DESCRIPCION En 1954 Berardinelli describió dos casos de un desórden autosómico recesivo originado en niños caracterizado por lipodistrofia total, hepatomegalia e intolerancia a la glucosa. Posteriormente, Seip (1971) ha descrito otros 42 casos en 31 familias. Otros casos han sido observados recientemente en Omán en varias familias. A pesar de la normal alimentación de los sujetos se observa una ausencia generalizada de tejido adiposo subcutáneo, perirenal, retroperitoneal, epicárdico y mamario que se muestra desde una edad temprana (*). Los músculos aparecen prominentes debido a la ausencia de grasa. La enfermedad está asociada a una hipertrigliceridemia extremadamente alta, lo que puede contribuir al desarrollo, con cierta frecuencia, de una pancreatitis aguda. La hepatomegalia puede ser secundaria a la infiltración de grasas, produciéndose necrosis y cambios fibróticos. Las mujeres afectadas muestran los mismos signos que en el síndrome del ovario poliquístico, con hiperandrogenismo y menstruaciones irregulares. Algunos pacientes muestran un cierto retraso mental y son frecuentes enfermedades siquiátricas. En los primeros 4 o 5 años es frecuente un crecimiento óseo acelerado con cerramiento prematur de las hipófisis y, por tanto, una corta estatura. La intolerancia a la glucosa acompañada por una importante resistencia a la insulina puede conducir a una diabetes en toda regla, por lo cual, a este síndrome también se le conoce como diabetes lipodistrófica. La diabetes se desarrolla usualmente en la segunda década de la vida, con hipertensión portal y cirrosis. La prognosis es bastante pobre No se conoce la etiología de este desorden y no se sabe si la falta de acumulación de grasa se debe a una síntesis defectuosa de los triglicéridos o un aumento de la lipolisis. Mientras que hay informes de un aumento de la lipolisis, otros investigadores han mostrado que la semi-vida plasmática del palmitato marcado inyectado intravenosamente aumenta, lo que sugiere un defecto en la lipogenesis. Otros estudios han demostrado que existen adipocitos, pero que estos son inmaduros y contienen pocos lípidos intracelulares y se ha comprobado por resonancia magnética la existencia de depósitos grasos en las órbitas oculares, palmas de las manos y regiones periarticulares y epidurales. No se han detectado mutaciones en el gen del receptor insulínico en los casos en los que estas han sido investigadas, ni tampoco alteraciones genéticas de otros posibles genes candidatos (en particular del gen de la lipasa hormonodependiente o del receptor b3-adrenérgico). Parece ser más bien que la resistencia insulínica es consecuencia de un medio metabólico profundamente alterado por otras causas. Esta última hipótesis viene apoyada por el hecho de que en el modelo de ratón transgénico lipodistrófico (modelo en el que existe una hiperexpresión del gen de un factor de transcripción implicado en la adipogenesis -el factor SREBP 1c-) se desarrolla resistencia a la insulina y diabetes. |
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REFERENCIAS
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Monografía revisada el 16 de Junio de 2010. Equipo de Redacción de IQB | ||
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