La ulceración y la necrosis de la piel se debe a la isquemia producida por la calcificación de la íntima y la oclusión de las pequeñas arteriolas cutáneas. La causa más frecuente de la calcifilaxia es la enfermedad renal terminal asociada a un hipertiroidismo y a unos niveles elevados de fosfatos en sangre. Algunos factores que puede desencadenar esta condición son la hipertensión, la obesidad, la diabetes mellitus, los corticosteroides y algunos defectos hipercoagulables como la deficiencia de proteínas S y C.

Las lesiones iniciales son parches o manchas violáceas moteadas o placas similares a las de la livedo reticularis con ampollas en algunos casos. Las lesiones se observan con mayor frecuencia en los miembros inferiores, aunque pueden aparecer ocasionalmente en el tronco, pene y extremidades superiores

Estas lesiones van evolucionando, indurándose y haciéndose necróticas produciendo grandes ulceraciones muy dolorosas y profundas que no cicatrizan.