SINDROME DEL OJO SECO [ICD-10: H04.1]
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DEFINICION El síndrome del ojo seco o queratoconjuntivitis crónica es una enfermedad caracterizada por la secreción insuficiente de lágrimas y/o por una evaporación excesiva de las mismas Anatomía del aparato lagrimal y producción de lágrimas La conjuntiva está constantemente lubricada por las lágrimas, cuyas funciones son favorecer el deslizamiento de los párpados sobre el globo del ojo y prevenir la evaporación de la mucosa externa expuesta al aire del globo del ojo. Considerado en conjunto, el aparato lagrimal está formado por las siguientes estructuras: la glándula lagrimal que segrega las lágrimas y las vierte en la conjuntiva a través de los conductos excretorios, y de un conjunto de conductos que recogen las lágrimas y las conducen a las fosas nasales (*)
Las lágrimas son el humor acuoso segregado por las glándulas lagrimales que aportan el 95% de las mismas, mientras que el resto es producido por las glándulas de Krause y de Wolfring. Las lágrimas están compuestas por un 98% de agua, 1.3% de cloruro de sodio y pequeñas cantidades de albúmina, lípidos y sales. Entre las enzimas, la más importante por sus propiedades antibacterianas es la lisozima (*) |
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Desde la parte superior y externa del fondo de saco oculoconjuntival donde terminan los conductos excretorios de la glándula lagrimal, las lágrimas se esparcen uniformemente por la superficie de la conjuntiva y se dirigen hacia el ángulo interno del ojo llamado lago lagrimal. En este sitio son drenadas por dos pequeñas aberturas llamadas puntos lagrimales a los que siguen sendos conductos, los conductos lagrimales, que terminan en el saco lagrimal (*). El saco lagrimal está separado del meato nasal medio por el hueso lagrimal y el proceso frontal del maxilar. Finalmente, las lágrimas al salir del saco lagrimal van a través del conducto nasal al meato nasal. El conducto nasal mide aproximadamente 12 mm y es la continuación del saco lagrimal. La abertura de este conducto está parcialmente cubierta por un pliegue de la mucosa llamada válvula de Hasner. En el ojo normal existe una película líquida cuyo espesor varía entre 4 mm y 7 mm, siendo más gruesa a lo largo de los bordes de los párpados. Parte de las lágrimas segregadas se pierde por evaporación mientras que el resto drenan de la manera siguiente: las lágrimas fluyen a lo largo de las franjas marginales superior e inferior y entran por capilaridad en los canalículos. Un 70% de las lágrimas que no se han evaporado drenan por el canalículo inferior y el resto por el superior. En cada parpadeo (*) el músculo orbicular pretarsal comprime las ampollas, desplazando medialmente los puntos lagrimales. Seguidamente, la parte lagrimal del músculo orbicular preseptal, que está unido a la fascia del saco lagrimal, se contrae y expande el saco, creando una presión negativa que aspira las lágrimas desde los canalículos hasta dentro del saco. Cuando los ojos se abren, los músculos se relajan y el saco se colapsa forzando a su contenido a salir por el conducto nasolagrimal. Los puntos lagrimales se mueven lateralmente, los canalículos se alargan y llenan de lágrimas. |
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La secreción de las lágrimas tiene un componente basal y otro, mucho mayor, reflejo. La secreción refleja depende de la estimulación sensorial de la conjuntiva y de la córnea que tiene lugar cuando una parte de estas estructuras se seca, se inflama o es afectada por un agente irritante mecánico o químico. Al derramarse sobre la conjuntiva, las lágrimas forman un película que consta de tres capas (*) : una capa mucínica en contacto con las células conjuntivales, una capa acuosa y una capa lipídica cada una de ellas con una función determinada. La disfunción de cualquiera de estas capas, puede ocasionar un estado patológico, con producción por exceso de lágrimas (ojo lloroso) o por déficit de las mismas (ojo seco) |
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Ojo seco El ojo seco (también llamado queratoconjuntivitis seca) puede deberse a una hiposecreción del componente acuoso de las lágrimas o una excesiva evaporación por un déficit de la secreción de lípidos, aunque ninguno de estos factores es excluyente del otro. Hiposecreción del componente acuoso: A su vez, el ojo seco por hiposecreción se clasifica como queratoconjuntivitis seca de Sjögren (incluida en el síndrome de Sjögren) y no-Sjögren. En el primer caso, es un proceso inflamatorio, mediado por citokinas que afecta los ácinos y conductos de las glándulas lagrimales, dando lugar a un hiposecreción grave con una afectación de la superficie ocular. La queratoconjuntivitis seca no-Sjögren puede deberse a varias causas:
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Queratoconjuntivitis evaporativa Puede deberse a una deficiencia de lípidos secundaria a una disfunción de las glándulas de Meibomio o a un recubrimiento defectuoso de la superficie del ojo por la película lagrimal que puede deberse a un ajuste defectuoso entre el párpado y el globo ocular, a un parpadeo defectuoso o a una deficiencia de la secreción de mucina, con lo que la capa interna de la película lagrimal deja de ser continua (*) |
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Manifestaciones clínicas del ojo seco Los síntomas más comunes son irritación de la conjuntiva, sensación de "arenilla en los ojos", ardor, presencia de secreciones mucosas fibrosas y visión borrosa. Los pacientes con secreciones filamentosas extensas pueden experimentar intenso dolor al parpadear. Estos síntomas se agravan en ambiente seco (aire acondicionado, calefacción o viento), después de una lectura prolongada o cuando el reflejo del parpadeo está disminuido. En la película lagrimal se pueden observar anomalías como secreciones mucosas que se tiñen con el rojo de Bengala y que tienden a moverse con cada parpadeo, (*) filamentos corneales (*) que son pequeñas formaciones en forma de coma y erosiones epiteliales puntiformes que afectan a la córnea inferior. El menisco lateral marginal, cóncavo y que representa una medida del volumen acuoso de la película lagrimal y que en sujetos normales tiene una altura entre 1 y 0.5 mm, está ausente o tiene forma convexa. |
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Prueba de Schirmer: se trata de una prueba muy sencilla que consiste en colgar del párpado inferior una tira de papel de filtro y medir como progresa la humedad por capilaridad (*). La prueba puede hacerse con o sin anestesia local: en el primer caso la anestesia reduce la secreción refleja, mientras si no se utiliza anestesia, la irritación producida por la tira de papel puede aumentarla. Prueba del rojo de fenol: es muy similar al anterior, pero en este caso se utiliza una hebra de hilo (*) impregnada de rojo de fenol que se cuelga del párpado inferior. El hilo de algodón es menos irritante que el papel de filtro y el progreso de la humedad puede visualizarse al teñirse de rojo. Esta prueba no requiere anestesia. Prueba del rosa de Bengala: el rosa de bengala es un colorante que tiñe de rojo las células epiteliales muertas y el moco, por lo que en la queratoconjuntivitis seca muestra un patrón característico. Además también se tiñen los filamentos y las placas corneales. Tiene el inconveniente de que el rosa de Bengala es irritante, pudiendo inducir falsos positivos. Tiempo de rotura de la película lagrimal: el tiempo de rotura de la película lagrimal representa un índice de la estabilidad de la película precorneal. El test consiste en instilar fluoresceína en el fondo de saco, pedir al paciente que parpadee varias veces y se detenga, y examinar con una lámpara con filtro azul cobalto el tiempo necesario para que aparezcan manchas negras que indican zonas secas. Lagrimascopio:
es un instrumento (*) que utiliza los principios de la interferometría para visualizar la superficie lipídica de las lágrimas. Las imágenes son capturadas en vídeo para su análisis posterior. Este instrumento dispone también de varios accesorios que permiten la determinación del tiempo de rotura de lágrima, la medida del flujo lagrimal y la velocidad de evaporación. |
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El objetivo de las diferentes modalidades de tratamiento es reducir los síntomas y molestias asociadas al ojo seco y prevenir las lesiones corneales
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REFERENCIAS
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Monografía creada el 5 de Octubre de 2005. Equipo de Redacción de IQB |