RETINOPATÍA DIABETICA AVANZADA Como consecuencia de la neovascularización de la superficie posterior del vítreo acompañada de la migración de macrófagos y de células gliales, se forman grandes adhesiones fibrosas entre la retina y el vítreo. Las fuerzas de tracción de estas placas fibrosas pueden ocasionar el desprendimiento de la retina, con ruptura de vasos de la superficie que originan hemorragias vitreas o preretinales. La severa y prolongada isquemia retinal también ocasiona, en último término, el glaucoma por obstrucción del drenage del humor acuoso. También suelen aparecer cataratas. Hemorragias pre-retinales (retrohialoides): La sangre queda atrapada entre la retina y la hialoides posterior desprendida, con una tendencia a sedimentar y formar manchas horizontales en forma de nave. Si una de estas hemorragias oscurece la mácula, la pérdida de visión pueden ser importante. Las hemorragias pre-retinales (y algunas vítreas) se producen después de episodios agudos de hipoglucemia aunque también de han observado en ocasiones después de maniobras de Valsalva, tos o grandes esfuerzos, probablemente como consecuencia de los cambios hemodinámicos. La presencia de hemorragias pre-retinales que oscurecen la mácula es una indicación para la vitrectomia. Hemorragias vítreas: estas se producen cuando la sangre atraviesa la membrana interna o la hialoides posterior y penetra en la cavidad vítrea. Las hemorragías vítreas suponen una neovascularización extraretinal y la presencia de retinopatía proliferativa. Si son severas, pueden oscurecer la mayor parte del fundus. En este caso, el escáner de ultrasonidos puede ser útil para localizar la opacidad y excluir o no la presencia de una desprendimiento retinal. Cuando la hemorragia vítrea persiste, puede ser necesaria la vitrectomía, en particular en los diabéticos insulino-dependientes. Desprendimientos de retina: el desprendimiento de retina aparece como una elevación cóncava y grisácea de la retina. Los desprendimientos traccionales de la retina son lesiones relativamente localizadas y si se limitan a las zonas periféricas no afectan la visión. Sin embargo, si la mácula está implicada, puede haver una importante pérdida de visión. Los desprendimientos de retina pueden estar enmascarados si coexisten hemorragias vítreas, en cuyo caso pueden estar indicado la ultrasonografía para llegar a un diagnóstico. La vitrectomía está indicada para resolver el desprendimiento de la retina siempre y cuando la función macular sea buena. Glaucoma neovascular: la neovascularización del iris (rubeosis iridis) ocurre como consecuencia de la presencia de una amplia zona isquémica retinal o por un extenso desprendimiento de retina. Se observa como una red de capilared que se extiende periféricamente desde el margen de la pupila. Cuando estos neovasos obstruyen los canales de drenaje del humor acuoso, la producción de fluídos acuosos tiende a incrementar la presión intraocular. La córnea se vuelve edematosa, se observa dolor en los ojos y la visión se deteriora rápidamente. El glaucoma neovascular es de díficil tratamiento y a prognosis para la visión puede ser bastante mala. |