TRATAMIENTO DEL DOLOR CANCEROSO

TRATAMIENTO DEL DOLOR EN LOS PACIENTES CON CÁNCER

 

3. Manejo Farmacológico del Dolor por Cáncer : Recomendaciones

  1. Un principio esencial para el uso de los analgésicos en el manejo del dolor por cáncer es individualizar el tratamiento. (A)
  2. Debe usarse en el horario de administración más simple y la modalidad de manejo de dolor menos invasiva (Consenso del Panel).
  3. A menos que exista una contraindicación, el manejo farmacológico del dolor por cáncer de intensidad leve a moderada debe incluir un anti inflamatorio no esteroide (AINE) o paracetamol (A).
  4. Cuando el dolor persiste o aumenta, debe agregarse un opioide (A).
  5. Si el dolor el dolor es moderado a severo o es persistente, debe aumentarse la dosis o la potencia del opioide (A).
  6. La medicación para el dolor persistente relacionado con el cáncer debe administrarse periodicamente, con dosis adicionales según dolor, porque la administración por horario mantiene un nivel constante del fármaco en el organismo y ayuda a prevenir la reaparición del dolor (A).
  7. Pacientes que estén recibiendo agonistas puros no deben recibir un opioide agonista-antagonista, pues al hacerlo se puede precipitar un síndrome de abstinencia y aumentar el dolor. (B).
  8. La meperidina no debe ser usada cuando se requiere el uso continuo de opioides. (B)
  9. La tolerancia y la dependencia física a los opioides son fenómenos previstos con un tratamiento prolongado de opioides. Estas no deben confundirse con adicción. (Consenso del Panel).
  10. La via oral es la via preferida para la administración de analgésicos, pues es la más conveniente y mas favorable relación costo/beneficio. Cuando los pacientes no pueden tomar medicación oral, la via transdérmica o rectal deben considerarse pues son también relativamente no invasivas (Consenso del Panel).
  11. La administración intramuscular de fármacos debe evitarse, ya que es es una via dolorosa e inconveniente, además la absorción no es confiable (B).
  12. Antes de considerar el uso de técnicas analgésica s intraespinales se deben emplear dosis sistémicas máximas de opioides y de coanalgésicos. (Consenso del Panel ).
  13. Los clínicos deben buscar y evaluar de manera sistémica los efectos secundarios potenciales de los opioides. Los efectos secundarios de los opiodes pueden variar significativamente de paceinte a paciente (B).
  14. El estreñimiento es un problema común asociado a la administración prolongada de opioides. Debe anticiparse y tratarse profilácticamente. (B).
  15. La naloxona, cuando esta indicada para revertir la depresión respiratoria por opioides, debe ser dosificada para mejorar la función respiratoria sin revertir la analgesia (B).
  16. Los placebos no deben usarse en el manejo del dolor por cáncer. (Consenso del Panel)
  17. Los pacientes deben recibir el plan del manejo del dolor por escrito (A).
  18. Se debe hacer una comunicación sobre el manejo del dolor cuando el paciente es transferido de un lugar a otro (B).

La terapia farmacológica es el pilar de las diferentes modalidades terapéuticas disponibles para el manejo del dolor por cáncer. Es efectiva, de relativo bajo riesgo, no es costosa y usualmente es de inicio rápido. Un principio esencial al usar medicamentos para el manejo del dolor por cáncer es el de individualizar el tratamiento en cada paciente (Foley, 1985a) .

Tres diferentes clases de fármacos son usados solos o más comúnmente en combinación para el manejo del dolor en el paciente con cáncer:

  • Anti inflamatorios no esteroides (AINES) y paracetamol
  • Opioides
  • Analgésicos adyuvantes

Antes de seleccionar los fármacos para el manejo del dolor, identifique la(s) causa(s) del dolor, evalúe su intensidad y después titule la medicación de acuerdo con la intensidad del dolor y las otras características.

Inicialmente debe usarse el horario de administración más simple y la modalidad de manejo de dolor menos invasiva. Después de iniciar la terapia farmacológica se debe evaluar el dolor para determinar la eficacia analgésica . Si el alivio del dolor es inadecuado con los analgésicos opioides, las dosis deben aumentarse hasta que se logre alivio del dolor o aparezcan efectos secundarios inaceptables. En el caso de AINES y analgésicos adyuvantes (los cuales tienen efecto máximo para su eficacia analgésica ) si se alcanza el límite superior de la dosis recomendada el medicamento debe suspenderse y debe recetarse un segundo agente de la misma clase.

En la mayoría de los casos, el dolor por cáncer puede ser manejado con la administración oral de medicamentos, sin embargo si existe dificultad en la deglución o alteraciones gastrointestinales que afecten la absorción del medicamento o la cantidad requerida es muy alta, se puede considerar vias alternas de administración (Coyle, Adelhardt, Foley et al., 1990; Grond, Zech, Schug, et al., 1991). La tabla 8 resume algunas de las ventajas y desventajas de las terapias para el dolor por cáncer.