Además de los tratamientos tradicionales con analgésicos o anestésicos para aliviar la neuralgia postherpética, se han descrito muchos otros tratamientos cuya eficacia es anecdótica y que no han sido experimentados mediante los suficientes estudios clínicos controlados
Analgésicos y anestésicos locales:
Se han descrito aplicaciones locales de aspirina en crema o de aspirina micronizada suspendida en éter, aplicada sobre las lesiones. Al evaporarse el éter, la aspirina forma una costra sobre las mismas penetrando parcialmente en ellas y aliviando el dolor. Otros analgésicos utilizados son la indometacina en crema o disuelta en isopropanol.
Se han utilizado dosis de capsaicina al 0.025% aplicada tópicamente 4-5 veces al día sobre las áreas afectadas. Algunos pacientes fueron incapaces de tolerar la capsaicina debido a un ardor intolerable después de la primera aplicación del fármaco. En el 56% los pacientes que toleraron el tratamiento durante 4 semanas, el dolor post-herpético desapareció o fue aliviado considerablemente.
Los parches de lidocaína al 5% (700 mg/parche) han sido utilizados con relativo éxito en el tratamiento del dolor neuropático de diversa naturaleza, incluyendo la neuralgia post-herpética. Sin embargo no todos los autores están de acuerdo con la eficacia de este anestésico local, probablemente debido a su baja absorción a través de la piel. Es posible que la lidocaina administrada por iotoforesis o en forma de eutéctico con prilocaína sea más eficaz que los parches, si bien por el momento no existen estudios clínicos que lo demuestren
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