FITOESTRÓGENOS Y LIPIDOS
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Existe un consenso general de que las personas que consumen productos vegetales tienen una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares. Numerosos estudios comparativos, desde 1909 en que Ignatowski sugirió por primera vez que una dieta rica en soja reducia el desarrollo de la arterioclerosis en el conejo sometido a dieta aterogénica, ha puesto de manifiesto que los productos derivados de la soja reducen el colesterol y ejercen una actividad cardioprotectora. En 1995, Anderson publicó un meta-análisis de un gran número de estudios clínicos en los que se habían estudiado los efectos hipolipemiantes de las proteínas de soja. Los efectos de las proteinas de soja son tanto más elevados cuando mayor es la dislipidemia inicial (*). Así, los sujetos con niveles de LDLs casi normales (< 200 mg/dL) sólo experimentan una modesta reducción (3.3%) mientras que los pacientes con niveles elevados (> 335 mg/dL) mostraron una reducción del 24%. Los resultados de este meta-análisis hicieron que la FDA (Agencia Federal de Drogas) permitiera a los fabricantes de alimentos a base de soja insertar el siguiente comunicado:
Como era de esperar, después de la obtención del permiso para la inserción anterior, las ventas de alimentos derivados de la soja, experimentaron un crecimiento exponencial (*)
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REFERENCIAS
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Monografía creada 27 de septiembre de 2004 |