Las lesiones en el pénfigo vulgar no suelen ser pruríticas pero sí dolorosas. La primera manifestación es la aparición de ampollas flácidas en cualquier parte del cuerpo. Estas ampollas son muy frágiles de manera que, a veces, es difícil encontrar ampollas intactas. Al romperse se producen erosiones dolorosas, a menudo de gran tamaño, que tienden a extenderse hacia la periferia.

Las ampollas intactas muestran el signo de Nikolsky (tendencia a desplazarse cuando se aplica una presión lateral). Este signo no es exclusivo del pénfigo, pero es típico de las enfermedades ampollosas activas