GAMMAPATIA MONOCLONAL DE SIGNIFICADO INCIERTO [ICD-10: D89.2] |
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INTRODUCCION La gammapatía monoclonal de significado incierto (o gammapatía monoclonal de importancia no determinada) es una condición que se produce por la proliferación descontrolada de células plasmáticas monoclonales, en ausencia de enfermedad clínica evidente. |
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La enfermedad se presenta en el 0,15% de la población, aumentando su prevalencia con la edad: en los mayores de 90 años, se considera que es de hasta un 14 %. Ocsionalmente, la enfermedad puede evolucionar a enfermedades malignas, como el mieloma múltiple, la amiloidosis, la macroglobulinemia de Waldenstrom, y síndromes linfoproliferativos. La mayoría de los pacientes con gammapatía monoclonal de significado incierto fallecen por causas no relacionadas a ésta. Hay estudios que demuestran que en ocasiones, la paraproteína desaparece espontáneamente. |
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DIAGNOSTICO El diagnóstico se realiza por el hallazgo de hiperglobulinemia en el proteinograma electroforético plasmático, generalmente en las regiones beta ó gamma. La cuantificación de la proteína M se realiza por densitometría, mientras que la clase de inmunoglobulina aumentada se detecta por técnicas de inmunofluorescencia. Las más frecuentes son la IgG (73% de los casos) IgM (en el 14 %) e IgA en el 11%. Se usan técnicas similares para identificar la presencia de cadenas livianas en la orina (proteína de Bence Jones). Se considera positiva la gammapatía monoclonal de significado incierto cuando la proteína M tipo Ig G es menor de 3.5 g/dL o la IgA es menor a 2 g/dL, en individuos asintomáticos, con menos del 10 % de plasmocitos en médula ósea, ausencia o muy escasa cantidad de proteína M en orina (menor a 50 mg en 24 h), en ausencia de anemia, lesiones líticas, hipercalcemia ó insuficiencia renal. Las recomendaciones actuales señalan que en los pacientes con diagnóstico reciente de gammapatía monoclonal de significado incierto debe realizarse una inmunoelectroforesis de proteínas plasmáticas para determinar el tipo de proteína anómala.
En los pacientes asintomáticos, con historia y examen físico normal, y una proteína M plasmática menor a 1,5 g/dL, el seguimiento es con un proteinograma electoforético anual como mínimo. En pacientes de iguales características, con proteína M entre 1,5 y 2,5 g/dl; debe realizarse cuantificación de inmunoglobulinas y electroforesis de proteínas en orina de 24 h. Si los resultados son normales, debería repetirse el proteinograma a los 3 a 6 meses y si permanece estable, repetirlo anualmente.
Si los resultados son normales, debería repetirse el proteinograma a los 3 a 6 meses y si permanece estable, repetirlo anualmente. El nivel inicial de paraproteína plasmática podría ser predictor de malignización. Hay otros estudios de laboratorio que permiten diferenciar la gammapatía monoclonal de significado incierto de otras enfermedades, y que deberían realizarse en la evaluación de los pacientes con esta enfermedad, como el hemograma, función renal, calcemia, LDH, albúmina, ácido úrico, fosfatasa alcalina.
Si éstos son normales, y el paciente permanece asintomático, se repetirán a criterio del médico, ya que no predicen en forma confiable la progresión a enfermedades malignas. Aunque la presencia de cadenas livianas monoclonales en orina puede verse en la gammapatía monoclonal de significado incierto, su hallazgo, junto con la presencia de proteína M plasmática, pueden estar marcando la presencia de una enfermedad más grave. El diagnóstico diferencial de MGUS es con mieloma múltiple, macroglobulinemia de Waldenstrom, linfomas, leucemias, enfermedad por cadenas pesadas, amiloidosis, síndrome POEMS, enfermedades autoinmunes, sarcoidosis, infecciones crónicas. |
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Monografía creada el 30 de abril de 2007. Equipo de Redacción de IQB | |||