ATAXIA DE FRIEDRICH [ICD-G11.1] |
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La ataxia de Friedreich es una enfermedad hereditaria que produce lesiones progresivas en el sistema nervioso ocasionando síntomas que oscilan entre debilidad muscular y problemas de habla, hasta cardiopatías fatales. Se la llama por el nombre del médico Nicholas Friedreich, que describió inicialmente la condición hacia 1860. "Ataxia", significa alteración en la capacidad de coordinar los movimientos. En la ataxia de Friedreich, la ataxia resulta en la degeneración del tejido nervioso en la médula espinal y de los nervios que controlan los movimientos musculares en los brazos y en las piernas. La médula espinal se hace más delgada y las células nerviosas pierden algunos de sus recubrimientos de mielina (*) la capa de aislamiento en todas las células nerviosas que ayuda a transmitir los impulsos nerviosos. La ataxia de Friedreich, aunque rara, es relativamente frecuente, afectando a una de cada 50.000 personas. Hombres y mujeres son igualmente afectados. Los síntomas comienzan comúnmente entre las edades de 5 y 15 años, pero pueden darse en raras ocasiones a los 18 meses o a los 30 años de edad. El primer síntoma es generalmente la dificultad en caminar. La condición empeora gradualmente y se propaga lentamente a los brazos y, luego, al tronco. Los signos iniciales incluyen deformidades de los pies tales como pie en forma de porra, flexión de los dedos de los pies, dedos gruesos de los pies en forma de martillo e inversión de los pies. Con el tiempo, los músculos se debilitan y atrofian, en especial en los pies, las partes inferiores de las piernas y las manos, apareciendo deformidades. Otros síntomas incluyen pérdida de reflejos de los tendones, en especial en las rodillas y en las muñecas y los tobillos. A menudo hay una pérdida paulatina de sensibilidad en las extremidades, que puede propagarse a otras partes del cuerpo. Aparece disartria y la persona se cansa con facilidad, siendo común el nistagmo. Los pacientes muestran escoliosis que puede dificultar la respiración. Otros síntomas son dolor de pecho, falta de respiración y palpitaciones cardíacas. Estos síntomas son el resultado de distintas formas de cardiopatías que a menudo acompañan a la ataxia de Friedreich, tales como la cardiomiopatía , la miocarditis, la fibrosis miocárdica y la insuficiencia cardíaca. También son comunes anomalías del ritmo cardíaco tales como taquicardia y bloqueos de la conducción. El 20% de las sujetos con ataxia de Friedreich adquieren intolerancia a los carbohidratos y 10% diabetes mellitus. Algunas personas pierden la capacidad de oír o de ver. La manera en que progresa la enfermedad varía de una persona a otra. Por lo general, dentro de 15 a 20 años después de aparecer los primeros síntomas, la persona queda recluida en una silla de ruedas y, en las etapas posteriores de la enfermedad, las personas quedan totalmente incapacitadas. La expectativa de vida se ve grandemente afectada y la mayoría de las personas con ataxia de Friedreich mueren en los primeros años de la vida adulta.
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La ataxia de Friedreich se diagnóstica a partir de un examen clínico, que incluye un historial médico y un minucioso examen físico. Son típicas la asinergia que se pone de manifiesto con la prueba de la extensión del tronco (*) y la hipotonía que se determina mediante la prueba del rebote de Holmes y Steward (*) . Las pruebas que pueden realizarse incluyen lo siguiente: electromiograma (EMG), estudio de conducción de los nervios, electrocardiograma, ecocardiograma, exploraciones con imágenes de resonancia magnética o tomografía computarizada, que proporcionan una imagen del cerebro y la médula espinal. También pueden extraerse muestras del líquido cefalorraquídeo, sangre y orina para evaluar los niveles elevados de glucosa, y pruebas genéticas para identificar el gen afectado.
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La ataxia de Friedreich es una enfermedad recesiva autosómica. La proteína que se ve alterada en la ataxia de Friedreich se denomina frataxina (*), identificándose su causa en un defecto en un gen situado en el cromosoma 9. Debido al código anormal heredado, una secuencia en particular de bases (GAA) se repite demasiadas veces. Normalmente, la secuencia GAA se repite de 7 a 22 veces, pero en las personas con la Ataxia de Friedreich, ésta se repite de 800 a 1.000 veces. Ese tipo de anormalidad se denomina expansión de repetición triple y ha sido implicada como la causa de varias enfermedades dominantemente heredadas. La expansión triple repetida perturba aparentemente la conversión normal de aminoácidos a proteínas, reduciendo enormemente la cantidad de frataxina que se produce. Sin un nivel normal de frataxina, ciertas células en el cuerpo (especialmente las células del cerebro, de la médula espinal y de los músculos), no pueden soportar cantidades normales de "tensión oxidativa" que producen las mitocondrias, produciéndose radicales libres que pueden destruir las células y ocasionar daño al cuerpo. Este exceso de radicales libres se debe metabolismo anormal del hierro y de las proteínas sulfuradas mitocondriales. Se cree que el sistema nervioso, el corazón y el páncreas son especialmente susceptibles al daño por radicales libres (producidos cuando el exceso de hierro reacciona con el oxígeno), debido a que una vez que ciertas células en estos tejidos quedan destruidas por los radicales libres no pueden ser reemplazadas. Las células de los nervios y de los músculos también tienen necesidades metabólicas que pueden hacerlas especialmente vulnerables a daños por los radicales libres. Los radicales libres han sido implicados en otras enfermedades degenerativas, tales como las enfermedades de Parkinson y de Alzheimer.
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Al igual que muchas enfermedades degenerativas del sistema nervioso, actualmente no hay un tratamiento eficaz para la ataxia de Friedreich. Sin embargo, muchos de los síntomas y complicaciones asociados a esta enfermedad pueden ser tratados con el fin de ayudar a los pacientes. La diabetes, si se halla presente, puede tratarse con dieta, insulina u hipoglucemiantes orales y algunos de los problemas cardíacos pueden tratarse farmacológicamente. Los problemas ortopédicos tales como las deformaciones de los pies y la escoliosis pueden tratarse con soportes o cirugía. La terapia física puede prolongar el uso de los brazos y las piernas. Algunos autores señalan que la administración de fármacos que capturan los radicales libres o los quelantes del hierro pueden frenar el desarrollo de la ataxia de Friedriech. La Idebenona (*) (un derivado de la ubiquinona o coenzima Q10) se comercializa en algunos países con este fin, si bien no existen pruebas concluyentes acerca de su eficacia. Estudios preclínicos han puesto de manifiesto que la nicotinamida (vitamina B3) es un inhibidor de ña histona desacetilasa que puede remodelar la heterocromatina patológica y regular la expersión de la fraxatina. Un estudio clínico preliminar (agosto 2014) en el que se administraron dosis crecientes de nicotinamida hasta la máximas dosis toleradas demostró que esta vitamina administrada durante 8 semanas incrementa los niveles de fraxatina hasta los valores normales
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REFERENCIAS
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Monografía revisada: 13 de septiembre de 2014. Equipo de Redacción de IQB | ||
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