DIAGNÓSTICO Y CLASIFICACIÓN DE LA DIABETES MELLITUS
Diabetes tipo 1 (destrucción de células b, que usualmente origina una deficiencia absoluta de insulina). Diabetes relacionada con la inmunidad Esta forma de diabetes, anteriormente se ha denominado diabetes insulino-dependiente, diabetes juvenil y diabetes tipo 1. Se origina por una destrucción autoinmunológica de las células b del páncreas (4). Entre los marcadores de la destrucción inmunológica de las células b se encuentran los anticuerpos a las células b de los islotes (ICAs), anticuerpos a la insulina (IAAs), anticuerpos a la decarboxilasa del ácido glutámico (GAD65) y anticuerpos a tirosin-fosfatasas IA-2 e IA-2 (5–13). Uno o más de estos anticuerpos son observados en el 85-95% de los pacientes en los que se detecta hiperglucemia en ayunas por primera vez. Igualmente, la enfermedad está muy relacionada con los antígenos asociados a los leucocitos (HLA), con los genes DQA y B y está influenciada por los genes DRB (14,15). Estos alelos HLA-DR/DQ pueden ser bien inductores o protectores. En esta forma de diabetes, la velocidad de destrucción de las células b puede ser muy variada, siendo muy rápida en algunos individuos (sobre todos niños y adolescentes) y lenta en otros (adultos) (16). Algunos pacientes, en particular los niños y adolescentes, pueden presentar cetoacidosis cuando la enfermedad se manifiesta por primera vez. Otros muestran una modesta hiperglucemia que pueda convertirse en severa hiperglucemia y/o cetoacidosis en presencia de una infección o de un estrés. Algunos pacientes retienen alguna actividad de sus células b durante unos años, lo que les previene de la cetoacidosis. Sin embargo, con el tiempo los sujetos con esta forma de diabetes de tipo 1 dependerán de la insulina para su supervivencia y muestran riesgo de cetoacidosis. En esta situación de la enfermedad prácticamente no hay secreción de insulina, tal como indican los niveles muy bajos o indetectables de péptido C. La diabetes inmunodependiente se produce sobre todo en la infancia y adolescencia, pero puede ocasionarse a cualquier edad, incluso pasados los 80 ó 90 años. La autodestrucción de las células b tiene múltiples factores genéticos inductores y también está relacionada con factores ambientales que no se conocen con exactitud. Aunque los pacientes raras veces son obesos cuando se presenta este tipo de diabetes, la presencia de obsesidad no es incompatible con el diagnóstico. Estos pacientes también muestran predisposición para otras enfermedades antoinmunes como la enfermedad de Graves, la tiroiditis de Hashimoto, la enfermedad de Addison, el vitíligo y la anemia perniciosa. Diabetes idiopática Algunas formas de diabetes tipo 1 no tienen una etiología conocida. Algunos de los pacientes con este tipo de diabetes tienen una insulinopenia permanente y son propensos a la cetoacidois, pero no muestran evidencia de autoinmunidad. Aunque sólo una minoría de los pacientes con diabetes tipo 1 se encuentran dentro de esta categoría, muchos de los casos son de origen asiático y africano. Los individuos con diabetes idiopática padecen cetoacidosis episódicas y, entre episodios, muestran un grado variable de deficiencia insulínica. Esta forma de diabetes es fuertemente hereditaria, carece de evidencia de autoimunidad hacia las células b, no está asociada a los HLAs y la dependencia absoluta de la insulina en los pacientes afectados puede variar de un momento a otro (17). |