ACONDROPLASIA [ICD-10: Q77.4] |
La acondroplasia es un desorden hereditario bastante frecuente observándose entre 1/15.000 a 1/40.000 nacidos vivos. Pertenece al grupo de enfermedades denominado condrodistrofias o anomalías en la osificación de los cartílagos. Aunque la acondroplasia es hereditaria con carácter autosómico dominante, la mayor parte de los casos se deben a mutaciones espontáneas del gen que codifica el receptor para el factor de crecimiento fibroblástico 3 (FGFR3). Si uno de los padres padece acondroplasia, el hijo tiene un 50% de probabilidades de padecer la enfermedad. Si ambos padres la padecen, las probabilidades aumentan hasta un 75%. Las características más típicas de este desorden son una cabeza normal o incluso mayor de lo normal, unos brazos y piernas cortos (especialmente los muslos y la parte proximal de los brazos) y un tronco normal y una marcha bamboleante. El diagnóstico de la acondroplasia se consigue mediante una combinación de características clínicas y radiológicas. Las pruebas genéticas sobre el gen FGFR3 (en el locus cromosómico 4p16) detectan el 99% de los casos, pero en la mayor parte de los casos no son necesarias para diagnosticar tanto a niños como a adultos. Sin embargo, son útiles en el caso de recién nacidos o en casos atípicos o prenatales. Diagnóstico clínico: las características clínicas de la acondroplasia son las siguientes:
Los hallazgos radiológicos en los niños consisten en estrechamientos de la distancia interpedicular de la espina caudal, surco sacroilíaco y asiento de las metáfisis femorales con forma circunfleja (*) Pruebas genéticas Más del 99% de los casos de acondroplasia es originado por dos mutaciones diferentes en el receptor del FGG3. En el 98% de los casos la mutación es una sustitución Gly380Arg producida por un cambio de C por A en el nucleótido 1138. En el 1% de los casos, la mutación es un cambio puntual de G por C en el nucleótido 1138. El test de mutación directa para la acondroplasia que identifica ambos cambios está disponible con lo que se consiguen confirmar el 99% de los casos Otras mutaciones Otros fenotipos asociados a mutaciones del FGFR3 incluyen la hipocondrodisplasia, la craneosinostosis, la displasia tanatofórica y la displasia de SADDAN. Esta última es un desorden extremadamente raro (sólo se han descrito hasta la fecha 3 casos) que se caracteriza por una estatura extremadamente corta, con tibias muy arqueadas y acantosis nigricans. Estos pacientes padecen una apnea temporal que requiere ventilación asistida Además de las características antes señaladas, los sujetos con acondroplasia muestran una hiperextensibilidad de las rodillas y de otras articulaciones. La inteligencia es usualmente normal. La estatura media para un adulto varón es de 131±5.6 cm y para una mujer adulta de 124±5.9 cm. Durante la infancia es normal una cierta hipotonía y los pacientes suelen mostrar dificultades para sostener sus cabezas debido a su tamaño y a la hipotonía. Puede producirse megaloencefalia en sujetos con acondroplasia, pero a menos que se desarrolle hidrocéfalo u otra complicación del sistema nervioso central, la inteligencia es normal. La cabeza grande del recién nacido con acondroplasia aumente al riesgo de hemorragias intracraneales durante el parto vaginal. En algunos caso, el hidrocéfalo puede ser ocasionado por aumento de la presión venosa intracraneal debido a la estenosis de el seno sigmoide a nivel del foramen yugular. También es un problema frecuente la otitis media recurrente. Aproximadamente el 7.5% de los niños con acondroplasia muere el primer año de vida por apnea central o apnea obstructiva, que resulta de una hipoplasia de la mitad de la cara. La compresión de la base del cerebro es la causa de una función respiratoria anormal, incluyendo una apnea central. En un estudio (1), Pauli y col. observaron que el 10% de los niños mostraban compresión en la zona craneo-cervical con anormalidades de la médula espinal. Todos los niños que fueron sometidos a cirugía para eliminar dicha compresión mostraron una mejora neurológica significativa. Los predictores de la necesidad de una descompresión suboccipital son la hiperreflexia de los miembros inferiores, clonus, hipoapnea de origen central y tamaño del foramen magno disminuido. Una de los problemas más significativos de la acondroplasia es la obesidad que, en los adultos, agrava la morbilidad asociada a la estenosis lumbar y contribuye probablemente a la mortalidad derivada de complicaciones cardiovasculares. La obesidad se manifiesta claramente cuando la estatura llega a los 75 cm, siendo la razón peso/estatura muy superior en los sujetos con acondroplasia que en los sujetos normales (2). En muchos casos, los sujetos padecen de una estenosis sintomática de la espina que requiere una intervención quirúrgica. Aparte la estenosis espinal, los adultos con acondroplasia no experimentan otras complicaciones médicas específicas. Se ha insinuado un aumento del riesgo de una muerte súbita entre la cuarta y quinta décadas, pero se desconocen las causas de este aumento (3) DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Aunque se conocen más de 100 displasias esqueléticas que pueden ocasionar una estatura corta, la mayoría son extremadamente raras y tienen características clínicas y radiológicas que las distinguen fácilmente de la acondroplasia. A diferencias de otras displasias esqueléticas, la acondroplasia se encuentra presente en el momento del parto pero no está asociada a insuficiencia respiratoria. Otras condiciones que pueden ser confundidas con la acondroplasia son la hipocondroplasia severa (también ocasionada por una mutación en el gen para FGFR3) y la condrodisplasia metafísea tipo McKusick TRATAMIENTO Las siguientes recomendaciones han sido publicadas por el " American Academy of Pediatrics Committee on Genetics (1995)" para el tratamiento de los niños con acondroplasia:
El tratamiento de la apnea obstructiva del sueño puede incluir una adenotonsilectomía, reducción del peso y presión positiva continua de las vías aéreas mediante una máscara nasal. En casos externos, puede incluso recurrirse a la traqueotomía. Algunos autores han propuesto la administración de hormona del crecimiento aunque esta medida es objeto de controversia dado que los niveles de la hormona del crecimiento son normales con los sujetos con acondroplasia. Sin embargo, algunos estudios han demostrado un crecimiento algo mayor cuando se administra la hormona del crecimiento, especialmente durante el primer año. Pruebas prenatales Embarazo de alto riesgo: el embarazo de alto riesgo es aquel en el que ambos progenitores tienen acondroplasia. Las pruebas son las mismas que se llevan a cabo para el diagnóstico, utilizando ADN del feto extraído de las vellosidades coriónicas a las 10-12 semanas de gestación o por amniocentesis a las 16-18 semanas Embarazo de bajo-riesgo: los exámenes ecográficos rutinarios pueden identificar miembros anormalmente cortos en el feto, aumentando la posibilidad de una acondroplasia. Sin embargo, estos hallazgos solo son aparentes en el tercer trimestre del embarazo. También puede analizarse el DNA fetal extraído por amniocentesis. Se recomienda la cesárea para extraer los fetos con acondroplasia para reducir el riesgo de lesiones del SNC al pasar la cabeza por el conducto vaginal. |
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REFERENCIAS
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Monografía revisada el 30 de Agosto 2005. Equipo de Redacción de IQB |
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