Infarto
lacunar: presentan un cuadro típico (déficit motor o
sensitivo puro, hemiparesia-ataxia o disartria). Constituye el 25%
de los casos, es debido a la lipohialinosis y su pronóstico
es bueno)
Infarto
de la circulación posterior: en un déficit neuronal
focal que incluye parálisis ipsilateral de los nervios craneales
con déficit motor y/o sensitivo contralateral o bilateral,
alteración de los movimientos conjugados de los ojos o alteración
aislada del campo visual. Constituyen el 25% de los infartos y suele
deberse a trombosis cerebral.
Los
infartos extensos cortico-subcorticales se producen por oclusión
de las grandes arterias (carótidas o vertebrales, cerebrales
anterior, media o posterior y cerebelosas superior, antero-inferior
o póstero-inferior). Siguen el patrón anatómico
del territorio de distribución de cada arteria.
Los
infartos lacunares son debidos a la oclusión de las arterias
perforantes dirigidas hacia los ganglios basales, cápsula interna
o tronco cerebral.
Los infartos intracorticales se producen por oclusión de pequeños
vasos. Son infartos diminutos situados en la corteza cerebral, a la
que dan un aspecto irregular (atrofia granular).
Los
infartos lamilaes y por hipoperfusión no siguen territorios
arteriales sino que se producen en las áreas del cerebro más
sensibles a la hipoxia