
es, por tanto, un importante determinante de episodios isquémicos
en la AF (el riesgo relativo -RR- de episodios isquémicos aumenta
en un 1.4 con cada década de edad) (35)
Los episodios
previos (RR, 2.5), diabetes (RR, 1.7) o hipertensión tratada
(RR, 1.6) también contribuyen, de igual manera que lo hacen la
insuficiencia cardíaca, la enfermedad coronaria, la hipertrofia
de la aurícula izquierda o la disfunción del ventrículo
izquierdo (10) .
Los episodios
tromboembólicos son poco probables en la AF aislada, pero pueden
ser más frecuentes a medida que se acumulan los factores de riesgo
(tabla
4). Esto hace que la terapia con warfarina sea inapropiada en personas
jóvenes con sólo AF y sin factores de riesgo adicionales,
ya que el riesgo de accidentes tromboembólicos (< 1%) es lo
suficiente bajo como para asegurar que el riesgo de hemorragias es superior
a cualquier ganancia que pueda derivarse de la terapia anticoagulante.
Debido
al riesgo de hemorragias, estos informes resaltan la importancia de
cual debe ser el mejor INR a conseguir y de a que tipo de pacientes
se debe ofrecer tratamiento warfarínico crónico. La incidencia
de trombosis está minimizada cuando el INR es >2.0 y aumenta
exponencialmente por debajo de este nivel, aunque queda algún
efecto residual en el rango 1.5 a 1.9. Al considerarse el tratamiento
warfarínico para la AF, cada candidato requiere una cuidadosa
evaluación del riesgo de trombosis (Tabla
4) y de hemorragias (tabla
2).
Controversias
acerca del empleo de la warfarina o la aspirina para prvenir embolias
en la fibrilación auricular
Embolias
y el INR:
El
riesgo de embolias durante el tratamiento con warfarina durante la
fibrilación auricular está determinado por el INR. Por
debajo de 2.0 el riesgo relativo se dobla a 1.7, triplica a 1.5, sextuplica
a 1.3 y es 18 veces mayor cuando el INR es normal. Por otra parte,
no se gana nada cuando el INR se aumenta por encima de su umbral terapeútico
de 2.0 (36).
Se han
obtenido resultados parecidos cuando la warfarina es administrada
para la prevención de una embolia secundaria en pacientes con
AF que ya han padecido un accidente tromboembólico o una isquemia
cerebral transitoria. (11). De nuevo, en un estudio aleatorizado en
el que los que pacientes con fibrilación auricular y otro factor
de riesgo adcional fueron tratados con warfarina en una dosis capaz
de aumentar el INR (IRN, 2.0-3.0; mediana, 2.4) o aspirina combinada
con una dosis baja de warfarina (0.5-3.0 mg/dia; INR, 1.2-1.5; mediana,
1.3), la medicación que ocasionó el mayor INR fué
también más eficaz (37).
¿Aspirina
o warfarina para la AF?
La
reducción del 30% del riesgo tromboembólico para el
tratamiento con aspirina está lejos de la reducción
del 70% conseguida con la warfarina (10). En un análisis en
ciego de los resultados clínicos en los que se compararon ambos
fármacos, la warfarina fué claramente superior previniendo
trombosis cardíaca o de origen incierto (38). Estos resultados
son consistentes con el pequeño efecto observado con la aspirina
para la prevención de trombosis secundarias en pacientes con
AF que ya habían padecido una trombosis previa, reduciendo
la warfarina la recurrencia en al 62% frente a tan solo el 16% para
la aspirina (39) . Puede ser una solución útil reservar
la aspirina para pacientes con AF no complicada que tenga un riesgo
bajo de embolismo.
Warfarina,
INR y aspirina en los pacientes de la tercera edad con AF:
La edad
por encima de los 75 años y un INR elevado, ambos aumentan
el riesgo de una hemorragia intracraneal u otras hemorragias serias
durante el tratamiento con warfarina. Debido a que existe un pequeño
beneficio cuando el INR está entre 1.5 y 1.9, este objetivo
limitado puede ofrecer alguna ventaja en pacientes de la tercera edad.
Si el riesgo de hemorragias es muy elevado, la aspirina, menos efectiva
pero más segura, debe ser el fármaco de elección.
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