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Cinchona
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Arbol perenne del Perú que puede alcanzar una altura de hasta 30 metros con hojas planas y brillantes y grandes venas. Las flores son blancas y elongadas y están cubiertas de pelos sedosos. La corteza, se color gris, contiene varios alcaloides, entre ellos la quinina (*), cuyo nombre deriva de la quina, denominación que los indios utilizaban para la corteza de la cinchona. La quinina fué descubierta por los jesuitas españoles en el siglo XVII quienes la emplearon para combatir la malaria y también para tratar la fiebre de diversos orígenes, y aliviar calambres y cefaleas. Se recoge la corteza de árboles de 6 a 8 años de edad y se corta en tiras. Contiene hasta un 15% de alcaloides (sobre todo quinina y quinidina), glicósidos triterpénicos (quinovina), taninos y ácido quínico. La cinchona se cultiva en numerosos países para la extracción de estos principios activos por la Industria Farmaceútica. Los indígenas del Perú utilizaban y siguen usando la corteza de la cinchona como remedio para la fiebre, infecciones y problemas digestivos. Como tónico amargo, la quina estimula la producción de saliva y de jugos gástricos, mejorando la función digestiva. Aunque sustituída por la cloroquina, un derivado sintético para el tratamiento de la malaria, a partir de la década de los 60 se ha comenzado a utilizar de nuevo debido a la aparición de resistencias a fármaco sintético. La corteza de la cinchona alivia la artritis y los calambres musculares y, en la India se utiliza para el tratamiento de la ciática y de la disentería. A pesar de las creencias populares, la quinina no tiene propiedades antipiréticas. La corteza se utiliza en infusión, a razón de una cucharada por cada taza de agua hierviendo, dejando reposar 30 minutos. Se deben tomar tres tazas al día. La tintura de utiliza en dosis de 1 a 2 ml tres veces al día |
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Remedio homeopático | |
REFERENCIAS
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Monografía revisada el 3 de Julio de 2014. Equipo de Redacción de IQB | |