Frederick Sanger |
LA
ESTRUCTURA DE LA INSULINA
El
siguiente hito en la historia de la insulina fué la dilucidación
de su estructura, proeza realizada en 1954 por Frederick Sanger y sus colaboradores
de la Universidad de Cambridge. Sanger estaba interesado por la estructura
de las proteínas, eligiendo la insulina por ser una de las pocas
que podía ser conseguida en estado razonablemente puro, por conocerse
ya su composición química y peso molecular y porque la actividad
de la misma debía estar ligada a algún componente estructural.
La
insulina es una molécula muy pequeña: sólo contiene
254 átomos de carbono, 337 de hidrógeno, 65 de nitrógeno,
75 de oxígeno y 6 de azufre. Ademas, desde los trabajos de Fisher
se sabía que de los 24 aminoácidos posibles, 17 están
presentes en la insulina.
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El
trabajo realizado por Sanger consistió en dilucidar no solo la
estructura total de la molécula de insulina, sino también
el orden en el que se alinéan las distintas subunidades de aminoácidos.
Esta secuencia es crucial: un solo cambio en la posición de un
aminoacido dentro de la molécula puede hacer cambiar la funcionalidad
de la proteína.
Para
conseguir esto, Sanger utilizó el método tradicional empleado
por los químicos para estudiar las grandes moléculas: romperlas
en fragmentos y colocarlas nuevamente juntas como las piezas de un rompecabezas.
La rotura completa de la molécula sirve para identificar los aminoácidos,
pero no dice nada acerca de como están ordenados. |
Sanger
utilizó tres herramientas para conseguir armar el rompecabezas:
la utilización de un marcador especial que se une a los grupos
NH2 libres, la hidrólisis fraccionada y la cromatografía
en capa fina. El marcador empleado por Sanger fué el DNP (dinitrofenol)
que se une al NH2 terminal y resiste la hidrólisis. De esta manera,
fraccionando la molécula de insulina en diferentes peptidos,
marcando estos con DNP y produciendo la hidrólisis fraccionado
y total de estos péptidos para identificar los aminoácidos
En
primer lugar, Sanger consiguió fraccionar la molécula de
insulina en sus dos cadenas. Para ello, aprovechó el hecho de que
los puentes disulfuro entre las mismas se pueden romper selectivamente
por oxidación con acido perfórmico.
Después
Sanger separó ambas cadenas por electroforesis. Demostró que una cadena se iniciaba con glicocola, mientras que la segunda se iniciaba
por fenilalanina.
Sanger
se concentró inicialmente sobre la cadena de glicocola. Sometiendo
la cadena a hidrólisis parcial, marcando los fragmentos peptídicos
con DNP, separando los mismos y analizándolos en busca de secuencias
iguales en los diferentes fragmentos, Sanger y sus ayudantes demostraron
que la secuencia inicial de la cadena de glicocola era:
glicocola-isoleucina-valina-ácido
glutámico-ácido glutámico
Procediendo
de esta manera, Sanger llegó a conocer la secuencia completa
de la cadena de glicocola.La
cadena de fenilalanina, con 30 aminoácidos era, con gran diferencia,
el polipéptido más complejo cuyo análisis se había
intentado jamás. Sanger abordó
el problema empleando la misma técnica que la utilizada para
la cadena de glicocola, pero además, empleó enzimas proteolíticas
que cortan los polipéptidos de forma selectiva.
En
un año de trabajo, Sanger consiguió indentificar y situar
los aminoácidos de la cadena de fenilalanina. Tampoco fue fácil
averiguar como se situaban los puentes disulfuro entre las dos cadenas.
Sin
embargo, Sanger y sus colaboradores encontraron la forma de hidrolizar
las cadenas
manteniendo intactos estos puentes. El análisis de los aminoácidos
unidos los puentes permitió, en último término
llegar a la estructura de la insulina.
Por
esta magnífica proeza, Sanger recibió el premio Nobel de
medicina en 1955
Se
necesitaron 12 años más para descubrir que la insulina se
excreta y se almacena como proinsulina, inactiva, que se escinde a insulina
activa con sus cadenas y a un resto llamado péptido C y hasta la
década de los 70 no se conoció con exactitud su estructura
tridimensional. |