DIAGNOSTICOLas características de diagnóstico de la cetoacidosis diabética y del síndrome hiperglucémico hiperosmolar se muestran en la tabla 3. La evaluación clínica y bioquímica de un paciente con sospecha de cetoacidosis se indica en la figura 2. La cetoacidosis diabética se caracteriza por una hiperglucemia (glucosa > 300 mg/dl), acidosis metabólica (HCO3 < 18 mEq/L, pH < 7.30) y elevados cuerpos cetónicos en la orina. El síndrome hiperglucémico hiperosmolar se caracteriza por una fuerte hiperglucemia (glucosa > 600 mg/dl), una escasa acidemia (pH > 7.3 HCO3- > 15 mEq/l y una profunda deshidratación (osmolalidad sérica > 320 mOsm/kg) en ausencia de acidosis. La hiperglucemia puede ser rápidamente confirmada utilizando una tira reactiva a base de glucosa-oxidasa. Los cuerpos cetónicos en la orina pueden ser detectados con Ketostix u otro reactivos. La sangre venosa se debe analizar para determinar la glucosa, urea, electrolitos y recuento completo. También se debe determinar el pH y el bicarbonato arteriales. La
naturaleza insidiosa del SHH hace que frecuentemente su diagnóstico
se retrase o se confunda con un ictus. Por lo tanto, el SHH debe incluirse
en el diagnóstico diferencial de cualquier paciente que signos
neurológicos focales, inconsciencia, deshidratación o
shock [24].
El diagnóstico se debe confirmar a partir de una severa hiperglucemia
y una hiperosmolalidad plasmática en ausencia de acidosis o de
cuerpos cetónicos. Cuando la osmolalidad excede de 340 mosmol/l,
en muchos individuos se observa una pérdida de consciencia. La
hiperosmolalidad puede ser medida directamente en laboratorio a partir
de la disminución del punto de congelación del plasma
o calculada aproximadamente mediante la fórmula:
Osmolalidad (mosmol/l) = 2 x {[Na+]+[K+]} + [glucosa] + [urea] El tratamiento debe comenzar inmediatamente, sin esperar los resultados de los análisis de laboratorio.
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