DESCRIPCION
La
niacina (ácido nicotínico) forma parte del complejo vitamínico
B. El ácido nicotínico es abundante en las proteínas
animales, vegetables verdes, semillas, frutos secos, setas, maíz
y trigo enteros y arroz sin descascarillar. La niacina están
también presente en los cereales pero al estar unida a las proteínas
de las plantas, se absorbe poco.
La
niacina también es sintetizada en el organismo a partir del triptófano,
de manera que algunos alimentos que no contienen niacina pero sí
este aminoácido, pueden ser considerados como pecursores de esta
vitamina. Por cada 60 mg de exceso de triptófano, se fabrica
un 1 mg de niacina. Esta vía síntética de niacina
a partir de aminoácidos suministra la mitad de los requerimientos
diarios de niacina. La otra mitad debe ser facilitada por la dieta.
Algunas situaciones deficitarias, como la deficiencia en hierro o en
vitamina B6, impiden la biotrans-formación del triptófano
en niacina ocasionando una deficiencia de la misma.
Clínicamente,
la deficiencia en niacina se manifiesta por la pelagra, una condición
que afecta el tracto digestivo, la piel y el sistema nervioso central
con síntomas de diarrea, dermatitis y demencia. La pelagra puede
originarse por una dieta deficiente en ácido nicotínico
o proteínas, por un tratamiento con isoniazida o por algunas
enfermedades que ocasionan una disfunción del metabolismo del
triptófano. La pelagra es poco frecuente en los países
industrializados. La nicotinamida, la amida del ácido nicotíco
tiene las mismas propiedades vitamínicas. Sin embargo, el ácido
nicotínico tiene adicionalmente una serie de propiedades farmacológicas
que difieren de sus propiedades vitamínicas. El ácido
nicotínico (pero no la nicotinamida) es empleado como fármaco
hipolipidémico, reduciendo la incidencia de infarto de miocardio
y la mortalidad por esta condición. También ha sido empleado
el ácido nicotínico para el tratamiento del tinnitus,
pero los datos sobre su eficacia en esta condición son escasos.
Mecanismo
de acción: como vitaminas, el ácido nicotínico
y la nicotinamida cumplen idénticas funciones. Desde el punto
de vista farmacológico difieren notablemente. El ácido
nicotínico es incorporado en una coenzima conocida como adenina
nicotinamida dinucleótido (NAD) en los eritrocitos y en otros
tejidos. A partir de la NAD se forma una segunda coenzima la nicotinamida
adenina dinucleótido fosfato (NADP). Ambas coenzimas intervienen
en más de 200 reacciones de oxidoreducción en diferentes
vías metabólicas. La nicotinamida se obtiene por hidrólisis
de la NAD en el hígado y los intestinos siendo transportada a
otros tejidos donde es reincorporada al NAD. Conjuntamiento con la riboflavina
y otros micronutrientes, las coenzimas NAD y NADP intervienen en los
procesos que convierten las grasas y las proteínas en glucosa
y en los que extráen energía a partir de esta última.
Por
su parte, la niacina (ácido nicotínico) tiene, además
de su función como vitamina, otras acciones farmacológicas.
El ácido nicotínico aumenta el flujo sanguíneo
periférico produciendo el típico flush por ácido
nicotínico, sobre todo en la cara, el cuello y el tórax.
Al parecer la vasodilatación producida por el ácido nicotínico
puede estar relacionada con la liberación de histamina y/o prostaciclina,
y es debida a la presencia de un grupo carboxílico en posición
3 del anillo de piridina. La nicotinamida no tiene estas propiedades.
Además,
el ácido nicotínico tiene propiedades antilipémicas
a diferencia de la nicotinamida que no tiene ninguna acción además
de su comportamiento como vitamina.
El
ácido nicotínico reduce el colesterol sérico total,
las LDLs, VLDLs y los triglicéridos y aumenta el colesterol asociado
a las HDLs. No se conoce el mecanismo por el cual el ácido nicotínico
ejerce su efecto hipolipemiante aunque se cree que no está relacionado
con su comportamiento bioquímico. Se han propuesto varios mecanismos
como son la inhibición de la liberación de los ácidos
grasos del tejido adiposo, un aumento de la actividad de la lipoproteína
lipasa, una disminución de la síntesis de triglicéridos,
una reducción en el transporte de los triglicéridos asociados
a las VLDLs y una inhibición de la lipolisis. Este último
efecto puede ser debido a la acción inhibitoria del ácido
nicotínico sobre las hormonas lipolíticas.
La
reducción en las LDLs es posiblemente una consecuencia de la
reducción de la producción de las VLDLs o de un aumento
del aclaramiento hepático de los precursores de las LDLs. No
se sabe cual es el mecanismo por el cual el ácido nicotínico
aumenta los niveles de las HDLs, aunque parece estar asociado a un aumento
de los niveles sérios de Apo A-I y lipoproteína A-I y
a una disminución de los niveles séricos de Apo-B. El
ácido nicotínico es eficaz elevando las HDLs en pacientes
cuya sola anormalidad es unos bajos niveles de estas lipoproteínas.
Los
estudios clínicos sugieren que las mujeres muestran una mejor
respuesta que los hombres a los efectos hipolipemiantes del ácido
nicotínico.
Farmacocinética:
El ácido nicotínico se puede administrar oral y parenteralmente.
La nicotinamida sólo se administra por vía oral. Ambos
compuestos se absorben muy bien por vía oral. Después
de la administración de una dosis de ácido nicotínico
estándar, los niveles máximos en el plasma se alcanzan
a los 45 minutos. Las formulaciones de liberación retardada muestra
un máximo de absorción entre las 4 y 5 horas. Los alimentos
mejoran la biodisponilidad y atenuan los efectos vasodilatadores (flush
nicotínico). La ácido nicotínico se distribuye
ampliamente por el organismo observándose los mayores niveles
en el hígado, bazo y tejido adiposo. Su metabolismo no se conoce
por completo. Parte del ácido nicotínico se excreta en
la orina en forma de conjugado con glicina formando el ácido
nicotinúrico. El resto es reutilizado para formar los NAD y NADP.
Aproximadamente el 12% del ácido nicotínico es excretado
en la orina sin alterar, aunque esta cantidad puede aumentar si las
dosis superan los 1000 mg/día. Las concentraciones plasmáticas
de equilibrio son algo más altas en las mujeres que en los hombres.
Sin embargo, la absorción, metabolismo y excreción son
iguales.
La
nicotinamida no tiene efectos hipolipemiantes y se metaboliza en el
hígado a N-metilnicotinamida y nicotinamida-N-óxido. La
primera es posteriormente metilada a dos compuestos conocidos como 2PY
y 4PY que se eliminan en la orina.
INDICACIONES
Tratamiento
de las manifestaciones clínicas de la pelagra: (ácido
nicotínico o nicotinamida):
Administración
oral o parenteral
- Adultos:
Administrar hasta 500 mg/día por vía oral, dependiendo
de la severidad de la deficiencia en niacina. Por vía parenteral,
las dosis son 50-100 mg i.m. 5 veces al día o 25-100 mg administrados
por infusión i.v. lenta. La dosis máxima recomendada
es de 500 mg. Niños: hasta 300 mg administrados diariamente
por infusión i.v. lenta.
La
dosis diaria recomendada en la dieta como suplemente vitamínico
es:
Administración
oral:
- Mujeres
y adolescentes embarazadas: 18 mg por vía oral.
- Mujeres
y adolescentes durante la lactancia: 17 mg por vía oral;
- mujeres
adultas: 14 mg/día;
- hombres
adultos, 16 mg/día.
- Adolescentes
varones de > 13 años de edad: 16 mg/día;
- adolescentes
hembras de > 13 años de edad: 14 mg/dia.
- Niños
de 9-13 años: 12 mg/día;
- Niños
de 4-8 años de edad: 8 mg/día.
- Niños
de 1-3 años: 6 mg/día.
- Bebés
de 6-11 meses: 3 mg/día; menores de 6 meses: 2 mg/día.
Para
el tratamiento de enfermedades vasculares periféricas (sólo
el ácido nicotínico)
Administración
oral
- Adultos:
se han utilizado dosis de 100-150 mg por vía oral administrados
entre 3 y 5 veces al día.
Para
el tratamiento del tinnitus:
Administración
oral
- Adultos:
la dosis es de 50-100 mg por vía oral cuando se producen los
síntomas. Se supone que el efecto supuestamente beneficioso
del ácido nicotínico en esta condición se debe
a una vasodilatación de los capilares del oído interno.
Tratamiento
de la hiperlipoproteinemia tipo IIa y III b (con o sin una resina secuestrante),
hipetrigliceridemia tipos IV or V en pacientes con riesgo de pancreatitis
o para aumentar las HDLs en pacientes con enfermedad coronaria:
Administración
oral:
- Adultos:
se recomiendan dosis de 1 a 2 g por vía oral administrados
2 o 3 veces al día con las comidas o después de las
comidas. El tratamiento se debe iniciar con una dosis única
de 250 mg después de la cena. Esta dosis se debe ir aumentando
cada 4 a 7 días hasta conseguir la reducción de los
TGs o de las LDLs deseada o hasta un máximo de 1.5 a 2 gramos
diarios. Si la hiperlipidemia no es adecuadamente controlada después
de 2 meses, las dosis pueden aumentarse gradualmente a intervalos
de 3 a 4 semanas hasta llegar a las dosis de 3 g/día (1 g en
cada una de las comidas). En algunos pacientes pueden ser necesarias
incluso dosis más altas, pero estas no excederán los
6 g/día.
Estas dosis se deben modificar de forma apropiada si se utilizan formulaciones
de ácido nicotínico de liberación sostenida.
En general, las dosis iniciales suelen ser mayores (500 g de formulación
sostenida) aumentando gradualmente las mismas hasta un máximo
de 2 g/día.
El
uso de la niacina no está indicado en pacientes con disfunción
hepática excepto cuando se usa como vitamina. No se conocen directrices
para la administración de niacina en enfermos con alteraciones
renales o sometidos a hemodiálisis, aunque no parecen necesarias
restricciones a las dosis como vitamina.
La
formulaciones retardadas de ácido nicotínico tienen menos
efectos sobre el flush pero en cambio son más hepatotóxicas
que las formulaciones estándar. Por otra parte, las formulaciones
estándar y de liberación sostenida no son bioquivalentes
y no se deben intercambiar.
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