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DESCRIPCION
El clonazepam
es una benzodiazepina activa por vía oral utilizada primariamente en
el tratamiento de la epilepsia. Aunque comparte muchas de las acciones farmacológicas
de las benzodiazepinas, destaca por su eficacia como anticonvulsivante. El
clonazepam es eficaz en la prevención de las ausencias, convulsiones
del pequeño mal (síndrome de Lennox-Gastaut), convulsiones acinéticas
y mioclónicas y mioclonía nocturna. No es efectivo en el tratamiento
de las convulsiones tónico-clónicas generalizadas debidas a
una respuesta marginal y es de destacar un notable empeoramiento de la enfermedad
cuando el fármaco es discontinuado. El clonazepam queda así
reservado para el tratamiento de las convulsiones mioclónicas refractarias
a otros tratamientos.
El clonazepam
es también eficaz en el tratamiento del síndrome de las piernas
inquietas.
Mecanismo
de acción: las benzodiazepinas actúan a nivel de las regiones
límbica, talámica e hipotalámica del cerebro produciendo
sedación, hipnosis, relajación muscular, actividad anticonvulsivante
y coma. Los efectos farmacológicos se deben al efecto del GABA, un
neurotransmisor inhibitorio. Al interactuar alostéricamente los receptores
benzodiazepínicos con los receptores GABA-érgicos, se potencia
el efecto del GABA con las correspondiente inhibición del sistema reticular
ascendente. Las benzodiazepinas bloquean además los efectos corticales
y límbicos que tienen lugar al estimular las vías reticulares.
Farmacocinética:
después de una dosis oral, el clonazepam se absorbe rápidamente,
distribuyéndose ampliamente por todos los tejidos. Se une a las proteínas
del plasma en un 85% aproximadamente. Los efectos farmacológicos del
clonazepam se inician a los 20-60 minutos de su administración y duran
de 6 a 8 horas en los niños y más de 12 horas en los adultos.
La semi-vida de eliminación de este fármaco es de unas 22-33
horas en los niños y entre 19 y 50 horas en los adultos.
El clonazepam
se metaboliza extensamente en el hígado, mediante un proceso de reducción
del grupo nitro, obteniéndose varios metabolitos inactivos que son
eliminados en la orina.
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INDICACIONES
Y POSOLOGIA
Tratamiento
de las ausencias, síndrome de Lennox-Gastaut y mioclonías:
Administración
oral:
- Adultos y
adolescentes de > 30 kg: las dosis iniciales son de 1.5 mg/día
distribuidos en tres tomas iguales. Esta dosis se pueden aumentar progresivamente
con incrementos de 0.5 a 1 mg cada tres días hasta conseguir el control
de las convulsiones. Las dosis máximas recomendadas no deben ser
superiores a 20 mg/día. En general las dosis medias de mantenimiento
oscilan entre 2 y 8 mg/día
- Ancianos
o pacientes debilitados: estos pacientes requieren unas menores dosis iniciales
y un ajuste con incrementos de dosis más pequeños
- Niños
>10 años (> 30 kg): las dosis iniciales deben
ser de 0.01-0.03 mg/kg (sin exceder los 0.05 mg/kg/día) administrados
en tres tomas iguales. En el caso de ser necesarias dosis más altas,
utilizar incrementos de 0.25 a 0.5 mg/día cada 3 días, hasta
llegar a un máximo de 0.1-0.2 mg/kg/día, siempre divididos
en tres administraciones.
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Tratamiento
o prevención de los síntomas asociados al síndrome de
las piernas inquietas no asociado a la deficiencia de hierro:
Administración
oral:
- Adultos:
0.5 mg tres veces al día o 0.5 mg por la tarde y 30 minutos antes
de acostarse
- Ancianos
y pacientes debilitados: se utilizan las dosis de los adultos más
jóvenes aunque pueden ser necesarios alguna reducción en la
dosis
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Tratamiento
de los ataques de pánico:
Administración
oral:
- Adultos:
la dosis inicial recomendada es de 0.25 mg dos veces al día, aunque
en la mayoría de los pacientes se pueden aumentar hasta 1 mg/día
a los 3 días de tratamiento. Dosis más altas (se han estudiado
hasta 4 mg/día) no son más eficaces y están asociadas
a reacciones adversas más frecuente. Con objeto de reducir la somnolencia,
se recomienda la administración de una de las dosis a la hora de
acostarse
- Ancianos
y pacientes debilitados: se utilizan las dosis de los adultos más
jóvenes aunque pueden ser necesarios alguna reducción en la
dosis
- Adolescentes
y niños < 18 años: no es han establecido la eficacia y
seguridad del clonazepam en esta indicación
Dosis máximas
recomendas:
- Adultos:
20 mg/día para las convulsiones; 4 mg/día para los ataques
de pánico
- Ancianos:
20 mg/día para las convulsiones; 4 mg/día para los ataques
de pánico
- Adolescentes
de > 30 mg: 0.1-02 mg/kg/día para las convulsiones
- Niños:
0.1-0.02.g/kg/día para las convulsiones
Pacientes con
insuficiencia hepática: las dosis deben ser modificadas dependiendo
de la respuesta clínica y el grado de insuficiencia. Algunos autores
no recomiendan utilizar el clonazepam en estos pacientes
Pacientes con
insuficiencia renal: las dosis se deben ajustar dependiendo de la respuesta
clínica debido al hecho de que los metabolitos de esta fármaco
se excretan en la orina. Sin embargo, no se han descrito pautas específicas
de tratamiento
CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES
El clonazepam
no se debe utilizar en pacientes con depresión respiratoria o en casos
de shock o coma debido a que este fármaco ocasionas efectos depresores
sobre la respiración y sobre el sistema nervioso central. Tampoco se
debe utilizar en pacientes con enfermedades obstructivas respiratorias (EPOC)
o con apnea del sueño y será administrado con precaución
a pacientes que roncan regularmente.
El clonazepam
puede producir un aumento de la salivación, lo cual debe ser tenido
en cuenta en los pacientes con problemas obstructivos respiratorios o esofágicos.
Debido a sus
efectos depresores sobre el sistema nervioso central se debe advertir a los
pacientes que el fármaco puede producir somnolencia e incapacidad para
llevar a cabo tareas específicas. Sin embargo, estos efectos son menores
que los que se observan con otras benzodiazepinas de duración media
o larga.
Los pacientes
que consuman grandes cantidades de alcohol durante un tratamiento con clonazepam
pueden experimentar una depresión respiratoria e incluso coma.
No es aconsejable
administrar clonazepam en grandes dosis a pacientes con tendencias suicidas
conocidas. En los sujetos con miastenia grave, el clonazepam puede exacerbar
su condición, recomendándose precaución si se debe administrar
a estos pacientes.
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El clonazepam
se clasifica dentro de la categoría D de riesgo en el embarazo. Como
ocurre con otras benzodiazepinas, el clonazepam puede ocasionar malformaciones
fetales si se administra durante el primer trimestre. Las mujeres con posibilidades
de quedar embarazadas, deberán consultar a su médico antes de
iniciar un tratamiento con clonazepam. Si se quedara embarazada durante el
tratamiento, se le deberá advertir del posible riesgo para el feto.
No se aconseja
la lactancia durante un tratamiento con clonazepam.
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Como en el caso
de otras benzodiazepinas, el clonazepam se debe administrar con precaución
a pacientes con insuficiencia renal o hepática. Además, se recomienda
monitorizar estas funciones durante un tratamiento prolongado.
El clonazepam
puede ocasionar dependencia física y psicológica, y se deberá
administrar con suma precaución a pacientes con historia de drogadicción.
Además, se debe evitar una brusca discontinuación del tratamiento
ya que se han descrito casos de síndrome de abstinencia en particular
después de tratamientos prolongados o de dosis elevadas. La dependencia
benzodiazepínica puede aparecer en un plazo de 1 a 2 semanas, pudiendo
aparecer el síndrome de abstinencia si se retira súbitamente
el fármaco. Adicionalmente, el síndrome de abstinencia después
de benzodiazepinas de corta duración, como el clonazepam, es mayor
que el que se observa con las benzodiazepinas de acción prolongada.
Cuando se utiliza
el clonazepam en pacientes epilépticos, puede aumentar la incidencia
de convulsiones generalizadas tónico-clónicas o precipitar el
comienzo de estas. Esto puede obligar a añadir un anticonvulsivante
adicional o aumentar las dosis del ya prescrito. Cuando se utiliza con el
ácido valproico, el clonazepam puede desencadenar un síndrome
ausencia. En los pacientes epilépticos tratados con clonazepam, no
se debe discontinuar bruscamente el fármaco, sino que las dosis se
deben reducir progresivamente para evitar la aparición de convulsiones.
Los pacientes
con enfermedad de Parkinson en sus estadios finales pueden experimentar un
empeoramiento de su capacidad cognitiva o se su psicosis cuando se administran
benzodiazepinas en general y clonazepam en particular. Paradójicamente,
las benzodiazepinas pueden producir reacciones que agravan los síntomas
de la enfermedad de Parkinson.
El clonazepam
está contraindicado en pacientes con glaucoma agudo de ángulo
cerrado. Por el contrario, puede ser utilizado en pacientes con glaucoma de
ángulo abierto que se encuentra bajo tratamiento.
El clonazepam,
igual que otras benzodiazepinas, se debe administrar con precaución
a los ancianos: se ha observado un aumento en la incidencia de caídas,
debido a que el aclaramiento de estos fármacos está disminuído,
lo que puede agravar las reacciones adversas.
La administración
a largo plazo del clonazepam a los niños debe ser evaluada cuidadosamente
debido al riesgo de posibles efectos adversos sobre el desarrollo físico
o mental que pueden aparecer sólo muchos años después.
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INTERACCIONES
La interacción
entre el clonazepam y la fenitoína es impredecible. Se han observado
aumentos, reducciones y no alteraciones en los niveles plasmáticos
de la fenitoína. En general, las benzodiazepinas no muestran una actividad
significativa sobre las enzimas hepáticas, por lo que es posible que
el clonazepam afecte al metabolismo de la fenitoína de una manera sutil,
en particular cuando existe una saturación del mismo. En cualquier
caso, se recomienda la monitorización de los niveles plasmáticos
de fenitoína si se administra concomitantemente el clonazepam. Por
el contrario, el clonazepam no parece afectar significativamente el metabolismo
de la carbamazepina y del fenobarbital.
Por su parte,
la carbamazepina, la fenitoína y en general los inductores del citocromo
450 tales como la fenitoína, la carbamazepina y el fenobarbital incrementan
el metabolismo del clonazepam ocasionando una reducción de un 30% de
sus niveles en plasma. Aunque no se han realizado estudios clínicos
adecuados, se deben tomar precauciones si se prescriben fármacos que
pueden inhibir este sistema enzimático, produciendo una acumulación
del fármaco. En particular, los antifúngicos imidazólicos
pertenece a esta familia de inhibidores del citocromo P450.
La cimetidina,
el disulfiram o la eritromicina pueden reducir el metabolismo hepático
del clonazepam cuando se administran conconmitantemente, debiéndose
comprobar si estos pacientes muestran una respuesta exagerada a la benzodiazepina
cuando se inicia el tratamiento con el segundo fármaco. En un caso,
la administración de clozapina a un paciente estabilizado con clonazepam
ocasionó somnolencia, ataxia, confusión y desorientación,
síntomas que todos ellos desaparecieron al discontinuar el clonazepam.
De igual forma,
la administración de clonazepam con otros fármacos que deprimen
el sistema nervioso central como los barbitúricos, el butorfanol, la
entacapona, el alcohol, los antihistamínicos de primera generación,
la nalbufina, anestésicos generales, pentazocina, fenotiazinas, tramadol,
sedantes e hipnóticos pueden potenciar los efectos farmacológicos
del clonazepam. Por el contrario, el flumazenil es un antagonista de las benzodiazepinas
que se utiliza para revertir los efectos de estas en casos de sobredosis.
Los médicos deberán tener en cuenta que la duración del
efecto de algunas benzodiazepinas es muy superior a la del flumazenil por
lo que, en ocasiones, será necesario repetir las dosis de este.
En estudios
realizados en animales, se ha comprobado que la melatonina aumenta la unión
de las benzodiazepinas a sus receptores, pudiendo incrementar sus efectos.
Se han descrito casos de sujetos tratados con benzodiazepinas y melatonina
en los que se obtuvieron respuestas amnésicas o letargia
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Los anticonceptivos
orales pueden aumentar los efectos del clonazepam ya que estos fármacos
inhiben el metabolismo oxidativo de las benzodiazepinas, aumentando, por tanto,
sus niveles plasmáticos.
Se aconseja
prudencia cuando se administra melatonina concomitantemente con el clonazepam.
Estudios en animales han puesto de manifiesto que la melatonina aumenta la
capacidad de ligazón de las benzodiazepinas a sus receptores, lo que
ocasiona interacciones significativas.
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Se ha descrito
en la literatura médica, la interacción del kava kava (Piper
methysticum) con las benzodiazepinas. En particular se ha descrito un
caso de un paciente que experimentó confusión y letargia después
de la ingestión de kava-kava y alprazolam durante 3 días. Aunque
no existen informes acerca del clonazepam, se recomienda no consumir esta
hierba durante el tratamiento.
Es también
posible la interacción de la valeriana con los fármacos que
poseen acciones ansiolíticas, sedantes o hipnóticas, no recomendándose
su consumo concomitante.
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REACCIONES
ADVERSAS
La mayor parte
de las reacciones adversas asociadas a los tratamientos con clonazepam son
debidas a sus efectos sobre el sistema nervioso central, incluyendo jaquecas,
somnolencia, ataxia, mareos, confusión, depresión, disartria,
síncope, fatiga, temblores y vértigo. Con el tiempo, estos síntomas
van atenuándose.
Paradójicamente,
puede producirse una estimulación del sistema nervioso central incluyendo
hostilidad, pesadillas, excitación, manías, temblores, euforia,
alteraciones del sueño, espasticidad muscular, ataques de rabia e hiperreflexia.
Estas reacciones son más frecuentes en los enfermos psiquiátricos
y en los niños hiperactivos. En estos casos, es recomendable discontinuar
el tratamiento con clonazepam.
Otras reacciones
adversas observadas con menor frecuencia, incluyen bradicardia, hipotensión,
rash, urticaria, visión borrosa, diplopía, sofocos, constipación,
náuseas y vómitos, disminución de la líbido, disfunción
hepática y dolor abdominal.
Incluso en tratamientos
cortos, el clonazepam puede inducir una dependencia fisiológica con
el consiguiente síndrome de abstinencia si se retira el fármaco
bruscamente. Este síndrome se caracteriza por calambres abdominales,
confusión, depresión, alteraciones de la percepción,
sudoración, náuseas y vómitos, fotofobia, hiperacusia,
taquicardia y temblores. También pueden tener lugar alucinaciones,
delirio y comportamiento paranoico. Como en la caso de todas las benzodiazepinas,
la retirada del clonazepam debe hacerse gradualmente, disminuyendo lentamente
las dosis.
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PRESENTACION
RIVOTRIL comp.
0.5 y 2 mg (ROCHE FARMA)
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REFERENCIAS
- Brodie MJ, Dichter
MA. Antiepileptic drugs. N Engl J Med 1996;334:168—75.
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- Ashton H. Guidelines
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Monografía
actualizada el 17 de Mayo de 2011.Equipo de redacción de IQB (Centro colaborador de La Administración Nacional de Medicamentos, alimentos y Tecnología Médica -ANMAT - Argentina).
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