El
rol de los padres
El
rol de los padres de niños con diabetes cambiará a medida
que el niño crezca. Cada niño es diferente, pero hay ciertas
reglas generales que puede seguir durante cualquier etapa. También
hay algo que debe tener en mente no importa la edad de su hijo: Acéptelo.
Ame, enseñe, discipline y guíe a su hijo de la misma forma
en que lo haría si el niño no tuviese diabetes.No lo sobreproteja
o malcríe. Acepte la diabetes de su hijo sin tener culpas. El aprender
todo lo posible acerca de la diabetes, lo ayudará a sobreponerse
a sus miedos y ansiedades. Y recuerde que usted no puede controlar la diabetes
de su hijo siendo un padre en extremo controlador.
De
los 0 a los 7 años
Durante
estos primeros años, los padres tienen responsabilidad absoluta en
todos los aspectos del cuidado de la diabetes. es importante , de todas
maneras, tratar de involucrar al niño desde una edad temprana. Déles
algunas opciones, por ejemplo, que elijan el lugar para la inyección,
o el dedo de donde obtener la gota de sangre. Recuerde que la aprobación
de los padres es demasiado importante durante esta edad. Es mejor decir
que el azúcar está alto, bajo o normal; no use" bueno" o"
malo ".
De
los 7 a los 12 años
A
pesar de que los padres todavía tienen la mayor parte de la responsabilidad,
los niños de esta edad pueden comenzar a hacer algunas cosas como
inyectarse o medirse el azúcar sanguíneo algunas veces. Mas
o menos a los doce años, la mayoría de los niños pueden
administrarse sus propias inyecciones, pero los padres deben estar siempre
vigilantes, y hacereles recordar en el caso de que se olviden. Los niños
que están en la escuela o que están jugando con amigos, deben
tomar responsabilidad por lo menos parcial, de su dieta.La participación
activa del niño en su propio cuidado, lo estimula para llegar a ser
independiente y autosuficiente.
Trate de
no ser rígido. Los niños necesitan aprender que se puede
disfrutar de ciertas cosas en ocasiones especiales, por ejemplo en cumpleaño
a los que asistan. no hay razón para que se sientan "diferentes".
Una porción de un bizcocho de cumpleaños seguramente elevará
el azúar de la sangre, pero el valor emocional de participar en
la comida igual que otros niños, tiene un valor emocional también
muy importante. Puede usar insulina extra para cubrir los carbohidratos
extra que ingiera, pero discútalo primero con su médico.
De
los 12 a los 17 años
Durante
la adolescencia, su hijo se rebelará ante la posibilidad de depender
de usted para el control de la diabetes, Una vez que usted y su hijo
han aprendido los principios en los que se basa el cuidado de la diabetes,
debe permitirse al adolescente que participe en decisiones que conciernen
a su tratamiento. Los adolescentes pueden actuar como si no tuviesen diabetes,
ignorando sus tratamientos (sobre todo la dieta), y falsificando los resultados
del monitoreo de su glucemia. A veces, necesitan sentir cuán enfermos
pueden llegar a estar, anted de aceptar la importancia del control. La depresión
en adolescentes con diabetes no es poco común. Ellos son lo suficientemente
mayores como para entender temas como complicaciones de la diabetes y muerte.
Desearían con toda el alma no tener que preocuparse por eso, y muchas
veces se niegan a cuidarse y seguir instruciones porque asumen que van a
morir jóvenes. Asegúrese de que su hijo entiende la importancia
de lograr un buen control-- hay grandes posibilidades de que tratamientos
significativos se lograrán en el futuro (vea el capítulo 15)--y
también trate de que su hijo sepa o conozca gente con diabetes que
lleva una vida plena y feliz. No dude en recurrir a un consejero profesional.
También hay psicólogos que se especializan en niños
con diabetes.
Deportes
y clases de educación física
La
diabetes no es una razón para que un niño o adolescente falte
a clases de educación física, o que ni practique deportes.
En realidad, el ejercicio regular es importante en el plan del cuidado de
la diabetes. Si su hijo tiene la clase de educación física
antes del almuerzo, aumente el tamaño del snack que come por la mañana.
Si en cambio ,el niño participa en deportes después de la
escuela, aumente el snack de la media tarde. Asegúrese de que su
niño comprenda la importancia de llevar consigo una fuente de azúcar
rápido. Esto no servirá si lo deja en el vestidor. y esté
seguro de que el entrenador y algunos amigos saben cómo ayudar en
el caso de su hijo tenga un episodio de hipoglucemia.
Grupos y
campamentos para adolescentes con diabetes ayudan porque ofrecen una oportunidad
de compartir sus problemas con otras personas que no son los padres, y
que tienen su edad. Deje que su hijo adolescente vaya solo a algunas consultas
con el médico o educador de diabetes.
Fiestas
y adolescentes
Su
hijo adolescente podrá disfrutar de fiestas y reuniones con sus amigos
siempre y cuando recuerde las siguientes reglas:
- Lleve
bebidas gaseosas dietéticas
- Reserve
algunos intercambios de comida de la cena.
- Elija
los alimentos cuidadosamente. Intercambie hamburguesas, pizza, tacos,
sandwiches, galletas y palomitas de maíz por los alimentos que
comería en casa.
- Reemplace
las calorías que usará para bailar. Mida el azúcar
sanguíneo y calcule aproximadamente cuantas calorías necesitará
reemplazar. Luego de unas dos o tres veces,aprenderá cuantas
calorías necesita reemplazar.
- Al final
de la adolescencia, su hijo comenzará a madurar en actitud y
responsabilidad. Establezca metas realistas, y haga comentarios positivos.
El estímulo y la apreciación son siempre mas efectivos
que los castigos y amenazas.
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