Educación del PacienteSe debe ofrecer información precisa y sencilla acerca del dolor, valoración del dolor y el uso de medicamentos y otros métodos para el alivio del dolor al paciente y su familia, enfatizando que la mayoría de los dolores pueden ser manejados efectivamente. También se deben enfatizar las principales barreras para el control efectivo del dolor, especialmente la resistencia del paciente a hablar del dolor con los profesionales de la salud, sus miedos sobre los riesgos de adicción con el uso de opioides, y que el dolor puede ser controlado sin consecuencias indeseables. La educación también debe abordar las concepciones erradas, como la creencia de que el medicamento se debe utilizar solo cuando el dolor es severo, o de lo contrario no será efectivo (Ward, Goldberg, Miller-McCauley, et al., 1993). Algunos pacientes o sus familiares piensan erróneamente que los analgésicos pueden causar efectos colaterales inaceptables o que es necesario escoger entre tratar el dolor o tratar la enfermedad. Uno de los objetivos en la educación del paciente es involucrarlo en el manejo del dolor y uno de los principales pasos hacia un mejor control del dolor por cáncer, es una comprensión más completa por parte de los pacientes acerca de la naturaleza del dolor, su tratamiento, y el papel que ellos mismos puedan ejercer. Los pacientes deben ser motivados a reportar el dolor como participantes activos en su cuidado. Para mejorar la comprensión de la terapia farmacológica y sus efectos, los pacientes deben ser informados sobre los siguientes temas:
Muchos pacientes creen que si se quejan de dolor, su grupo de cuidado puede calificarlos como "malos pacientes" (Ward, Goldberg, Miller-McCauley, et al., 1993). Debido a éstas preocupaciones, algunos pacientes formulados con opioides por horario, los toman únicamente cuando el dolor es severo. A los pacientes se les debe explicar que lo deseable es la prevención del dolor a través de la utilización de analgésicos por horario. En razon a los conceptos errados acerca del dolor y su tratamiento, debe incluirse como parte del plan de manejo la educación del paciente sobre las posibilidades de controlar el dolor efectivamente y corregir mitos acerca del uso de los opioides. La Tabla 16 especifica algunos de los principales temas en un programa educativo dirigido a los pacientes. La literatura indica que para lograr el efecto deseado, la información debe ser presentada más de una vez, puesto que los pacientes buscan información en más de una fuente y de diferentes maneras. Debido a que la duda incrementa el sufrimiento, amenaza la percepción, y la capacidad para adaptarse, puede ser útil informarle al paciente acerca de lo que va a suceder y de lo que va a sentir, para que se sienta menos indefenso (Mishel, 1984). La investigación ha demostrado que los pacientes que reciben educación acerca de su medicación tiene mejor cumplimiento de las prescripciones, menores preocupaciones acerca de la utilización de opioides, y niveles de intensidad de dolor más bajos que aquellos pacientes que no reciben información (Rimer, Levy, Keintz, et al., 1987). Otras investigaciones han demostrado que informarle al paciente acerca de los efectos colaterales de la terapia no aumenta la aparición de efectos colaterales o de efectos adversos. (Howland, Baker, y Poe 1990; Wilson, 1981). Después que el equipo clínico discute con los pacientes el papel activo que se espera de ellos en el manejo del dolor y les ha asegurado que el alivio del dolor es un objetivo importante para cumplir, los pacientes deben utilizar al equipo clínico como una fuente de información y respaldo en el tratamiento del dolor. La información presentada verbalmente debe ser reforzada con material escrito (Tabla 17). En el capitulo 3 se incluye información adicional acerca del plan para dar de alta al paciente.
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