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DESCRIPCIÓN
El
ramipril es un inhibidor de la enzima de conversión de la angiotensina
(ECA) activo por vía oral para el tratamiento de la hipertensión.
El ramipril per se es inactivo, pero después de su absorción
intestinal es convertido en el hígado al ramiprilat, un metabolito
activo de una semi-vida de eliminación tan larga que permite su administracién
en dosis únicas al día. Las propiedades farmacodinámicas
del ramipril son similares a las de otros inhibidores de la ECA. Ni el ramipril
ni su metabolito activo contienen grupos sulhídrilo que ha sido considerado
responsable de muchos de los efectos secundarios del captopril. El ramipril
también es eficaz en la prevención del ictus, del infarto de
miocardio y en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca. También
ha demostrado reducir la proteinuria y retrasar la progresión de la
nefropatía diabética.
Mecanismo
de acción: el ramiprilat, metabolito activo del ramipril compite
con la angiotensina I, sustrato de la enzima de conversión de la angiotensina,
bloqueando su conversión a angiotensina II. La angiotensina II es un
potente vasoconstrictor y mediador de la actividad de la renina, La reducción
de los niveles plasmáticos de angiotensina ocasiona una reducción
de la presión arterial y un aumento de la renina plasmática.
También se cree que los inhibidores de la ECA bloquean la producción
de la kininasa II, con una estructura parecida. Dado que la kininasa II degrada
la bradikinina, un potente vasodilator, su inhibición aumenta los niveles
plasmáticos de bradikinina, con el correspondiente reducción
de la presión arterial. Este mecanismo puede contribuir a la inducción
de edema angioneurótico que tiene lugar en algunos pacientes tratados
con inhibidores de la ECA. La disminución de los niveles plasmáticos
de angiotensina II también reduce la secreción de aldosterona
con la subsiguiente reducción de la retención de agua y sodio
y con aumento del potasio. Como antihipertensivo, los inhibidores de la ECA
no empeoran la resistencia a la insulina, no alteran el perfil lipoproteico
ni ocasionan disfunción sexual.
Farmacocinética:
después de la administración oral, el 50-60% de la dosis se
absorbe en el tracto gastrointestinal. Los niveles pico de ramiprilat se obtienen
entre las 3 y 6 horas después de su administración. Los efectos
antihipertensivos son de larga duración observandose un 50% de actividad
vasodilatadora a las 24 horas de su administración.
El
ramipril se une en un 73% a las proteínas del plasma, mientras que
el ramiprilat lo hace en un 58%. El ramipril se excreta en la orina y en las
heces, sobre todo en forma de ramiprilat. En los pacientes con función
renal normal, la semi-vida plasmática es de 3 a 17 horas. Esta semi-vida
aumenta en pacientes con insuficiencias hepática o cardíaca.
Toxicidad:
No se han observado evidencias de tumores cuando el ramipril se administraron
durante dos años a ratas dosis de hasta 500 mg/kg y a ratones durante
18 meses dosis de hasta 1000 mg/kg/día. Estas dosis son equivalentes
a 200 veces las dosis en humanos.
Tampoco
se evidenciaron efectos mutagénicos en los tests de Ames en bacterias,
el test del micronúcleoi en el ratón y otros tests de mutagénesis.
No
se han observados efectos teratogénicos en ratas, conejos y monos cynomolgus
con dosis hasta 400 veces la dosis humana.
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INDICACIONES
y POSOLOGIA
El Ramipril está
indicado para la reducción de la presión arterial en la hipertensión, como monoterapia
o en combinación con otros antihipertensores como, por ejemplo, diuréticos o
antagonistas del calcio y en la iInsuficiencia
cardíaca posterior a infarto de miocardio.
El
ramipril no es adecuado para el tratamiento de la hipertensión debida a hiperaldosteronismo
primario.
La posología se establecerá en función del efecto antihipertensor buscado
y de la tolerancia individual.
Tratamiento
de la hipertensión:
Administración
oral
- Adultos:
la dosis
inicial recomendada es 2,5 mg de ramipril una vez al día. La dosis puede
incrementarse según la respuesta del paciente. El procedimiento recomendado
para incrementar la dosis consiste en doblarla a intervalos de 2 a 3 semanas.
La dosis usual de mantenimiento es de 2,5 a 5 mg de ramipril al día. La
dosis diaria máxima permitida es 10 mg de ramipril.
En lugar
de incrementar la dosis de ramipril por encima de 5 mg al día, puede considerarse
la administración adicional de un diurético o de un antagonista del calcio.
En pacientes
con insuficiencia renal con aclaramiento de creatinina de 50 a 20 ml/min.
por 1,73 m2 de superficie corporal, la dosis inicial recomendada es de
1,25 mg de ramipril al día. La dosis máxima diaria permitida en estos
pacientes es de 5 mg de ramipril.
Cuando la
depleción de volumen o salina no está completamente corregida, en casos
de hipertensión grave, o en pacientes para los cuales una reacción de
hipotensión pueda constituir un especial riesgo (p. ej., estenosis coronaria
o cerebral importante), así como en pacientes pretratados con un diurético,
deberá considerarse la administración de una dosis inicial reducida de
1,25 mg diarios de ramipril.
En pacientes
pretratados con un diurético, antes de comenzar el tratamiento con ramipril,
deberá considerarse la interrupción de la administración de un diurético,
como mínimo durante 2 ó 3 días, o durante un periodo más largo (dependiendo
de la duración de la acción), o bien, la reducción de la dosis de diurético.
La dosis diaria inicial en pacientes pretratados con un diurético es de
1,25 mg de ramipril.
En pacientes
con insuficiencia hepática, la respuesta al tratamiento con ramipril puede
incrementarse o reducirse. Por lo tanto, el tratamiento en estos pacientes
sólo deberá iniciarse bajo estricto control médico. La dosis diaria máxima
permitida en este caso es de 2,5 mg de ramipril.
Tratamiento
de la insuficiencia cardíaca posterior a infarto de miocardio:
Administración
oral
- Adultos:
la dosis inicial recomendada es 5 mg diarios de ramipril, divididos en dos
dosis únicas de 2,5 mg, una por la mañana y otra por la noche. Si el paciente
no tolera esta dosis inicial, se recomienda administrar 1,25 mg, dos veces
al día, durante dos días. Después puede incrementarse la dosis en función
de la respuesta individual del paciente. Cuando la dosis deba incrementarse,
se recomienda doblarla a intervalos de 1 a 3 días. Posteriormente la dosis
total diaria, dividida inicialmente, puede administrarse como dosis única.
Dosis
diaria máxima permitida: 10 mg de ramipril. No se dispone de suficiente experiencia
en el tratamiento de pacientes con insuficiencia cardíaca grave (NYHA/IV)
posterior a infarto de miocardio. Sin embargo, una vez tomada la decisión
de tratar a estos pacientes, se recomienda iniciar el tratamiento con la dosis
diaria más baja posible (1,25 mg de ramipril una vez al día), y aumentarla
luego con especial precaución.
En
pacientes con insuficiencia renal con aclaramiento de creatinina de 50 a 20
ml/min. por 1,73 m2 de superficie corporal, la dosis diaria inicial es generalmente
de 1,25 mg de ramipril. La dosis diaria máxima permitida en este caso es de
5 mg de ramipril. Cuando la depleción de volumen o salina no está completamente
corregida, en estos casos de hipertensión grave, o en pacientes para los cuales
una reacción de hipotensión pueda constituir un especial riesgo (p. ej., con
estenosis coronaria o cerebral importante), así como en pacientes pretratados
con un diurético, deberá considerarse la administración de una dosis diaria
inicial reducida de 1,25 mg de ramipril.
En
pacientes con insuficiencia hepática, la respuesta al tratamiento con ramipril
puede incrementarse o reducirse. El tratamiento en estos pacientes sólo deberá
iniciarse bajo un estricto control médico. La dosis diaria máxima en este
caso es de 2,5 mg de ramipril.
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CONTRAINDICACIONES
Y ADVERTENCIAS
- Hipersensibilidad
a ramipril o a alguno de los excipientes.
- Antecedentes
de edema angioneurótico.
- Estenosis
de la arteria renal hemodinámicamente significativa, bilateral o unilateral
en caso de riñón único.
- Estenosis
mitral o aórtica, hemodinámicamente significativa. Pacientes hipotensos
o hemodinámicamente inestables.
- Embarazo
y lactancia.
Se
han descrito reacciones anafilactoides de hipersensibilidad, que pueden evolucionar
a shock en el transcurso de la diálisis con determinadas membranas de flujo
alto (p. ej., poliacrilnitrilo) durante el tratamiento con inhibidores de
la ECA. (Ver también Instrucciones del fabricante). Deberá evitarse la administración
concomitante de ramipril y el uso de este tipo de membrana (p. ej., diálisis
de urgencia o hemofiltración), utilizando otro tipo de membrana o cambiando
a un tratamiento que no incluya inhibidores de la ECA. Se han observado reacciones
similares durante la aféresis lipoproteínica de baja densidad con sulfato
de dextrano. Este método no debe, por lo tanto, utilizarse en pacientes tratados
con inhibidores de la ECA.
El
tratamiento con ramipril requiere supervisión médica regular. Se recomienda
corregir la deshidratación, la hipovolemia o la depleción salina antes de
comenzar el tratamiento. Sin embargo, en pacientes con insuficiencia cardíaca,
estas medidas deberán sopesarse cuidadosamente frente al riesgo de sobrecarga
de volumen. Cuando estos cuadros sean clínicamente relevantes, el tratamiento
con ramipril sólo se comenzará o continuará si concomitantemente se toman
las medidas adecuadas para impedir una caída excesiva de la presión arterial
y el posible deterioro de la función renal.
Los
siguientes grupos de pacientes deben ser controlados con especial atención
durante el tratamiento, dada la mayor probabilidad de una caída pronunciada
de la presión arterial y el subsiguiente deterioro de la función renal:
- Pacientes
con hipertensión grave, particularmente de tipo maligno.
- Pacientes
con insuficiencia cardíaca, particularmente si es grave, o si es tratada
con otros fármacos potencialmente antihipertensores. Pacientes pretratados
con diuréticos.
- Pacientes
que presenten o puedan desarrollar depleción de volumen o salina. Pacientes
con estenosis de la arteria renal hemodinámicamente significativa.
- Pacientes
que supongan un particular riesgo ante un descenso pronunciado de la tensión
arterial (p. ej., pacientes con estenosis coronaria o cerebral hemodinámicamente
relevante).
A
fin de valorar la magnitud de un descenso agudo de la presión arterial y tomar
las medidas correctoras correspondientes, se controlará regularmente la presión
arterial: 1. Tras la primera dosis y tras cada aumento de dosis de ramipril.
2. Tras la primera dosis y cuando se aumente la dosis de un diurético adicional
hasta que pueda descartarse la posibilidad de un ulterior descenso agudo importante
de la presión arterial. En el caso de un descenso excesivo de la presión arterial,
colocar al paciente en decúbito, con las piernas levantadas y reponer líquidos
o volumen. Se recomienda controlar la función renal, particularmente durante
las primeras semanas del tratamiento, especialmente en pacientes con enfermedad
renovascular (p. ej., estenosis de la arteria renal hemodinámicamente irrelevante,
o estenosis de la arteria renal unilateral hemodinámicamente relevante), en
pacientes con insuficiencia renal previa o en pacientes con trasplante renal.
Se
debe controlar periódicamente el potasio sérico, y de forma frecuente en caso
de insuficiencia renal o en caso de tratamiento concomitante con diuréticos
ahorradores de potasio (p. ej., espironolactona), o con sales de potasio.
En
pacientes tratados al mismo tiempo con diuréticos, es necesario controlar
periódicamente el nivel de sodio. Se recomienda controlar periódicamente la
fórmula leucocitaria, a fin de detectar una posible leucopenia. Este control
debe ser frecuente en la fase inicial del tratamiento, y en los grupos de
riesgo indicados en Reacciones adversas.
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REACCIONES
ADVERSAS
Presión
arterial: Sobre
todo al comienzo del tratamiento, e, incluso, como consecuencia de la reducción
de la presión arterial al nivel deseado, pueden aparecer mareos (a veces acompañados
de dificultades para concentrarse), disminución de la capacidad de reacción,
fatiga, debilidad e inestabilidad. Si la reducción de la presión arterial
es excesiva, pueden aparecer taquicardia, palpitaciones, trastornos de la
adaptación al ortostatismo, arritmias cardíacas, náuseas, sudoración, acúfenos,
trastornos auditivos, trastornos visuales, cefalea, ansiedad, entorpecimiento
y somnolencia, pudiendo ocurrir pérdida del conocimiento.
En
casos aislados, se han observado arritmias cardíacas que pueden, por ejemplo,
ser causadas por un descenso excesivo de la presión arterial. Puede tener
lugar un descenso exagerado de la presión arterial tras la primera dosis de
ramipril y tras cada aumento de dosis, así como la primera dosis o tras cada
aumento de dosis de un diurético administrado simultáneamente.
Un
descenso marcado de la presión arterial, que puede evolucionar a shock, es
más probable en pacientes con: hipertensión severa, especialmente maligna, insuficiencia cardíaca, en especial si reviste gravedad o si se trata con
otros fármacos antihipertensivos, tratamiento previo con diuréticos, depleción
de líquidos o sales.
Estenosis
de la arteria renal, hemodinámicamente significativa.
Los trastornos circulatorios debidos a estenosis vasculares pueden verse exacerbados
durante el tratamiento con ramipril. Principalmente en pacientes con enfermedad
coronaria o con estenosis hemodinámicamente significativa de las arterias
cerebrales, sobre todo, puede aparecer isquemia miocárdica (con angina de
pecho o infarto de miocardio subsiguientes), o isquemia cerebral (con ataque
isquémico transitorio o accidente vascular cerebral subsiguiente), como consecuencia
de una caída excesiva de la presión arterial. El tratamiento con ramipril
puede continuarse generalmente, una vez normalizada la presión arterial.
Riñón
y balance electrolítico: Durante el tratamiento con ramipril, puede
tener lugar un deterioro de la función renal, que puede evolucionar a insuficiencia
renal aguda, con riesgo para la vida particularmente en los casos siguientes:
Pacientes con enfermedad renovascular (p. ej., estenosis de la arteria renal
hemodinámicamente significativa). Pacientes con trasplante de riñón.
Pacientes
con insuficiencia cardíaca, en asociación con un descenso pronunciado de la
presión sanguínea.
Como manifestación de la insuficiencia renal, pueden aumentar la creatinina
y la urea séricas, en especial si concomitantemente se administran diuréticos.
El
tratamiento con ramipril puede empeorar una proteinuria preexistente. Sin
embargo, en pacientes con nefropatía diabética, la excreción de proteínas
puede disminuir.
La
reducción de la formación de angiotensina II y la secreción de aldosterona
puede dar lugar a un descenso del sodio y a un aumento del potasio plasmáticos,
siendo esto último más frecuente en pacientes con insuficiencia renal (p.
ej., debido a nefropatía diabética), o que están siendo tratados con diuréticos
ahorradores de potasio. Al principio del tratamiento puede obtenerse un aumento
del volumen total de orina que puede atribuirse a la mejora del rendimiento
cardíaco.
Piel,
vasos sanguíneos, reacciones anafilácticas y anafilactoides:
En raras ocasiones, durante el tratamiento con ramipril, han aparecido edemas
angioneuróticos. Son debidos a la inhibición de la ECA y requieren la interrupción
inmediata del tratamiento, no debiéndose administrar otros inhibidores de
la ECA como tratamiento alternativo. El edema angioneurótico de lengua, garganta
o laringe puede evolucionar a una situación de riesgo vital y requiere medidas
de urgencia. También puede aparecer edema angioneurótico, de intensidad leve,
por ejemplo, de afectación maleolar. Pueden presentarse además las siguientes
reacciones cutáneas y mucosas: Enrojecimiento de zonas cutáneas acompañado
de sensación de calor, conjuntivitis, prurito y reacciones tales como urticaria,
exantema y enantema maculopapular o liquenoide; eritema multiforme, alopecia
y manifestación o intensificación del fenómeno de Raynaud.
Con
otros inhibidores de la ECA se han observado, además, exantema psoriasiforme
o penfigoide y enantema, hipersensibilidad cutánea a la luz y onicólisis.
En caso de prurito con urticaria, el paciente deberá informar al médico lo
antes posible. La probabilidad y gravedad de reacciones anafilácticas y anafilactoides
puede incrementarse bajo la influencia de los inhibidores de la ECA, lo que
deberá tenerse en cuenta cuando se realice una desensibilización.
Aparato
respiratorio:
Debido posiblemente a la inhibición de la ECA, es frecuente la aparición de
tos seca irritativa durante el tratamiento con ramipril. Esta suele empeorar
por la noche y cuando el paciente está en decúbito y ocurre más frecuentemente
en mujeres y en no fumadores. En algunos casos el cambio a otro inhibidor
de la ECA puede tener éxito. La tos generalmente obliga a suspender el tratamiento
con inhibidores de la ECA. También pueden aparecer rinitis, sinusitis, bronquitis
y especialmente en pacientes con tos irritativa, broncospasmo. En caso de
que se desarrolle o empeore una disnea, el paciente debe informar inmediatamente
al médico.
Aparato
digestivo: Bajo tratamiento con ramipril pueden desarrollarse reacciones
en el tracto digestivo, tales como sequedad de boca, irritación o inflamación
de la mucosa oral, trastornos digestivos, estreñimiento, diarrea, náuseas
y vómitos, dolor de estómago similar al causado por una gastritis, molestias
en la región abdominal superior (a veces con aumento de enzimas pancreáticas),
pancreatitis, aumento de enzimas hepáticas y/o bilirrubina sérica, ictericia
colestática, otras formas de trastorno de la función hepática y, en casos
aislados, hepatitis con riesgo vital.
Cuadro
hemático:
Puede aparecer reducción de moderada a severa del número de hematíes y de
la hemoglobina, del número de plaquetas y de leucocitos (registrándose, incluso,
neutropenia). Con otros inhibidores de la ECA se han observado agranulocitosis,
depresión de la médula ósea y pancitopenia. Estos cambios en la fórmula sanguínea
se presentan con mayor frecuencia en pacientes con insuficiencia renal o con
enfermedades vasculares del colágeno (p. ej., lupus eritematoso o esclerodermia),
o en pacientes tratados con otros medicamentos que pueden afectar el cuadro
hemático. (Ver Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción
y Advertencias y precauciones especiales de empleo).
Otras
reacciones adversas:
Trastornos del equilibrio, cefalea, nerviosismo, inquietud, temblor, trastornos
del sueño, confusión, pérdida del apetito, depresión, ansiedad, parestesias,
alteración del sentido del gusto, reducción e incluso pérdida del mismo, calambres
musculares, impotencia y reducción de la libido. También pueden aparecer vasculitis,
mialgia, artralgia, fiebre y eosinofilia. Con otros inhibidores de la ECA
se ha observado un aumento del nivel de anticuerpos antinucleares.
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