VITAMINA D
La vitamina D es una vitamina esencial para la vida de los animales superiores incluyendo el hombre, siendo uno de las importantes reguladores biológicos del metabolismo del calcio y del fósforo. Conjuntamente con la hormona paratiroidea, la calcitonina y los estrógenos, la vitamina D es esencial para el mantenimiento de la homeostasia del calcio. La vitamina D no es facilitada como tal en la dieta, sino que los alimentos contienen varios precursores como el 7-dehidrocolesterol de origen animal (*) o el ergosterol (*), de origen vegetal. Cuando estas sustancias reciben radiación ultravioleta, se transforman respectivamente en colecalciferol (*) (vitamina D3) y ergocalciferol (*) (vitamina D2) que necesitan aún otra biotransformación para llegar a las formas activas de la vitamina D, la 1a,25-dihidroxivitamina D3 y la 1a-25-dihidroxivitamina D2 Los estudios realizados en las últimas décadas han puesto de manifiesto que la 1a,25-dihidroxivitamina D3 (calcitriol) es el metabolito con mayor actividad vitamínica. La vitamina D y la mayor parte de los 23 metabolitos conocidos están estructuralmente relacionadas con el colesterol, así como con otras hormonas convencionales. También se ha descifrado su mecanismo de acción que, hasta cierto punto guarda una cierta similitud con el de las hormonas como el cortisol, la testosterona o el estradiol. Las pro-vitaminas D se absorben en el intestino conjuntamente con los lípidos mediante una difusión a través de micela y es captada por los quilomicrones del sistema linfático del intestino. Seguidamente es transferida a la sangre mediante una proteína transportadora DBP (vitamin D-Binding-Protein) o transcalciferina (*). Aproximadamente el 50% del aporte de vitamina D en la dieta se absorbe de esta forma. La vitamina D es transportada a los tejidos periféricos, almacenándose en los lípidos de muchos tejidos. A diferencia de otras vitaminas lipidosolubles, la vitamina D prácticamente no se almacena en el hígado. Desde sus puntos de almacenamiento, la vitamina D es transportada a las células que la necesitan, uniéndose de forma muy específica a unos receptores nucleares llamados receptores para la vitamina D (nVDr) Las provitaminas D son activadas mediante dos hidroxilaciones secuenciales que tienen lugar en el hígado y los riñones (*) La primera produce la 25-hidroxivitamina D3, 5 veces más activa que el producto de partida. Esta es la forma más abundante en el plasma. En los riñones, se produce la segunda hidroxilación dando el calcitriol, 10 veces más activo. La activación metabólica de la vitamina D es desencadenada por la hormona paratiroidea |
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La vitamina D está implicada en un amplio número de procesos endocrinos y metabólicos, siendo el uno de los más importantes el mantenimiento de la homeostasia del calcio y del fósforo y en la diferenciación celular. La vitamina D transportada por la DPB es liberada en la membrana celular que atraviesa para fijarse a los receptores citoplasmáticos o nucleares para la vitamina D. Estos receptores están presentes en muchos las células de muchos tejidos, incluyendo células tumorales. La unión de la vitamina a su receptor puede desencadenar bien una activiación génetica mediante la cual se expresan diferentes proteínas tanto celulares como extracelulares, bien una represión que impide la duplicación del DNA y que bloquea la transcripción (*). En el hueso, en conjunción con la hormona paratiroidea y los estrógenos regula la movilización y depósito del calcio y del fósforo En los riñones, la vitamina D aumenta la resorción tubular del calcio y del fósforo con objeto de mantener el calcio plasmático dentro de un estrecho margen de concentraciones. En las condiciones que finalizarían en hipocalcemia, la vitamina D estimula la absorción entérica de las sales de calcio, reduce la excreción renal de este catión y moviliza calcio desde los huesos. Por el contrario, en caso de hipercalcemia, la vitamina D produce una inhibición de la producción del metabolito activo y, en conjunción con la calcitonina excretada por la glándula tiroides suprime la movilización de calcio del hueso y aumenta su excreción renal. Se conocen al menos 50 genes cuya expresión depende o está mediatizada por la vitamina D, muchos de ellos no implicados en el metabolismo óseo (*) La vitamina D es, a menudo expresada en Unidades Internacionales, aunque se prefiere utilizar los mg de vitamina D3. Una unidad de vitamina D2 es equivalente a 0.025 mg y 1 mg de vitamina D3 equivale a 40 UI de vitamina D3. Los requerimientos de vitamina D, de acuerdo con las últimas recomendaciones del Instituto de Medicina, Alimentos y Nutrición de los EE.UU, son de 2.5 mg/dia para prevenir un raquitismo por deficiencia de esta vitamina. En los niños y adolescentes se recomiendan 5 mg/día. Los adultos de más de 50 años deben aumentar su ingesta hasta 10 mg/día e incluso de 15 mg/dia a partir de los 70 años. Las máximas cantidades diarias tolerables son de 25 mg/día para los niños y de 50 mg/día para los adultos. En la mayoría de los casos, los aportes de vitamina D en la dieta son suficientes. Los alimentos más ricos en vitamina D son los pescados (bacalao, salmón, sardinas, ostras, etc), el hígado de vaca o ternera, los huevos, la leche y el queso. Los suplementos de vitamina D sólo son necesarios para aquellas personas que estén alejadas crónicamente del sol como los trabajadores nocturnos o las personas que viven en latitudes muy nórdicas. |
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Enfermedades asociadas a un déficit de vitamina D El déficit de vitamina D produce varias enfermedades, incluyendo el raquitismo, la osteomalacia y la osteoporosis. Puede deberse a un reducido aporte de esta vitamina en la dieta, a una insuficiente exposición a la luz solar o a una serie de factores que afectan de forma negativa la producción de la 1,25-(OH)2 D3 (*)
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Toxicidad La hipervitaminosis D es una intoxicación progresiva que varía según la susceptibilidad de los individuos y que puede aparecer si se sobrepasan las dosis máximas diarias recomendadas. Se caracteriza por una elevación de los niveles séricos de calcio y fósforo y por calcinosis de los tejidos blandos como el riñón, corazón, pulmones e incluso la membrana timpánica produciendo sordera. Muchos de los pacientes muestras naúseas y vómitos |
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REFERENCIAS
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