DESPRENDIMIENTO DE RETINA [ICD-10: H33.0] |
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El desprendimiento de retina consiste en la separación de las capas internas de la retina del coroides y epitelio retiniano pigmentado subyacente (*) El coroides es una membrana vascular que contiene grandes células pìgmentadas embebidas entre la retina y la esclerótica. Se conocen tres mecanismos mediante los cuales se puede producir el desprendimiento de retina: la rotura de la retina, la tracción de las fibras membranosas superficiales de la retina y la exudación de material al espacio subretiniano. De estas tres variedades, el más frecuente es que se produce por un desgarro de la retina, también llamado desprendimiento regmatógeno. Al penetrar el fluido vítreo por el desgarro, se produce el desprendimiento. Los otros tipos se producen cuando un tumor o inflamación hace que un fluido seroso se acumule entre la retina y el coroides y el desprendimiento traccional tiene lugar cuando existen adhesiones entre la retina y el humor vítreo con fuerzas mecánicas que pueden producir el desprendimiento sin desgarro. Este tipo de desprendimiento de retina se observa con mayor frecuencia en las retinopatías diabéticas proliferativas, la anemia falciforme y los traumas. El desprendimiento de retina tiene una incidencia entre 1:10.000 a 1:15.000 personas, si bien la presencia de agujeros retinianos es mucho mayor. La frecuencia de esta condición es mayor entre los varones, mayores o de la tercera edad (40-70 años), y con una miopía > 6 dioptrías. La extirpación de cataratas, en particular si durante la cirugía se produjo una pérdida de humor vítreo es un factor de riesgo para el desprendimiento de retina. Aproximadamente el 15% de los pacientes que han experimentado un desprendimiento de retina en un ojo tienen tarde o temprano desprendimiento de retina en el otro ojo. Este riesgo aumenta hasta el 30% en los sujetos que han sido operados bilateralmente de cataratas. SINTOMAS CLINICOS Los primeros síntomas son la aparición de una sensación destellos o flashes y de moscas flotantes. Con el tiempo, aparece una mancha negra en la periferia del campo visual que, sin tratamiento, se extiende progresivamente hasta abarcar todo el campo visual. Ocasionalmente, los pacientes muestran una reducción de la agudeza visual y una visión distorsionada de los objetos. Si la mácula está afectada esta reducción de la agudeza visual puede ser considerable. Cuando el desgarro se produce en la región posterior, la lesión es usualmente benigna. Sin embargo, aproximadamente el 12% de los desgarros ocurren periféricamente. Lo localización del desgarro no está relacionada con el lugar en el que el paciente percibe las sensaciones ópticas. Las moscas flotantes son un fenómeno bastante corriente y deben ser diferenciadas patológicamente. Cuando aparecen bruscamente y se acompañan de los destellos de luz, pueden indicar la aparición de una hemorragia del vítreo que puede ir acompañado de desgarro de retina El desprendimiento de retina se diagnóstica con facilidad mediante un examen del fondo de ojo previa dilatación pupilar (*) TRATAMIENTO El tratamiento consiste en crear una adhesión entre el endotelio pigmentario y la retina produciendo una cicatriz. Esta puede obtenerse induciendo una lesión térmica mediante láser o crioterapia. El tratamiento más sencillo y que se realiza con mayor frecuencia es la fotocoagulación. El láser ofrece la ventaja de que puede aplicarse con una gran precisión en cuanto a la localización e intensidad, causando menor ruptura de la barrera hematorretiniana que el frío. La fotocoagulación se realiza en la consulta, empleándose generalmente láser de Argón adaptado a la lámpara de hendidura y lente de tres espejos, para lo que sólo se requiere anestesia tópica. La potencia se calcula para obtener una quemadura blanco-amarillenta. Se aplican 3 ó 4 filas de impactos confluentes rodeando la rotura hasta el borde de la misma. Al cabo de 2 semanas se explora al paciente para comprobar la pigmentación de las áreas tratadas. Hay que evitar los impactos demasiado dispersos, pequeños y sobre los vasos sanguíneos, así como la potencia excesiva. Las complicaciones de la fotocoagulación aparecen en un 5 a 6% de los casos y son: nuevos desgarros, hemorragia vítrea, Pucker macular, edema macular y quemadura accidental de la fóvea. La crioterapia tiene como única ventaja permitir tratar roturas muy periféricas |
Monografía revisada el 3 de Enero de 2005. Equipo de Redacción de IQB |