DESCRIPCION
La risperidona
es un fármaco activo por vía oral considerado como primera
opción para el tratamiento de las psicosis. También es eficaz
en el tratamiento del
síndrome de La Tourette. Presenta la ventaja sobre otros fármacos
antipsicóticos de producir menos síntomas extrapiramidales
y de no estar asociado al desarrollo de agranulocitosis. La forma inyectable
intramuscular de la risperidona se utiliza en pacientes esquizofrénicos
en los que es difícil la administración oral.
Mecanismo
de acción: la risperidona es un antagonista selectivo
monoaminérgico con una elevada afinidad frente a los receptores
serotoninérgicos (5-HT2) y dopaminérgicos (D2). El tratamiento
convencional de los síndrome psicóticos se basa en la teoría
de que las vías dopaminérgicas hiperactivas contribuyen
a las manifestaciones de la esquizofrenia y, por lo tanto, que el bloqueo
de los receptores D2 debe aliviar, como de hecho ocurre, los síntomas
de la enfermedad. Los antipsicóticos convencionales alivian los
síntomas positivos de la esquizofrenia tales como las alucinaciones,
delusiones y comportamientos erráticos, pero, al mismo tiempo el
bloqueo D2 es responsable de la aparición de los síntomas
extrapiramidales. Sin embargo, en la esquizofrenia también están
implicadas vías serotoninérgicas y se considera que los
efectos terapéuticos de la risperidona se deben a la combinación
de sus efectos antagonistas de la dopamina y la serotonina. En efecto,
algunos autores señalan que un exceso de dopamina en el sistema
límbico es el responsable de los síntomas positivos de la
esquizofrenia, que el bloqueo de la dopamina en el tracto mesocortical
es el responsable de los efectos negativos y que, en las vía nerviosas
que se proyectan desde la sustancia negra hasta el cuerpo estriado es
la que produce los síntomas extrapiramidales. Al antagonizar los
efectos de la dopamina en estas tres áreas, los antipsicóticos
convencionales alivian los síntomas positivos pero empeoran los
síntomas negativos y producen los síntomas extrapiramidales.
Por su parte, la risperidona antagoniza los receptores D2 pero sólo
en el sistema límbico. En el tracto mesocortical la risperidona
muestra un bloqueo serotoninérgico lo que ocasiona un exceso de
dopamina y un aumento de la transmisión de esta neurotransmisor.
Este exceso de dopamina eliminaría los síntomas negativos.
Pero además, en las vías neuronales que van de la sustancia
negra al cuerpo estriado, la risperidona no actúa sobre la dopamina,
evitándose de esta manera los efectos extrapiramidales.
El bloqueo
de los receptores dopaminérgicos en el tracto tuberoinfundibular
ocasiona la secreción de prolactina y, por lo tanto, la risperidona
produce hiperprolactinemia, con la consiguiente ganancia de peso y en
las mujeres, menstruaciones irregulares. Estos efectos son dosis-dependientes,
existiendo la posibilidad en el caso de dosis excesivas de risperidona
de un aumento de la incidencia de los carcinomas dependientes de prolactina.
Como ocurre
con otros bloqueantes serotoninérgicos 5-HT2, la risperidona muestra
otras propiedades farmacológicas sobre otros receptores. Al unirse
a los receptores alfa-1-adrenérgicos, la risperidona puede ocasionar
hipotensión. Otras reacciones adversas se explican por sus propiedades
antihistamínicas y anticolinérgicas.
Farmacocinética:
la risperidona se administra por vía oral y por vía intramuscular.
Después de una dosis, el fármaco se absorbe en su totalidad
independientemente de la presencia o no de alimentos, alcanzándose
las concentraciones máximas en el plasma en 1-2 horas. Tanto la
risperidona como sus metabolitos se unen en gran proporción a las
proteínas del plasma, siendo más elevadas las concentraciones
de fármaco libre en los pacientes con enfermedades hepáticas.
La risperidona es metabolizada por la isoenzima CYP 2D6 del citocromo
hepático P450 y también por N-desalquilación. El
metabolito más importante, la 9-hidroxi-risperidona es farmacológicamente
tan eficaz como la misma risperidona. Los fármacos que inhiben
o inducen la isoenzima CYP 2D6 pueden afectar la eficacia y la incidencia
de reacciones adversas producidas por la risperidona.
La risperidona
y su metabolito principal se distribuyen en la corteza frontal y el cuerpo
estriado del cerebro siendo su semi-vida de permanencia en estos tejidos
mayor que la semi-vida plasmática. La risperidona tiene una semi-vida
plasmática de unas 3 horas mientras que la 9-hidroxi-risperidona
tiene una semi-vida de 2 horas.
La risperidona
se elimina principalmente por vía renal (90%), siendo excretada
solo una pequeña cantidad con las heces. La disfunción renal
representada por un aclaramiento de creatinina < 30 ml/min prolonga
la eliminación de la risperidona y de su metabolito, por lo que
las dosis se deben reducir en los pacientes renales.
Toxicidad:
En los estudios de toxicidad de hasta 12 meses de administración
oral en ratas y perros, los efectos fundamentales fueron la estimulación
de la glándula mamaria y los cambios en el aparato genital femenino
y masculino mediados por prolactina, y los efectos en el SNC como sedación,
relacionados con la actividad farmacológica de la risperidona.
En los estudios
de reproducción de risperidona por vía oral, los efectos
mediados por la prolactina consistieron en un retraso en el ciclo estrogénico.
En ratas
macho aparecieron adenomas tubulares renales a dosis de 40 mg/kg/cada
dos semanas. Se desconoce el mecanismo subyacente de los tumores renales
en ratas macho Wistar ya que en otras especies animales a las que se administró
risperidona vía oral, no se observó un aumento, relacionado
con el tratamiento, en la incidencia de tumores renales. Así, por
ejemplo, no se han producido cambios relacionados con el riñón
en perros tratados crónicamente con el fármaco. Se desconoce,
en términos de riesgo en humanos, la importancia de la supuesta
formación de tumores renales en la subraza específica de
rata.
La risperidona
no ha mostrado ningún efecto mutágeno en la batería
de pruebas estándar que ponen de manifiesto este efecto.
INDICACIONES
Y POSOLOGIA
Tratamiento
de desórdenes psicóticos (psicosis aguda, esquizofrenia,
depresión psicótica):
Administración
oral:
- Adultos
y adolescentes de > 15 años: se recomienda comenzar el tratamiento
con dosis de 2 mg/día en una o dos administraciones. El día
2 esta dosis se puede aumentar a 4 mg en una o dos administraciones.
El tercer día, aumentar a 6 mg. En algunos pacientes este escalado
de dosis puede ser más lento. Los siguientes incrementos de las
dosis, si fuesen necesarios, cada uno de 2 mg se deben realizar a intervalos
semanales. No se ha demostrado que dosis por encima de los 6 mg/día
aporten beneficios adicionales, mientras que puede aumentar el riesgo
de síntomas extrapiramidales. En el caso de adoptarse la dosis
de 8 mg/día, se recomienda dividir esta dosis en dos veces durante
2 o 3 días y luego, administrar una sola vez al día. No
se recomiendan dosis superiores a los 8 mg/kg
- Ancianos:
inicialmente 0.5 mg dos veces al día aumentando la dosis en 0.5
mg cada dos días. Por encima de 1.5 mg/día, los incrementos
se deben hacer a intervalos semanales.
- Niños
< 15: se desconoce la seguridad y eficacia de la risperidona en esta
indicación
Administración
intramuscular:
- Adultos:
La dosis recomendada es de 25 mg por vía i.m cada dos semanas.
En algunos pacientes que no respondan a esta dosis, pueden administrarse
37.5 o 50 mg cada 2 semanas. No se han observado beneficios adicionales
con dosis superiores a los 50 mg
Tratamiento de alteraciones del comportamiento tales como agitación,
agresión y psicosis producidos por alteraciones orgánicas
cerebrales o demencia en pacientes geriátricos:
Administración
oral:
- Ancianos:
iniciar el tratamiento con 0.5 mg dos veces al día. Si fuese
necesario aumentar las dosis con incrementos de 0.5 mg una o dos veces
al día. No se recomiendan dosis de 2 mg/día en 1 o 2 tomas
cuando el anciano reside en su domicilio, si bien se pueden aumentar
algo estas dosis cuando el paciente se encuentra en un residencia bajo
control médico y se necesitan estas dosis para mantener o mejorar
su estado funcional
Tratamiento de la manía bipolar:
Administración
oral:
- Adultos:
en la mayor parte de los estudios, la dosis inicial de risperidona fue
de 2 o 3 mg una vez al día, aumentando progresivamente las dosis
con incrementos de 1 o 2 mg/día. No se han estudiado dosis >
6 mg/día en esta indicación. No hay datos clínicos
que avalen la eficacia de la risperidona a largo plazo, ya que los estudios
realizados fueron de corta duración (3 semanas)
Tratamiento
de los tics crónicos incluyendo el síndrome de la Tourette:
Administración
oral:
- Adolescentes
y niños de > 11 años: en un estudio, unos niños
con tics que no habían respondido a un tratamiento con clonidina
o haloperidol fueron tratados con 0.5 mg de risperidona administrados
a la hora de acostarse, aumentando las dosis en 0.5 mg cada 5 días
hasta un máximo de 2.5 mg en dos veces. Todos los pacientes mostraron
una mejoría de los síntomas en la escala de medición
de la intensidad de los tics, con reducciones del 18 al 66% en esta
escala.
Tratamiento del autismo:
Administración
oral:
- Niños:
se han utilizado varias dosificaciones, comenzando el tratamiento
con 0.5 mg una vez al día a la hora de acostarse, aumentando
la dosis en 0.5 mg cada 3 días ( mg/semana) hasta un máximo
de 6 mg/día. En algunos estudios, las dosis medias que mostraron
una respuesta óptimas fueron de 1.2 mg/día. En otros estudios,
los niños de un peso inferior a los 20 kg iniciaron el tratamiento
con 0.25 mg/día con incrementos de 0.5 mg cada 4 días,
con un valor medio de 1.48 mg/día. Otros autores utilizan dosis
basadas en el peso del paciente (p.ej. entre 0.01 y 0.06 mg/kg/día),
administrando el fármaco por la mañana. Sin embargo, dada
la variedad de los estudios no se han establecido pautas de tratamiento
en esta indicación y no se han identificado las dosis mínimas
efectivas.
Dosis máximas:
- Adultos:
8 mg/día. En sujetos debilitados, pueden ser necesarias dosis
menores
- Ancianos:
4 mg/día, excepto en casos especiales
- Adolescentes
> 15 años : 8 mg/día. Los pacientes debilitados pueden
requerir unas menores dosis diarias
- Adolescentes
< 15 años: se desconocen cuales son las dosis máximas
- Niños:
no se han evaluado la seguridad y eficacia de la risperidona en esta
población
Pacientes
con insuficiencia hepática: las dosis se deben reducir en estos
pacientes. Se recomienda una dosis inicial de 0.5 mg dos veces al día,
aumentando las dosis con incrementos de 0.5 mg dos veces al día
mientras que sea bien tolerados. No se deben aumentar las dosis en más
de 1.5 mg dos veces al día por semana.
Pacientes
con insuficiencia renal: CrCl < 30 ml/min: se recomienda una dosis inicial
de 0.5 mg dos veces al día. Aumentar las dosis con incrementos
de 0.5 mg dos veces al día sin sobrepasar incrementos de 1.5 mg
dos veces al día por semana.
Cuando la
risperidona va a reemplazar a otros antipsicóticos, se recomienda
si ello es posible, i nterrumpir de forma gradual el tratamiento previo,
al mismo tiempo que se inicia la terapia con risperidona. Se debe evaluar
periódicamente la necesidad de continuar con la medicación
antiparkinsoniana preexistente.
CONTRAINDICACIONES
Las
autoridades sanitarias señalan que los ancianos con demencia psicogénica
tratados con fármacos antipsicóticos como la risperidona
tienen un mayor riesgo de muerte en comparación el placebo. Los
resultados de varios estudios clínicos controlados por placebo
en ancianos con demencia, de una duración de 10 semanas, demuestran
que los pacientes tratados con el fármaco tienen un riesgo de muerte
del 1.6 a 1.7 veces mayor que los tratados con placebo. Aunque las causas
de la muerte en los sujetos tratados con risperidona fueron variables,
en la mayor parte de los casos fueron debidas a infecciones (neumonía)
o insuficiencia cardíaca. No esta aprobado el uso de la risperidona
en pacientes con psicosis demencial.
La risperidona
está contraindicada en aquellos pacientes que hayan mostrado hipersensibilidad
al fármaco o a cualquiera de los componentes de su formulación.
Debido al
bloqueo a-adrenérgico, la risperidona
inhibe los mecanismos vasoconstrictores y puede producir vasodilatación.
El resultado es una reducción de las resistencias periféricas
y una reducción de la presión arterial, en particular la
ortostática. Por este motivo, la risperidona se debe utilizar con
precaución en pacientes con hipotensión preexistente o con
enfermedades cerebrovasculares. También se debe usar con cautela
en pacientes con enfermedades cardiovasculares, historia de isquemia o
de infarto o anormalidades de la conducción. Algunas condiciones
que pueden predisponer a la hipotensión son la hipovolemia y la
deshidratación. En estos casos se deben extremar las precauciones
y, si se produce hipotensión, reducir las dosis.
Como ocurre
en todos los casos de esquizofrenia, es posible un aumento de la idea
de suicidio en los pacientes tratados con risperidona. Se recomienda una
estrecha supervisión de los pacientes y el control de la medicación.
La risperidona
se debe utilizar con precaución en los pacientes con enfermedad
de Parkinson debido a la posibilidad de que se manifiesten efectos extrapiramidales.
En los estudios
clínicos realizados la incidencia de convulsiones asociadas a la
risperidona fue inferior al 0.3%. Sin embargo, el fabricante recomienda
precaución al administrar risperidona a pacientes epilépticos
o con tumores cerebrales.
Las propiedades
antieméticas de la risperidona pueden enmascarar algunas enfermedades
del tracto digestivo como por ejemplo una obstrucción. Por otra
parte la risperidona ha sido asociado a alteraciones de la motilidad esofágica
y se han dado casos de neumonía por aspiración del contenido
gástrico. Por este motivo se recomienda una estrecha la vigilancia
de los pacientes con disfunción esofágica.
Aunque no
existen evidencias que relacionen la administración crónica
de risperidona con la tumoricidad, el aumento de los niveles plasmáticos
de prolactina producido por el antagonismo de los receptores dopaminérgicos,
se ha observado un aumento de las neoplasias mamarias en las ratas. Como
el cáncer de mama es dependiente de la prolactina en un 30% de
los casos, se deberá utilizar la risperidona con precaución
en pacientes con este tipo de cáncer.
|