Imágenes de Rayos X tomadas con un intervalo de 20 años

DIAGNOSTICO

Al visitar al médico este le hará una historia clínica mediante una serie de preguntas acerca de su dolor de espalda.

Seguidamente, le hará un reconocimiento físico y probablemente le ordenará un examen radiológico. Las radiografías permiten observar el grado de degeneración de los discos intervertebrales como puede observarse en el ejemplo que muestra dos radiografías del mismo paciente tomadas con un intervalo de 20 años.

Probablemente su médico también le ordenará un estudio de resonancia magnética nuclear, una técnica que utiliza ondas magnéticas para obtener imágenes en lugar de radiaciones electromagnéticas como ocurre en los rayos X. Esta técnica no requiere de la utilización de inyecciones de medios de contraste. La RMN permite, además, la obtención de muchas imágenes axiales y longitudinales tomadas a intervalos de unos pocos milímetros en las que se pueden ver huesos, nervios y discos intervertebrales .

Otra técnica empleada para el diagnóstico del dolor de espalda es la tomografía computarizada que permite la obtención de imágenes axiales de cortes de la espina dorsal. Esta técnica muestra mejor imágenes de los huesos que la resonancia magnética nuclear y se practica cuando se sospecha que hay lesiones óseas. La tomografía computarizada se suele combinar con el mielograma que consiste en inyectar un medio de contraste en el canal espinal y ver por rayos X si existen obstrucciones o alteraciones que puedan presionar sobre el nervio.

Una variante del mielograma es el discograma en el que un colorante especial se inyecta en el nucleus pulposus del disco intervertebral. Si el dolor producido por la inyección es similar a su dolor de espalda es muy probable que su problema se deba a una lesión del disco intervertebral.

Las radiografías y las tomografías computarizadas también pueden mostrar cualquier fisura o lesión del disco intervertebral. La electromiografía utiliza señales eléctricas proporcionadas mediante electrodos insertados en las raíces nerviosas para determinar la correcta función de los nervios que innervan las piernas.

Otras posibles causas del dolor de espalda no están relacionadas con la degeneración de la espina dorsal. Entre estas hay que destacar el aneurisma de aorta, problemas renales y la úlcera de estómago. Su médico decidirá si son necesarias pruebas específicas para descartar estas causas.