Durante el curso natural del acné se observan grandes fluctuaciones, siendo además, la respuesta al placebo considerable. Es, por lo tanto, difícil establecer un tratamiento ya que muchas medicaciones que son útiles en unos enfermos fracasan estrepitosamente en otros
Se admiten que el tratamiento del acné debe enfocarse en corregir cuatro factores:
- la queratinización folicular alterada
- la hipertrofia de la glándula sebácea y su exceso de actividad
- la población bacteriana excesiva, especialmente la del Propionibacterium acnes
- inhibir directa o indirectamente el componente inflamatorio
Los tratamientos del acné se pueden clasificar en locales y sistémicos.
Locales: el uso de jabones bactericidas reduce obviamente la flora y los lípidos superficiales pero tiene ningún efecto sobre los comedones ya sean abiertos o cerrados
Los agentes tópicos a base de azufre, resorcinol o ácido salicílico todavía son usados hoy día, pero han sido desplazados por los retinoides, y los antimicrobianos como el peróxido de benzoilo y los antibióticos tópicos |