Espino albar. Crategus leavigata |
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Arbusto de ramas grises y espinosas, de la familia de las Rosáceas, con hojas alternas. Sus flores blancas o rosadas se agrupan en corimbos. Los frutos son bayas polispermas ovaladas, de color rojo. | ||
Con fines medicinales se recogen las flores al inicio de la floración. También se pueden recoger las hojas por separado. Se secan a la sombra o en secadero a una temperatura máxima de 35º C. Las flores contienen un glucósido, la quercitrina, flavonas, aceites esenciales y quercetina, el aglucón de la rutina con propiedades protectoras sobre los capilares. Las hojas poseen aceites esenciales, catequinas, esteroides y flavonoides. Muchos de los productos de Espino albar comercializados están estandarizados por su contenido en flavonoides (2.2%) o por su contenido en proantocianidinas oligoméricas (18.75%) El espino blanco se emplea como hipotensor y contra la arteriosclerosis, pudiendo sus efectos ser aditivos con los de las medicaciones hipotensoras.
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Las
investigaciones modernas ha demostrado la presencia de sustancias
que explican los efectos del espino albar en las enfermedades cardíacas
y circulatorias. El extracto estandarizado del espino es vasodilatador,
especialmente de los vasos coronarios, reduciendo las resistencias
periféricas y la presión arterial. Además, esta
planta tiene efectos inotrópicos positivos aumentando la fuerza
de contracción y la duración del período refractario,
con lo que se aumenta el flujo coronario y el gasto cardíaco,
al mismo tiempo que se reduce el consumo de oxígeno. Las propiedades
hemodinámicas del Crataegus se atribuyen a un aumento
de la permeabilidad de las membranas al calcio y a una inhibición
de las fosfodiesterasas, lo que hace aumentar el AMP-cíclico.
Por otra parte, la actividad antihipertensiva del espino se atribuye
a su contenido en proantocianidinas.
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Los efectos del extracto se instauran lentamente y se cree que actúa directamente sobre el corazón especialmente en casos de insuficiencia cardíaca. Su toxicidad es muy baja, siendo evidente sólo en dosis muy elevadas. El espino blanco puede incrementar la actividad de digoxina. En estudios de laboratorio, se ha comprobado que los extractos alcohólicos de las bayas del espino albar contrarrestan los efectos vasoconstrictores de la fenilefrina, un fármaco que se utiliza en los descongestivos nasales. Sin embargo, se desconoce si esta interacción tiene lugar clínicamente. Teóricamente, el uso del espino albar con beta-bloqueantes como el atenolol, el metoprolol u otros, puede ocasionar efectos aditivos sobre la presión arterial. Lo mismo podría ocurrir si se utilizan concomitantemente con esta planta antagonistas del calcio. Teóricamente el consumo de espino albar con inhibidores de la 5-fosfodiesterasa como el sildenafilo o el tadanafilo podría produce un efecto hipotensor adicional. Los preparados del espino albar son, generalmente, bien tolerados siendo los efectos adversos más frecuentes el vértigo y los mareos. Ocasionalmente se han descrito otras molestias digestivas, fatiga, sudoración disnea y rash. Otras reacciones adversas pueden ser palpitaciones, cefaleas, e insomnio.
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REFERENCIAS
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Monografía revisada el 15 de Enero de 2010. Equipo de redacción de IQB | ||
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