PRURITO BRAQUIRRADIAL

Nota importante

INTRODUCCION

El prurito braquirradial es una comezón localizada en las áreas dorsolaterales de los antebrazos, poco frecuente e intermitente, que se produce sobre todo en sujetos que viven en zonas subtropicales o tropicales. Se describe como una sensación de quemadura, picazón o comezón dolorosa. Se manifiesta después de la exposición al sol y al daño neurológico. Se asocia con alteraciones de las raíces nerviosos de las vértebras cervicales C3 y C7 y con un daño que variaría desde traumatismo cervical, espondilolisis, espondilolistesis, costillas cervicales, osteoartritis, hasta tumores intramedulares de origen nervioso o vascular. Alrededor del 57% de los enfermos tiene retraso de la conducción neurológica F en los nervios cubital y mediano, 87% se exacerban con el sol. La biopsia de la piel exhibe cambios de daño actínico y espongiosis. Sin embargo, otros autores abogan por lesiones producidas por la luz solar en las terminaciones nerviosas de la piel.

La prevalencia del prurito braquirradial parece ser más elevado en los países con una elevada exposición solar pero no hay datos estadísticos al respecto. Parece ser más frecuente en las mujeres que en los hombres y entre las personas de 40 a 73 años. Solo se ha publicado un estudio en el que se sugiere que el prurito braquirradial se transmite de forma autosómica dominante.

Sintomatología

El prurito braquirradial se inicia típicamente en áreas circunscritas de la piel encima de los músculos braquirradiales Seguidamente, el área del prurito se extiendo a los hombros y a la parte superior del tórax y, distalmente hasta las muñecas, implicando las raíces nerviosas cervicales C5 -C8. Durante la noche se observa un deterioro del prurito, haciéndose más persistentes e intenso. Usualmente, el prurito braquirradial no se presenta acompañado de dermatitis, pero la mayoría de los pacientes desarrollan lesiones debidas al rascado que oscilan entre excoriaciones a un prurigo nodular

 

Etiopatología

Como se ha indicado anteriormente el origen del prurito braquirradial es objeto de discusión: por un lado, algunos lo atribuyen a la exposición crónica a la luz UV, mientras que por otro, se piensa que se debe a una implicación de las raíces cervicales.

En los países con clima templado se observa una cierta variación estacional, observándose en verano una recurrencia del prurito que alcanza un máximo al final del verano. Además, el prurito se localiza preferentemente en las áreas más expuestas al sol y por este motivo, algunos autores lo denominan prurito solar. Se ha sugerido que la exposición crónica a la luz UV induce una hiperexcitabilidad local de las fibras sensoriales de la piel. En los climas templados, el daño local inducido por el sol en verano es reversible en invierno, pero una nueva exposición a la luz produce nuevas exacerbaciones el verano siguiente. Aunque algunos estudios muestran una reducción de las fibras sensoriales de varios tipos al final del verano, estos hallazgos no explican porque el prurito braquirradial ocurre todo el año, porque el área afecta no está bien delimitada (como las reacciones de fotosensibilidad en la que las mangas delimitan la zona afectada), porque la cara no es afectada y porque este prurito no se da en los niños.

Varios autores sugieren una asociación entre las alteraciones cervicales observadas radiográficamente (espondilosis, estrechamiento de los espacios interdiscales, estrechamiento de los forámenes, costilla cervical) y el prurito braquirradial. Estas alteraciones afectarían las raíces nerviosas en C6 o en C5-C8. La veracidad de esta asociación queda acentuada por el hecho de que en la notalgia parestésica, un desorden que también cursa con prurito, se observan hallazgos radiográficos parecidos. Algunos casos aislados (p.ej un paciente con costilla cervical y procesos hipertróficos en C7 cuyo prurito desapareció después de una cirugía, o dos pacientes que desarrollaron el prurito después de lesiones espinales producidas por un accidente de circulación) apoyarían esta teoría. Sin embargo, la implicación cervical no explica el recrudecimiento del prurito en verano y muchos de los pacientes con prurito braquirradial no muestran alteraciones radiográficas

Diagnóstico

En primer, en los pacientes susceptibles al prurito braquirradial se debe llevar a cabo una investigación derma- e histológica para descartar cualquier dermatosis subyacente. Algunas de estas dermatosis, como la porfiria cutánea tarda pueden producir prurito en la manos y prurito y excoriaciones en los antebrazos. Algunos autores señalan que puede haber una relación entre el prurito braquirradial, una polineuropatía y una diabetes mellitus por lo que se debe asegurar que no está presente una diabetes son identificar.

La resonancia magnética de la columna cervical y torácica permite detectar la presencia de alguna compresión espinal y, en el caso de observarse alteraciones patológicas puede ser necesario un examen neurológico detallado.

Tratamiento

La aplicación de hielo o de compresas frías alivian en muchos pacientes el prurito braquirradial, especialmente durante la noche. La protección de las áreas afectadas con ropas para evitar la luz solar también parece producir algún alivio. El tratamiento farmacológico del prurito braquirradial es difícil y no se han publicado estudios controlados en doble ciego. La capsaicina tópica ha mostrado ser beneficiosa en algunos casos, pero muchos pacientes no toleran la sensación de ardor que produce. Además, el único pequeño estudio realizado con la capsaicina al 0.025% en comparación con placebo no mostró diferencias significativas entre ambos tratamientos.

Se han utilizado fármacos sistémicos utilizados para tratar el dolor neuropático y, algunos de ellos han conseguido un alivio o una regresión del prurito braquirradial. Entre los fármacos que han sido probados experimentalmente se encuentra la gabapentina en dosis de 900 a 1.899 mg, y la amitriptilina en dosis de 25 mg. Otros fármacos que han sido probados son la carbamazepina , la lamotrigina y la pregabalina .

Algunos tratamientos no farmacológicos que han sido utilizados esporádicamente son la manipulación espinal cervical y la acupunctura de los músculos paravertebrales. Aunque se observó alivio o resolución del prurito en algunos casos, también se produjeron recaídas. Además, el pequeño número de pacientes en estos estudios no permite extraer conclusiones definitivas

 

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Monografía apta para discapacitados
Monografía creada el 19 de abril 2011. Equipo de Redacción de IQB  
  Para más información sobre el prurito ir a: www.pruritus.es  
   
 
 

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