ABSCESO CEREBRAL [ICD-10: G06.0] |
El absceso cerebral es una acumulación de pus en el parénquima por infección del tejido cerebral (*). El absceso cerebral es relativamente raro, siendo su incidencia de 1 por cada 10.000 ingresos hospitalarios. Es más frecuente en las primeras décadas de la vida, sobre todo en las mujeres. Los gérmenes que dan origen a los abscesos son diversos (*) dependiendo de que el paciente esté inmunodeprimido o no (*) Se pueden producir por contigüidad, por metástasis, tras traumatismos, tras cirugía craneal o ser de origen desconocido:
La formación del absceso se produce en cuatro etapas:
Los síntomas consisten en intensa cefalea progresiva, fiebre, náuseas y vómitos, somnolencia y convulsiones. En ocasiones puede observarse meningismo. Generalmente el paciente presenta un síndrome infeccioso (50-65%), un síndrome de hipertensión endocraneana (70-90%), crisis convulsivas (40~50%) y un síndrome focal neurológico, en el que las manifestaciones más frecuentes son la afasia, los trastornos visuales y los trastornos de la marcha. No existen manifestaciones neuropsicológicas características de la enfermedad. El examen neuropsicológico muestra, en algunos casos, deterioros focales o difusos que dependen de las secuelas del proceso. El diagnóstico se obtiene inequívocamente mediante RM y TC cerebrales que son claramente demostrativas y permiten seguir el curso evolutivo del desarrollo del absceso. La TC cerebral muestra básicamente áreas de baja densidad y edema perilesional (*). La RMN muestra masas localizadas (*) Por el contrario, el EEG tiene poca utilidad diagnóstica. Tratamiento El tratamiento farmacológico se lleva a cabo sólo en abscesos de tamaño reducido (menos de 3 cm), aparición múltiple, inaccesibilidad quirúrgica, en las cerebritis y cuando el paciente presente trastornos de coagulación que contraindican una intervención quirúrgica. El tratamiento suele ser de 6 a 8 semanas con antibióticos de amplio espectro que atraviesen la barrera hematoencefálica. Si se desconoce el germen causal, el tratamiento empírico es la combinación de vancomicina (1 g/12 h, endovenosa) y metronidazol (500 mg/6 h, oral). Si el origen es ótico (estreptococos spp, Proteus spp, Bacteroides fragilis, Pseudomonas aeruginosa) se recomienda una cefalosporina de tercera generación asociada a metronidazol. La utilización de corticoides aunque controvertida puede realizarse (dexametasona 0,15 mg/kg/6 h endovenosa) durante un corto período de tiempo, (48-72 h). El tratamiento quirúrgico de los abscesos capsulados debe realizarse siempre precozmente, mediante punción y drenaje, controlado por ecografía o por estereoataxia, o bien procediendo directamente a la exéresis del absceso. El pronóstico de los abscesos ha mejorado en los últimos años reduciéndose la tasa de mortalidad a cifras inferiores al 10%. De un 30 a un 55% de los pacientes presentan alguna secuela, siendo las más frecuentes las crisis convulsivas. En algunos casos se observa deterioro de las funciones superiores, en particular cuando el absceso se desarrolla en edades tardías. |
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REFERENCIAS
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Monografía revisada el 29 de Diciembre de 2014. Equipo de Redacción de IQB | ||
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