SÍNDROME DE BOERHAAVE [K22.3]
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Definición: ruptura espontánea del esófago que ocurre sobre todo como consecuencia de un violento vómito |
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Este síndrome fue descrito por primera vez en 1724 por Herman Boerhaave. Se diferencia del síndrome de Mallory-Weiss en que en este caso se tratada de una perforación transmural mientas que el síndrome de Mallory-Weiss es tan solo una laceración. Dado que frecuentemente está asociado al vómito, no puede decirse que en realidad se trate de una ruptura espontánea. Hay que distinguirlo de la perforación yatrogénica que supone el 85-90% de los casos de rupturas esofágicas. Casi siempre en el lado izquierdo del tercio inferior esofágico a 2 o 3 cm de la unión gastroesofágica. A igual que el síndrome de Mallory-Weiss, se ha relacionado con los aumentos bruscos de la presión intrabdominal y con la hernia de hiato. Es más frecuentemente observado en pacientes alcohólicos o que abusan de la comida. Se trata de un síndrome relativamente raro pero con un alto índice de mortalidad (35%). De hecho, es considerada como la más letal de todas las perforaciones del tracto digestivo. Los síntomas
son vómitos, dolor torácico y enfisema subcutáneo cervical. Sin embargo,
rara vez esta tríada se presenta completa y a menudo el único síntoma
es el dolor abdominal. En general no se observa, hematemesis después
de la ruptura esofágica lo que permite diferenciar este síndrome
del desgarro de Mallory-Weiss. La deglución puede desencadenar
tos por existir una comunicación entre el esófago y la cavidad
pleural. |
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DIAGNOSTICO
El diagnóstico es clínico y radiológico, observándose neumomediastino y neumotórax. La realización de un esofagograma con contraste hidrosoluble establece el diagnóstico de certeza. La endoscopia es de escaso valor, excepto para descartar el origen secundario de la perforación.
Es muy importante un diagnóstico precoz para asegurar un tratamiento adecuado y evitar la mediastinitis, sepsis, y shock que frecuentemente se asocian a la enfermedad en una segunda fase. Si el tratamiento se retrasa más de 24 horas después de producirse la ruptura la mortalidad asciende al 50% y si el retraso es de 48 horas hasta el 90%
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TRATAMIENTO El tratamiento
es quirúrgico y debe efectuarse con la mayor precocidad posible. Entre
las varias modalidades posibles, las más comunes son la creación
de una diversión esofágica con un asa o la realización
de esofagostomía con finalización terminal lo que permite
a la herida cicatrizar por segunda intención. En casos más
difíciles se emplea sobre todo la implantación de stents
metálicos.
Para la profilaxis de la mediastinitis se administran antibióticos
de amplio espectro como el cilastatin/imipenen en dosis de 250 a 500 mg
cada seis horas. |
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REFERENCIAS
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Monografía revisada el 29 de Septiembre de 2007. Equipo de Redacción de IQB | ||
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