Farmacocinética:
después de su administración oral el metoprolol es rápida
y casi completamente absorbido por el tracto digestivo. Sin embargo, al
experimentar un importante metabolismo de primer paso, solo el 50% del
mismo alcanza la circulación sistémica sin alterar. La presencia
de alimento en el estómago aumenta la cantidad de metoprolol absorbida.
Los efectos hipotensores aparecen en los primeros 60 minutos después
de la administración y los máximos efectos hipotensores
se obtienen al cabo de una semana. Después de la administración
intravenosa, la máxima respuesta hipotensora se observa a los 20
minutos, siendo los niveles plasmáticos entre 2 y 2.5 veces los
obtenidos con una dosis de una formulación oral convencional. Las
formulaciones de acción sostenida producen unas concentraciones
pico más baja y más retrasadas.
El metoprolol
se distribuye ampliamente por todo el organismo siendo capaz de atravesar
la barrera placentaria y la barrera hematoencefálica. También
es excretado en la leche materna. Aunque el metoprolol no se une extensamente
a las proteínas del plasma, sus efectos hipotensores permanecen
al menos un mes después de la discontinuación del fármaco,
posiblemente debido a que el fármaco se fija extensamente a algunos
tejidos.
El metabolismo
del metoprolol tiene lugar preferentemente en el hígado y depende
del polimorfismo genético que determina la velocidad de hidroxilación
en el hígado. En la mayoría de los pacientes, esta hidroxilación
es relativamente rápida, siendo la semi-vida del metoprolol nativo
en el plasma de 3 a 4 horas. Sin embargo, en los metabolizadores lentos,
la semi-vida es de unas 7 horas. El metoprolol se excreta en la orina,
en su mayor parte de forma de metabolitos, siendo el 95% de dosis eliminada
por filtración glomerular
INDICACIONES
Y POSOLOGIA
Tratamiento
de la hipertensión
Administración
oral
- Adultos:
las dosis de metoprolol debe ser individualizadas. Usualmente, el tratamiento
se debe iniciar con 100 mg/día en dosis únicas o divididas
con las comidas o inmediatamente después. El metoprolol se puede
administrar como monoterapia o asociado a un diurético, generalmente
la hidroclorotiazida. Las dosis de metoprolol se pueden aumentar a intervalos
de una semana hasta alcanzar el control óptimo de la presión
arterial. Las dosis efectivas más usuales oscilan entre 100 y
450 mg/día.
- Ancianos:
las mismas dosis que los adultos, teniendo en cuenta que esta población
responde de manera impredecible a los beta-bloqueantes
Tratamiento del infarto agudo de miocardio
Administración
intravenosa + administración oral
- Adultos:
el tratamiento se inicia con tres bolos intravenosos de 5 mg/bolo cada
dos minutos. Quince minutos después de la última dosis
intravenosa, se administra una dosis oral de 50 mg cada 6 horas durante
48 horas. La dosis de mantenimiento es de 50-100 mg dos veces al día
- Ancianos:
en principio, las mismas dosis que los adultos. Sin embargo, los ancianos
muestran respuestas impredecibles a los beta-bloqueantes
Prevención
de recidivas de infartos:
Administración
oral
- Adultos:
inicialmente 100 mg dos veces al día durante un mínimo
de tres meses. La dosis de mantenimiento es de 50 a 10 mg dos veces
al día. El tratamiento de mantenimiento se deba mantener de 1
a 3 años
Tratamiento
de la angina crónica estable:
Administración
oral:
- Adultos:
la dosis usual es de 50 mg dos veces al día. Esta dosis se puede
aumentar progresivamente a intervalos de una semana hasta obtener la
respuesta clínica deseada o hasta que la bradicardia es muy pronunciada.
Las dosis efectivas oscilan entre 100 y 400 mg/día.
Tratamiento
de la angina inestable:
Administración
intravenosa + administración oral
- Adultos:
las guías clínicas recomiendan 5 mg en un bolo lento cada
5 minutos hasta una dosis inicial de 15 mg, seguidos a las 1-2 horas
de 25 a 50 mg por vía oral cada 6 horas. Algunos autores sugieren
dosis más pequeñas, o sea de 1 a 2.5 mg en los bolos intravenosos
y 12.5 mg cada 6 horas por vía oral 1-2 horas después
del tratamiento intravenoso. El tratamiento intravenosos se debe utilizar
solamente en los pacientes de alto riesgo
Tratamiento
del temblor esencial:
Administración
oral:
- Adultos:
inicialmente 50 mg una vez al día. La dosis puede ser aumentada
a intervalos de una semana hasta la dosis máxima de 300 mg/día.
En el caso de administrarse una formulación de liberación
sostenida, las dosis recomendadas son 100 mg inicialmente, pudiéndose
aumentar hasta los 400 mg/día
Para la prevención de las migrañas
Administración
oral
- Adultos:
inicialmente 25 mg dos veces al día. Si es necesario, las dosis
se pueden aumentar hasta 250 mg/día. En el caso de administrarse
metoprololol de liberación sostenida, se recomiendan dosis iniciales
de 50 mg aumentando a 200 mg/día si fuera necesario
Tratamiento
de la insuficiencia cardíaca congestiva o de la cardiomiopatía
idiopática
Metoprolol
formulación estándar:
Administración
oral:
- Adultos:
se ha estudiado un régimen de tratamiento de 5 mg dos veces al
día con aumento de las dosis hasta 100-150 mg en 2 o 3 administraciones
(dosis media 108 mg/día). Los pacientes, con cardiomiopatía
idiopática dilatada mostraban una fracción de eyección
< 40%. Después de un seguimiento de 12 a 18 meses, la reducción
de muerte o de necesidad de trasplante se redujo en un 34%
- Niños:
se han utilizado dosis de 0.1 mg/kg dos veces al día que se fueron
incrementando gradualmente hasta 0.9 mg/kg/día. En este estudio,
los niños habían sido tratados previamente con digoxina,
diuréticos e inhibidores de la ECA sin resultados sintomáticos
ni ecográficos. En un periodo de seguimiento de 12 meses, el
metoprolol mejoró significativamente la fracción de eyección
Metoprolol
de liberación sostenida:
- Adultos:
las dosis de 12.5 mg o 25 mg una vez al día. (en función
de la clasificación NYHA) con una dosis máximas de 200
mg/día. redujeron en un 35% la mortalidad en comparación
con el placebo. (estudio MERIT-HF)
Dosis máximas
recomendadas
- Adultos:
400 mg/día para las formulaciones de liberación sostenida
y 450 mg/día para las formulaciones estándar
- Ancianos:
400 mg/día para las formulaciones de liberación sostenida
y 450 mg/día para las formulaciones estándar
- Niños
y adolescentes: no existen pautas de tratamiento para estos pacientes
Pacientes
con insuficiencia hepática: debido a que el metoprolol se metaboliza
en el hígado, puede ser necesaria una reducción de la dosis.
Sin embargo, no existen pautas de tratamiento para estos pacientes
Pacientes
con insuficiencia renal: no son necesarios reajustes en la dosis. En los
pacientes bajo hemodiálisis no son necesarios suplementos del fármaco,
ya que el metoprolol no es aclarado por hemodiálisis
CONTRAINDICACIONES
La
discontinuación brusca de cualquier beta-bloqueante, incluyendo
el metoprolol puede ocasionar una isquemia del miocardio, infarto y arritmias
ventriculares o una grave hipertensión, en particular en pacientes
propensos. En todos los casos, es prudente reducir progresivamente las
dosis ya que a menudo la enfermedad coronaria existe sin haber sido diagnosticada.
Los
beta-bloqueantes se deben utilizar con precaución en pacientes
con hipertiroidismo o tirotoxicosis debido a que pueden enmascarar la
taquicardia propia de estas enfermedades. Además, la retirada de
un beta-bloqueante puede desencadenar una crisis tiroidea, si bien estos
fármacos pueden ser útiles en los enfermedades relacionadas
con el tiroides
Los
beta-bloqueantes deprimen la conducción a través del nodo
AV y, por lo tanto, están contraindicados en los sujetos con bradicardia
severa o bloqueo AV. En general estos fármacos no se deben utilizar
en pacientes con shock cardiogénico o con insuficiencia cardíaca
congestiva ya que sus propiedades inotrópicas negativas podrían
reducir el gasto cardíaco. Sin embargo, en determinadas ocasiones
algunos beta-bloqueantes pueden ser útiles administrándose
en dosis pequeñas. En el tratamiento del infarto de miocardio los
beta-bloqueantes están contraindicados en el caso de que el pacientes
padezca hipotensión (presión arterial sistólica <
100 mm Hg)
Los
beta-bloqueantes interfieren con la glucogenolisis y pueden prolongar
los episodios de hipoglucemia en los pacientes con diabetes. Aunque este
efecto es menor pronunciado por le beta-bloqueantes beta1, todos pueden
enmascarar los signos de hipoglucemia, especialmente la taquicardia y
los temblores propios de este estad. En cambio, no interfieren con la
diaforesis y respuesta hipertensiva a la hipoglucemia. Al bloquear los
receptores beta-2 de las células pancreáticas, los beta-bloqueantes
pueden producir ocasionalmente hiperglucemia. En cualquier caso, los diabéticos
tratados con metoprolol deberán controlar cuidadosamente sus niveles
de glucemia.
Los
beta-bloqueantes selectivos beta-1 como el metoprolol pueden ser utilizados
en pacientes con asma o con otras enfermedades pulmonares obstructivas,
aunque deben ser utilizados con precaución dado que siempre existe
el riesgo de provocar un broncoespasmo, en particular si se administran
en dosis altas.
Los
pacientes bajo tratamiento con metoprolol antes o durante un procedimiento
quirúrgico que implique anestésicos generales deben ser
vigilados cuidadosamente ya que sus efectos inotrópicos negativos
pueden ser aditivos con los de los anestésicos. Se han descrito
signos de insuficiencia cardíaca e hipotensión durante la
cirugía en pacientes tratados con beta-bloqueantes. En estos casos,
se recomienda discontinuar el metoprolol al menos 2 días antes
de la operación
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