NEUROPATIAS
 

TRATAMIENTO DEL DOLOR EN LOS PACIENTES CON CÁNCER

 
 

Neuropatías periféricas

Los nervios periféricos pueden ser infiltrados o comprimidos por el tumor o por la fibrosis, la cual es una complicación ocasional de la radioterapia. También se pueden dañar por quimioterapia neurotóxica o por incisiones y tracción de los tejidos durante la cirugía. Los síndromes de dolor canceroso debido a lesiones de los nervios periféricos son:

Síndrome doloroso Síntomas y signos asociados Nervios afectados
Infiltración por un tumor de un nervio periférico Dolor pungente constante con disestesia en un área de pérdida sensoris. El dolor es radicular y a menudo unilateral Periféricos
Disección post-radical en el cuello Tight, burning sensation in the area of sensory loss Dysesthesias and shocklike pain may be present Second type of pain may occur mimicking a drooped shoulder syndrome Plexo cervical

 

El mieloma puede causar neuropatía dolorosa progresiva en cerca del 15% de los pacientes. En 8 de cada 10 pacientes, la neuropatía precede a otros síntomas (Davis and Drachman, 1972). Esta neuropatía sensomotora se caracteriza por parestesias distales, pérdida de la sensibilidad, debilidad y atrofia muscular y puede ocasionalmente ascender de manera similar al síndrome de Guillain-Barré.

La vincristina, el cisplatino y el taxol producen neuropatías periféricas relacionadas con la dosis, generalmente se manifiestan como disestesias en los pies y posteriormente en las manos (en la medida que la neuropatía progresa); el dolor urente continuo es poco frecuente. La neuropatía secundaria a vincristina puede precipitar en neuralgia craneana, incluyendo claudicación de la quijada. El tratamiento de las neuropatías secundarias a la quimioterapia debe involucrar la suspensión o disminución del agente (cuando es posible) y la utilización de analgésicos.

En ausencia de recurrencia del tumor, el dolor persistente después una cirugía puede deberse a la lesión intraoperatoria de los nervios profundos o cutáneos. Los síndromes dolorosos se caracterizan por dolor post quirúrgico persistente o recurrente luego que el dolor inicial se ha resuelto. Las características clínicas están relacionadas con la localización y extensión del daño del nervio lesionado (Kelly and Payne, 1991). El tratamiento de estos síndromes requiere el empleo de analgésicos y ocasionalmente de bloqueos regionales.