Los furúnculos dejan cicatrices atróficas, deprimidas, de color violáceo

El tratamiento de los furunculos depende de la extensión y localización de las lesiones. Los furúnculos aislados pueden responder en su fase inicial a toques con soluciones antisépticas. En las etapas de crecimiento se suelen utilizar cremas de antibióticos. En la fase final, después de eliminar la secreción purulenta con un estilete, se aplican cremas antibióticas.

En las furunculosis, que a veces son difíciles de tratar, se utilizan antibióticos sistémicos de amplio espectro, siempre después de realizar el antibiograma. Si este no es posible, o es necesario un tratamiento precoz, los antibióticos de elección son la eritromicina o los antibióticos beta-lactamicos resistentes a las penicilinasas (por ejemplo, la amoxicilina + ácido clavulánico)