CUIDADOS PREVENTIVOS DE LOS PIES EN LAS
PERSONAS CON DIABETES

INTRODUEXAMEN DE LOS PIES

Todos los individuos con diabetes deben ser sometidos a un cuidadose examen de los pies al menos una vez al año para identificar los factores de alto riego. Este examen debe incluir una evaluación de la sensibilidad de los pies, estructura y biomecánica del pie, situación vascular e integridad de la piel. Los pacientes con una o más condiciones de alto riesgo para sus pies, deberán ser examinados más frecuentemente para la determinación de factores de riesgo adicionales. 

Los pies de los pacientes con neuropatía deberán ser examinados visualmente en cada una de las visitas al médico.

La evaluación de la situación neurológica en el pie con bajo riesgo incluye un examen somatosensorial bien empleando el test del monofilamento de Semmes-Weinstein o la detección de una sensación vibratoria.

El screening inicial de una enfermedad vascular periférica debe incluir historia de eventuales claudicaciones y una evaluación de los pulsos pedales. La integridad de la piel debe ser examinada, especialmente entre los dedos de los pies y bajo la cabeza de los metatarsos. La presencia de eritema, calentura o formación de callo puede indicar la existencia de áreas lesionadas en las que puede producirse una grieta. También deben evaluarse las deformaciones óseas, limitaciones en la movilidad de las articulaciones y problemas al andar. 

PREVENCION DE LAS CONDICIONES DE ALTO RIESGO

La polineuropatía distal simétrica es, quizás, el más importante predictor de úlceras y amputaciones. El desarrollo de la neuropatía puede ser sustancialmente reducido manteniendo los niveles glucémicos tan próximos a la normalidad como sea posible. El hábito del tabaco debe ser eliminado para reducir el riesgo de complicaciones microvasculares

TRATAMIENTO DE LAS CONDICIONES DE ALTO RIESGO

Las personas con neuropatía o evidencia de presión plantar aumentada deben ser adecuadamente calzadas con zapatos bien acolchados o zapatillas de deporte. Los pacientes deben ser instruídos sobre lo que implica la pérdida de la sensibilidad y como deben sustituir ésta por otras modalidades sensoriales (palpación manual, inspección visual) para vigilar la aparición de posibles problemas. 

Las personas con evidencia de presión plantar aumentada (p.ej con callosidades, eritema o calentura) deben usar calzado acolchado capaz de redistribuir la presión. Los callos serán desbridados con un escalpelo por un podólogo u otro profesional experimentado en el cuidado de los pies.

Las personas con deformidades óseas (dedos en forma de martillo. juanetes) pueden necesitar calzado extra-ancho. Los que tengan deformidades extremas (p. ej. pie de Charcot) que no pueden utilizar calzado corriente deberán hacerse los zapatos a medida.

Las personas con síntomas de claudicación serán evaluadas adicionalmente desde el punto de vista vascular. Se considerará una terapia a base de ejercicios u, opcionalmente, la cirugía. 

Las personas con historia de ulceraciones deberán ser evaluadas para determinar la patología subyacente que ha conducido a las mismas y tratadas de acuerdo con los resultados. También deberán ser tratadas otras condiciones menos importantes como la sequedad de piel y el tinea pedis para prevenir el desarrollo de problemas más serios