SÍNDROME HIDANTOINICO FETAL |
INTRODUCCION La fenitoína es un fármaco anticonvulsivante muy eficaz que, sin embargo, puede producir malformaciones fetales si se administra durante el embarazo. En la década de los 60 los efectos atribuidos a esta medicación fueron agrupados para constituir el llamado síndrome hidantoínico fetal. Este síndrome, a su vez, se clasifica según Hanson (1986) en en tres categorías o subclases:
Otras malformaciones menos frecuentes son defectos oculares, anormalidades cardiovasculares, hipospadias y hernias diafragmáticas y umbilicales. Se encuentran signos clínicos de toxicidad fetal en el 2.2 al 26% de los casos en que se produce una exposición "in útero" a la fenitoína Se han descubierto varios mecanismos que explican algunas de estas malformaciones. La fenitoina es metabolizada por las isoenzimas del citocromo P450, pasando por unos estado muy reactivos de arenos (un tipo de hidrocarburo aromático) que son posteriormente transformados mediante la acción de una epóxido hidrolasa. La rapidez con la que esta enzima es capaz de detoxicar los arenos determina la extensión de las lesiones celulares fetales. En los primeros estadios de la organogenesis, la epóxido hidrolasa se encuentra en pequeñas cantidades, por lo que la neutralización de las especies tóxicas derivadas de la hidantoína es lenta. De hecho, se ha observado en amniocitos de fetos que luego desarrollaron el síndrome hidantoínico fetal, un déficit de la epóxido hidrolasa. Algunos autores señalan que un único gen de carácter recesivo puede ser el que codifica la enzima, mientras que otros señalan un caracter dominante para la expresión de la epóxido hidrolasa Otro mecanismo que explicaría los efectos de las hidrantoínas sobre le embrionogénesis es la disrupción vascular. Se sabe, por experimentos en animales de laboratorio que el pinzamiento transitorio de los vasos uterinos afecta al desarrollo de las extremidades. En el hombre parece existir una correlación entre la hipoxia fetal y las malformaciones de las extremidades y se han detectado varias anormalidades (microcefalia, menor tamaño de las extremidades, gastrosquisis, y defectos del tubo neural en fetos cuyas madres consumieron cocaína durante el embarazo, anormalidades asociadas a una disrupción vascular. La administración de hidantoínas durante el embarazo no solo produce defectos del tubo neural sino que también interfiere con el metabolismo del ácido fólico |
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REFERENCIAS
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Monografía creada el 27 de diciembre de 2007. Equipo de Redacción de IQB |