HIPERPLASIA BENIGNA DE PROSTATA

Variaciones de la Práctica

Los porcentajes de prostatectomías realizadas por unidad de población varían notablemente entre los diferentes países debido a las diferencias en los sistemas de politícas sanitarias. Los porcentajes de prostatectomías realizadas también varían grandemente incluso en pequeñas áreas geográficas dentro de los EE.UU (McPherson, Wennberg, Hovind et al. 1982; Wennberg, Mulley, Hanley et al, 1988). Estos porcentajes pueden variar hasta cuatro veces dentro de un área geográfica pequeña. (Barry, 1991)

Estas variaciones no son probablemente debidas a diferencias geográficas de la severidad o prevalencia de la enfermedad sino que pueden ser atribuídas a la variabilidad de las decisiones tomadas individualmente por los facultativos

La variación en la toma de decisión del médico es importante en lo que respecta a la indicación de un tratamiento de la HBP. Como se ha observado anteriormente, esta variación es debida a la incertidumbre de la literatura médica sobre la historia natural de la HBP y los resultados de los tratamientos. De igual forma, las actuales políticas de tratamiento de la HBP desarrolladas por los organismos que financian la salud pública son también diferentes en los diferentes estados.

En conjunto, el número de intervenciones que se llevan a cabo es bastante alto. Se estima que uno de cada cuatro varones estadounienses será tratado para el alivio sintomático de la HBP a la edad de 80 años (Barry, 1990, 1991). En 1990, fueron realizadas en los EE.UU aproximadamente 335.000 intervenciones quirúrgicas de HBP - en su mayor parte resecciones transuretrales de la próstata -TURPs-. La TURP es la segunda intervención en cuanto a número de casos que se lleva a cabo en Medicare, siendo sobrepasada sólo por la operación de cataratas. Los costes resultantes se estiman en 2.000 a 3.000 millones de US$ por año (Holtgreve, Mebust, Dowd, et al., 1989)

Una encuesta entre urólogos americanos reveló que la TURP representa el 38% de todos las intervenciones quirúrgicas de importancia que realizan y el 24% de su actividad total (Holtgrewe, Mebust, Dowd et al, 1989). El coste de una resección transuretral de la próstata oscila entre 998 y 1.829 dólares. El número de TURPs realizadas por cada urólogo descendió, sin embargo, desde 101 en 1962 (número de respuestas = 266) a 67 en 1986 (número de respuestas = 219).

Las tendencias demográficas pueden afectar estas cifras. La población de varones americanos de más de 65 años de edad aumentará significativamente hacia el año 2000. El impacto del envejecimiento de la población sobre los costes de la HBP es obvio. El porcentaje de prostatectomías aumenta dramáticamente con la edad (Glynn, Campion, Bouchard, et al., 1985; Arrighi, Guess, Metter et al., 1990)

Aunque los costes quirúrgicos son significativos, el creciente número de tratamientos no quirúrgicos para la HBP puede indirectamente incrementar estos costes debido a los costes adiciones de retratamiebto. Algunos pacientes elegirán inicialmente tratamientos no quirúrgicos, pero algunos continuarán experimentando eventualmente una TURP. Más aún, la disponibilidad de nuevos tratamientos con menos efectos secundarios hará que muchos más sujetos se decanten hacia este tipo de tratamiento. Esta tendencia ha sido fomentada por la campañas publicitarias diseñadas para aumentar el número de enfermos que pidan tratamiento. Un grupo inversor (Shearson, Lehman and Hutton) predice que el porcentaje de población que eligirá ser tratada de HBP aumentará del 15 al 75% entre los años 1990 y 1995, incrementando el número total de enfermos tratados al año desde 450.000 a 2.1 millones (McCarthy y Willard, 1990). Sin embargo, el mismo grupo ha sugerido que el porcentaje de enfermos tratados quirúrgicamente caerá en un 40%, mientras que el porcentaje de enfermos tratados con fármacos y otros sistemas presumiblemente menos caros aumentará proporcionalmente. Esta proyección puede o no ser exacta, pero demuestra claramente que los intereses industriales pueden intentar influir sobre la decisión del enfermo y del médico.

La alta prevalencia de la HBP en la población de Medicare, las variaciones geográficas inexplicables en los tipos de tratamiento y el elevado coste del mismo hacen de esta enfermedad una candidata apropiada para la redacción de una guía clínica basada en la evidencia.

Al desarrollar las recomendaciones para el diagnóstico y tratamiento de la HBP en esta guía, los miembros del panel fueron guiados ellos mismos a lo largo de sus deliberaciones por la idea de que el principal objetivo de cualquier facultativo debía ser el interés por el enfermo. La adagio básico " Primum non nocere" (sobre todo no hacer daño) es especialmente relevante para la evaluación y el tratamiento de una enfermedad que raramente es letal y que tiene una amplia variedad de efectos sobre la calidad de la vida de los sujetos que afectados por ella.

Metodología del desarrollo de la Guía

El Panel de la Guía sobre la HBP desarrolló sus recomendaciones sobre la base de:
  1. una evaluación estructurada de los beneficios y riesgos clínicos de las técnicas de diagnóstico y tratamiento y
  2. un análisis de las preferencias de los enfermos
La evaluación de los beneficios clínicos y de sus riesgos tuvo por objeto determinar que práctica produce los mejores resultados para la salud del enfermo. El análisis de las preferencias de los enfermos tuvo por objeto estratificar los tratamientos en virtud de su elección por los enfermos.

Los miembros del panel fueron convocados por la AHCPR después de que esta hiciera una encuesta entre los profesionales y organizaciones de salud. Finalmente urólogos académicos y con consulta privada, internistas, un médico de familia, un radiólogo y una enfermera de urología fueron convocados como expertos en tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos, epidemiología e historia natural, investigaciones, urodinámica y detección del cáncer. Además, una cierta variedad de consultores asesoraron al panel sobre análisis estadístico, desarrollo de la guía y análisis de costes. Los enfermos con HBP también fueron consultados mediante un formulario que fué utilizado para el análisis de preferencias. También se obtuvieron testimonios escritos de un cierto número de enfermos y de grupos médicos e industriales. Los objetivos planteados por el Panel fueron:

  • Llevar a cabo una revisión de toda la literatura disponible sobre el diagnóstico y tratamiento de la HBP
  • Describir explícitamente los resultados de cada opción de tratamiento, así como el comportamiento de los test de diagnóstico
  • Determinar el valor neto de los tests de diagnóstico y tratamiento de la HBP.
  • Evaluar las preferencias sobre tratamientos de los pacientes individuales con síntomas variados de HBP
  • Desarollar recomendaciones clínicas relevantes para asistir a los enfermos y a los médicos en la toma compartida de decisiones