PRURITO
PSICOGÉNICO
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INTRODUCCION El prurito produce un sufrimiento y su impacto sobre la calidad de vida del paciente puede ser considerable. De la misma manera, el estrés y otros factores psicológicos puede afectar la intensidad del prurito. La influencia del prurito sobre la calidad de vida ha sido objeto de numerosos estudios, en su mayor parte en el contexto de enfermedades que cursan con él. Así, por ejemplo, el 60% de los pacientes con psoriasis se lamentan de que el prurito acentúa su malhumor, el 47% su capacidad de concentracion, el 35% el sueño y el 25% el deseo sexual. Desde otro punto de vista, el vivir con prurito tiene un coste en productos cosméticos y prendas adecuadas que permitan reducirlo o aliviarlo El impacto negativo del prurito sobre la calidad de vida tiene, lógicamente, consecuencias sobre el estado mental del sujeto, pero sólo en raras ocasiones se ha estudiado el prurito disociado de alguna enfermedad. Se ha comprobado que los pacientes con prurito muestran un mayor grado de depresión que los sujetos sanos de control y, en los pacientes con prurito asociado a enfermedades de la piel, este último tiene una influencia importante sobre la comorbilidad de alteraciones psiquiatricas. Más del 70% de los pacientes ingresados con prurito, muestran entre 1 y 6 desórdenes psiquiátricos asociados. El prurito crónico como una manifestación de un desórden psiquiátrico Los principales desórdenes psiquiátricos asociados al prurito son: A) Trastornos somatomorfos Los trastornos somatomorfos en general se caracterizan por la presentación reiterada de síntomas somáticos acompañados de demandas persistentes de exploraciones clínicas, a pesar de repetidos resultados negativos de exploraciones clínicas y de continuas garantías de los médicos de que los síntomas no tienen una justificación somática. Aun en los casos en los que realmente estuvieran presentes trastornos somáticos, éstos no explican la naturaleza e intensidad de los síntomas, ni el malestar y la preocupación que manifiesta el enfermo. Incluso cuando el comienzo y la evolución de los síntomas guarda una estrecha relación con acontecimientos biográficos desagradables, o con dificultades o conflictos, el enfermo suele resistirse a los intentos de someter a discusión la posibilidad de que las molestias tengan un origen psicológico, lo que puede incluso suceder aun estando presentes síntomas depresivos y ansiosos evidentes. El grado de comprensión sobre los síntomas, ya sean somáticos o psicológicos, es con frecuencia insuficiente y frustrante, tanto para el enfermo como para el médico. En estos trastornos aparecen con frecuencia un comportamiento de demanda de atención (histriónico), en particular en enfermos resentidos por su fracaso a la hora de convencer a los médicos de que su enfermedad es de naturaleza fundamentalmente somática y de la necesidad de realizar exámenes o exploraciones adicionales. Se subdividen en:
B) Esquizofrenia Se caracteriza por dos (o más) de los siguientes síntomas, cada uno de ellos presente durante una parte significativa de un período de 1 mes (o menos si ha sido tratado con éxito) (ICD-10: F20x)[DSM-IV:295x] 1. ideas
delirantes C) Trastorno del control de los impulsos no especificado (ICD-10: F63.9)[DSM-IV: 312.30): Se caracteriza por arañazos y escoriaciones autoproducidas con o sin prurito en desórdenes impulsivos, o desórdenes obsesivos compulsivos Prurito inducido multifactorialmente, cuyo comienzo y transcurso puede considerarse influído por factores psíquicos. En este caso el prurito, aunque primariamente inducido por enfermedades subyacentes (dermatitis atópica, eczema, urticaria crónica, prurigo nodularis, etc) está influenciado factores psicológicos clasificados como ICD-10: F54 (DSM-IV: 316) que a menudo persisten durante un tiempo (p.ej. conflictos emocionales, miedos, estrés, problemas de conformidad). La influencia del estrés psicológico puede ser debida en parte a relaciones psiconeuroinmunológicas como por ejemplo en la neurodermitis o en la psoriasis, pero su mecanismo no es bien conocido Desórdenes psicológicos como resultado de un prurito crónico. El prurito crónico, con o sin alteraciones de piel es una carga psicológica considerable que a menudo es menospreciado por no ser una condición que haga peligra la vida. Sin embargo, el convivir con el prurito crónico resulta muy a mendo en una serie de problemas clínicamente relevantes como depresión, ansiedad, desórdenes sexuales, irritabilidad y otros muchos que requieren un diagnóstico y un tratamiento adecuados TRATAMIENTO Se han comunicado estudios en los que intervención psiquiátrica exclusivamente ha producido resultados espectaculares, mejorando el prurito en un elevado porcentaje. Los programas terapeúticos expeciales para psiquiatras deben incluir entrenamiento para combatir el estres, tecnicas de relajación y para un comportamiento social. El objetivo de estos programas es enseñar a los enfermos a convivir mejor con el prurito, ayudar a evitar la pérdida de control y, sobretodo a romper el círculo viciosos prurito-rascado-prurito. Practicados en grupos, estos programas han mostrado ser efectivos en pacientes con eczema atópico en combinación con el tratamiento dermatológico
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REFERENCIAS
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Monografía creada el 4 de enero de 2011. Equipo de Redacción de IQB | ||
Para más información sobre el prurito ir a: www.pruritus.es | ||
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