La Edad Crítica de la Mujer

La Vagina

La vagina de la mujer joven se caracteriza por tener una gran cantidad de capas celulares. Cuando llega la menopausia, con la disminución de los estrógenos, el epitelio de la mucosa vaginal se atrofia. La consecuencia inmediata es que la mucosa se hace delicada, se escoria con facilidad y puede llegar a producir irritación durante las relaciones sexuales (dispareunia). Al mismo tiempo, la mucosa atrófica se defiende muy mal contra las infecciones. Gérmenes ambientales, gérmenes saprofitos que normalmente no atacan a la mujer joven son la causa de numerosas infecciones vaginales en las mujeres de 60 o más años. También son frecuentes las vaginitis en las que no se detectan gérmenes patógenos y que son producidas por gérmenes banales.

El frotis vaginal refleja estos cambios aunque no en todos los casos. A los 10 años de producirse la menopausia, aproximadamente un 40% de los frotis muestran actividad estrogénica débil o intermedia y sólo en un 60% aparecen frotis atróficos en los que han desaparecido completamente las células superficiales no quedando más que las células basales y parabasales.

Endometrio

El endometrio está todavía muy poco estudiado por la dificultad en obtener muestras representativas de tejidos normal. En su mayoría, las muestras que se obtienen al extirpar el útero proceden de un órgano con un mioma, endometriosis o cáncer.

BOTELLA y NOGALES investigaron la situación de los endometrios de mujeres menopaúsicas mediante biopsias de úterio encontrando que este tejido también se atrofiaba cuando estaba prsente la atrofia vaginal. De igual forma en presencia de abundancia de estrógenos en la vagina, el endometrio muestra hiperplasia.

Si se comparan los hallazgos histológicos del endometrio con los de la vagina se observa un total paralelismo . Un cierto porcentaje de mujeres mantiene su propia fuente de estrógenos y, en consecuencia, no presentan atrofia del endometrio.

En resumen, la disminución de los estrógenos ocasionada por la menopausia produce una atrofia de la vagina, una atrofia del endometrio, una reducción en el tamaño del útero, ovarios sin folículos y, finalmente, una atrofia mamaria

Un problema relativamente frecuente en esta edad de la vida del que, sin embargo existen pocos datos en la literatura médica, es el prolapso de útero. Consiste en un útero que se hernia y se sale de la vagina. El prolapso de útero había sido relacionado siempre con lesiones en los músculos perineales ocasionados por desgarros en el momento del parto.

Estos desgarros que hace años eran muy frecuentes son hoy día muy raros ya que se hacen muchas menos operaciones de forceps que antes y, además si el periné amenaza de ruptura se practica inmediatamente a una episiotomía que se repara cuidadosamente. Pese a todo, todavía hay mujeres que presentan desgarros perineales sobre todo en los ambientes rurales.

Sin embargo, estas mujeres han dado a luz a los 30 o 35 años y el prolapso sólo aparece después de la menopausia. Es decir aparece en dos tiempos: durante el parto se produce el desgarro, la causa, y el prolapso, el efecto aparece después de la menopausia. La explicación de este fenómeno se encuentra al considerar la anatomía del útero y estructuras relacionadas. El útero está sostenido a la pared de la pelvis por:

  • hacia adelante los ligamentos vesico-uterinos; por detrás los ligamentos sacrouterinos o uterosacros
  • por los lados por los ligamentos parametrios o ligamentos de Mackenrodt
Estos ligamentos son también efectores de los estrógenos. Mientras se mantienen tensos, el prolapso no se produce aún cuando exista desgarro del suelo pelviano. Pero al atrofiarse los ligamentos de Mackenrodt al llegar la menopausia, el útero cede y acaba saliendo produciéndose el prolapso.