MACULOPATIA o EDEMA MACULAR Generalmente, la maculopatía consiste en lesiones focales, difusas, isquémicas o mixtas de la macula. Se debe a la ruptura de microaneurismas o capilares dilatados con la siguiente acumulación de fluídos que resulta en un engrosamiento retinal localizado (edema macular focal). La absorción de fluídos en los alrededores ocasiona la precipitación de lipoproteínas insolubles en forma de exudados duros, delimitando las zonas de engrosamiento de la retina Cuando las fugas microvasculares se extienden más ampliamente, la mácula aparece engrosada de forma más difusa con pérdida del reflejo foveal a la luz. La agudeza visual puede estar bastante reducida La maculopatía isquémica se caracteriza por una oclusión microvascular central, a menudo confluente con un área periférica sin perfusión. Las fugas pueden estar limitadas a los vasos periféricos con lo que el engrosamiento retinal puede ser mínimo. El diagnóstico requiere de la angiografía fluoresceínica ya que la oftalmoscopia puede estar limitada por la presencia de agregados hemorrágicos, vasos ocluídos y otras masas difusas. La fotocoagulacón con laser puede ser necesaria si la maculopatía está asociada a una retinopatía proliferativa. La maculopatía suele ir asociada a la deposición de exudados duros: en la maculopatía focal, estos suelen estar dispuestos en forma circular alrededor de las fugas microvasculares. En la maculopatía difusa, los exudados son menos prominentes y pueden estar limitados a la periferia de la macula edematosa. Cuando los exudados recubren la fóvea se produce una pérdida de agudeza visual. |