DESCRIPCION
La
cafeína es una xantina de origen natural, presente en el café,
utilizada como estimulante del sistema nervioso central o como estimulante
respiratorio. También se utiliza como diurético suave. Otros
derivados xantínicos incluyen la teofilina, que se utiliza como broncodilatadora
y la teobromina, compuesto que se encuentran en el cacao y el chocolate. La
cafeína se encuentra en muchas bebidas y refrescos. A menudo la cafeína
se combina con analgésicos o derivados del alcaloide ergotamina para
el tratamiento de la migraña y otros tipos de cefalea. La cafeína
también se comercializa en productos utilizados para tratar el mareo
o obesidad.
Clínicamente
se utiliza tanto por vía oral como parenteral como estimulante respiratorio
en neonatos con apnea de prematuridad. La cafeína reduce la frecuencia
de los episodios apneicos entre un 30-50% en las 24 horas siguientes a su
administración. La cafeína se prefiere a la teofilina en los
neonatos debido a la facilidad de una administración una vez al día
y la de una ventana terapéutica bastante amplia. En algunos países
también se prescribe por vía parenteral para el tratamiento
de la apnea de los prematuros.
Mecanismo
de acción: la cafeína es un estimulante directo y moderado
del sistema nervioso central y también estimula el corazón y
el sistema cardiovascular. Le teofilina, estructuralmente parecida, comparte
algunas de sus propiedades y se utiliza ampliamente en el tratamiento de enfermedades
pulmonares. Tanto la cafeína como la que teofilina son estimulantes
del sistema nervioso central siendo la segunda mucho más potente que
la cafeína, particularmente a altas concentraciones.
La
cafeína también estimula el centro respiratorio medular y relaja
el músculo bronquial liso. También estimula el músculo
voluntario y la secreción gástrica de ácido, aumenta
el flujo sanguíneo renal y tiene propiedades diuréticas moderadas.
Mientras que las respuestas clínicas a la cafeína son bien conocidas,
los mecanismos celulares son bastante inciertos. Se han propuesto varias teorías:
a altas concentraciones la cafeína interfiere con la captación
y el almacenamiento del calcio por el retículo sarcoplásmico
del músculo estriado. Esta acción explicaría los efectos
de la cafeína sobre el músculo cardíaco y esquelético
pero no parece que las concentraciones necesarias se obtengan después
de dosis clínicas. Actualmente se cree que las xantinas actúan
como antagonistas de lo receptores de adenosina. La inhibición de las
fosfodiesterasas y la acumulación subsiguiente de nucleótidos
cíclicos tampoco parece que sea posible a las concentraciones clínicas.
La
adenosina actúa como un autacoide, y dado que prácticamente
todas las células contienen receptores para la adenosina, los efectos
clínicos son muy complejos. Inhibe la liberación de neurotransmisores
y sus efectos pre- y post-sinápticos. El antagonismo de lo receptores
de adenosina por la cafeína podría de esta manera promover la
liberación de neurotransmisores, explicando los efectos estimulantes
de la cafeína. Recientemente se ha descrito un síndrome asociado
a la a la abstención a la cafeína. Es posible que las manifestaciones
de la abstención a la cafeína sean secundarias a la depresión
de las catecolaminas o de un neurotransmisor.
Los
siguientes mecanismos de acción han sido descritos para la acción
de la cafeína en la en apnea de los prematuros: una estimulación
de centro respiratorio, un aumento de la ventilación, una disminución
del umbral a la hipercapnia, un aumento del tono del músculo esquelético,
una disminución de la fatiga del diafragma, un aumento del metabolismo,
y un aumento del consumo de oxígeno. Todas estas acciones parecen estar
relacionadas con un antagonismo a los receptores de la adenosina.
Farmacocinética:
la cafeína se administra por vía oral o intravenosa. Después
de su administración oral las concentraciones máximas se alcanzan
entre los primeros 50 y 75 minutos. En los neonatos la administración
de cafeína ocasiona unas concentraciones pico a las 0.5-2 horas. El
alimento no afecta la disponibilidad de la cafeína. Las concentraciones
plasmáticas y terapéuticas suelen ser de 2 a 25 mg/L en los
adultos. En el tratamiento de la apnea de los prematuros las concentraciones
son de 13 a 25 mg/L litro, aunque en algunos casos pueden ser necesarios niveles
de de 26 a 40 mg/L litro para obtener una reducción en los episodios
apneicos.
La
cafeína se distribuye rápidamente a todos los tejidos corporales
y cruza fácilmente la barrera de hematoencefálica y placentaria.
También se distribuye en la leche. Se une aproximadamente en 36% a
las proteínas del plasma. En los adultos, la cafeína se metaboliza
parcialmente en el hígado mediante reacciones de desmetilación
que dependen de la isoenzima del citocromo P-450. Los metabolitos principales
son la 1-metil xantina, y 7-metilxantina. En los neonatos, el metabolismo
de la cafeína está limitado debido a la inmadurez de los sistemas
de enzimas hepáticos. Es interesante destacar que en los neonatos se
produce una interconversión de que teofilina a cafeína.
La
cafeína y sus metabolitos se eliminan en la orina. La semi vida plasmática
es de 3 a 7 horas en los adultos. En los neonatos la semi vida plasmáticas
puede variar entre 65 y 100 horas y la fracción de cafeína eliminada
sin cambiar en la orina es del 86% en los seis primeros días. Los niños
pequeños tienen una semi-vida plasmática de cafeína de
tres a cuatro días. A los nueve meses, la semi-vida plasmática
y la eliminación urinaria es la misma que la de los adultos. El metabolismo
de la cafeína por el citocromo P-450 es inhibida en los niños
lactantes mientras que la alimentación artificial no parece afectar
el metabolismo.
Se
desconoce la fármacocinética de la cafeína en el neonato
con disfunción renal o hepática.
INDICACIONES
Y POSOLOGIA.
Para
el tratamiento y la prevención de los mareos o la fatiga:
Administración
oral:
- Adultos:
se recomiendam dosis orales de 100 a 200 mg por vía oral intervalos
de tres a 4 horas. No se deben exceder ha al los 1.000 mg en un período
de 24 horas.
- Niños:
No se recomienda la cafeína en niños de menos de doce años
en esta indicación.
Tratamiento de la apnea del neonato en los prematuros:
Adminisitración
intravenosa
- Neonatos:
las dosis recomendadas son inicialmente de 10 a 15 mg/kg por vía
intravenosa en una sola dosis. La dosis de mantenimiento será de
2.5 mg/kg kilo y día debiendo ser ajustada según la respuesta
clínica. La dosis de mantenimiento puede oscilar entre 2,5 y 4 mg/kg
una vez al día comenzando 24 horas después de la primera dosis.
No se ha establecido la seguridad y eficacia de la cafeína administrada
durante períodos superiores a los 12 días.
Advertencia:
debe comprobarse
que la solución de cafeína para administración i.v. está
desprovista de benzoato sódico como preservativo, ya que este conservante
puede producir ictericia. Tampoco se debe utilizar soluciones que lleven alcohol
bencílico como preservativo ya que los neonatos esta sustancia puede
provocar alteraciones neurológicas, hipotensión y acidosis metabólica.
Tampoco ha sido establecida su eficacia en la profilaxis del síndrome
de la muerte súbita del bebé o administrada previamente a la
extubación de niños ventilados mecánicamente.
CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES
La
cafeína es un estimulante del sistema nervioso central que se debe
usar con precaución en pacientes psiquíatricos, en particular
en los que padezcan ansiedad o pánico. Los pacientes con insomnio deben
evitar el consumo de cafeína, ya que esta sustancia puede agravar el
insomnio, en particular si se consume poco antes de acostarse.
Los
efectos cardíacos de la cafeína incluyen efectos inotrópicos
positivos y aumento de la frecuencia cardíaca por lo que se debe utilizar
con precaución en pacientes con enfermedades cardiovasculares, en particular
con angina o historia de arritmias cardíacas. Tampoco debe ser consumida
en los primeros días después de un infarto de miocardio y los
pacientes con hipertensión deben limitar su consumo. En dosis elevadas,
la cafeína puede inducir convulsiones, debiendo ser utilizada con precaución
en pacientes con historia de epilepsia.
La
cafeína se metaboliza en el hígado y se debe usar con precaución
en sujetos con insuficiencia hepática. La reducción del aclaramiento
de esta sustancia puede producir efectos tóxicos, siendo este efecto
particularmente importante en neonatos cuyo metabolismo hepático no
es completamente funcional. De igual forma, una insuficiencia renal puede
reducir o retardar su eliminación. En los neonatos, se recomienda la
monitorización de los niveles plasmáticos de cafeína.
En
los diabéticos, la cafeína puede producir efectos impredecibles
sobre la glucemia, bien incrementando o reduciendo los niveles de glucosa
en sangre. Se recomienda, por tanto, un consumo moderado de esta sustancia
en los diabéticos. De igual forma, en los neonatos se han observado
efectos tanto hiper- como hipoglucémicos.
La
cafeína no se debe administra a sujetos con enfermedades del tiroides
ya que sus efectos estimulantes pueden ser exacerbados por el hipertiroidismo.
La
cafeína estimula la secreción gástrica de ácido,
recomendándose a los pacientes con úlcera péptica que
reduzcan su consumo para evitar un empeoramiento de su enfermedad. De igual
forma, se recomienda una estrecha vigilancia sobre los neonatos tratados con
cafeína para detectar cualquier problema gastrointestinal (distensión
abdominal, vómitos, sangre en las heces, etc).
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