INTERACCIONES
El
verapamil y el diltiazem pueden ocasionar un bloqueo significativo de
la conducción AV especialmente si se administran concomitantemente
con un beta-bloqueantes. Se recomienda no utilizar concomitantemente el
labetalol con estos fármacos. Los otros antagonistas del calcio
(como las dihidropiridinas) no parecen interactuar con el labetalol.
Los
beta-bloqueantes ejercen una serie de efectos sobre el metabolismo de
la glucosa. Los beta-bloqueantes pueden prolongar la hipoglucemia interfiriendo
la gluconeogenesis o pueden promover la hiperglucemia inhibiendo la secreción
de insulina y la sensibilidad tisular hacia la insulina. Dado que la secreción
de insulina esta mediatizada por los receptores beta2, los beta-bloqueantes,
sobre todo los no selectivos, pueden antagonizar los efectos de las sulfonilureas.
Los efectos sobre la sensibilidad a la insulina, pueden, de igual manera,
reducir la efectividad de la metformina como antidiabético oral.
Por otra parte los beta-bloqueantes pueden enmascarar los efectos cardíacos
de la hipoglucemia. Los beta-bloqueantes selectivos como el acebutolol,
atenolol, metoprolol, o penbutolol, antagonizan los receptores beta2-menos
que los agentes no selectivos y ocasionan menos problemas sobre la regulación
de la glucosa, aunque siguen interfiriendo con los efectos cardíacos
de la hipoglucemia.
Los
anestésicos generales pueden potenciar los efectos antihipertensivos
de los beta-bloqueantes produciendo una hipotensión prolongada.
Además, los anestésicos generales suelen tener efectos inotrópicos
negativos (en particular el ciclopropano) por lo que es necesaria una
estrecha monitorización del paciente por si se desarrollase una
insuficiencia cardíaca. Algunos autores sugieren la administración
de atropina antes de la anestesia.
Otros
fármacos antihipertensivos, incluyendo los diuréticos, pueden
producir efectos aditivos con los del labetalol. Aunque esta interacción
puede ser beneficiosa, pueden ser necesarias reducciones de las dosis
de ambos fármacos.
Los
efectos de los beta-bloqueantes, incluyendo el labetalol, pueden ser reducidos
por la estimulación cardíaca que produce la liotironina.
La
cimetidina aumenta la biodisponibilidad del labetalol, posiblemente mejorando
su absorción gástrica o inhibiendo parcialmente el metabolismo
de primer paso.
Algunos
informes sugieren que la bradicardia inducida por los beta-bloqueantes
pueden empeorar si se administran concomitantemente inhibidores de la
monoaminooxidasa (IMAOs). Se recomienda precaución si de administra
un IMAO a un paciente estabilizado con labetalol.
La
administración concomitante de beta-bloqueantes con simpaticomiméticos
puede resultar en un antagonismo mutuo. Se debe siempre recordar que el
labetalol posee propiedades alfa y beta-bloqueantes al mismo tiempo.
El
labetalol es un antagonista farmacológico de los fármacos
beta-agonistas como la terbutalina o el salbutamol. La broncodilatación
producida por estos fármacos puede ser eliminada por el labetalol
con el correspondiente riesgo de un broncoespasmo o crisis asmática.
El
labetalol suprime la taquicardia refleja inducida por la nitroglicerina,
pero no sus efectos hipotensores. Se recomienda precaución si se
administran ambos fármacos simultáneamente.
Si
han comunicado casos de temblores en pacientes tratados con antidepresivos
tricíclicos que aumentaron al iniciarse un tratamiento con labetalol.
La
cevimelina puede alterar la conducción y la frecuencia cardíacas,
siendo posibles alteraciones de la conducción si este fármaco
se usa concomitantemente con beta-bloqueantes.
Los
AINES pueden reducir los efectos antihipertensivos de los beta-bloqueantes.
Durante un tratamiento con beta-bloqueantes, se producen concentraciones
elevadas de prostaglandinas en respuesta a los mecanismos presores reflejos,
como por ejemplo, el tono simpático. Al reducir los niveles de
las prostaglandinas y la actividad de renina, los AINES pueden afectar
la eficacia terapéutica del metoprolol. Los pacientes tratados
con metoprolol para reducir su hipertensión deberán ser
vigilados por si se produjera una disminución del efecto antihipertensivo.
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