SINDROME
DE SJÖGREN-LARSSON
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La prueba definitiva para el diagnóstico del síndrome de Sjögren-Larsson es la medida de la actividad de la aldehido- deshidrogenasa en queratinocitos cultivados. Los queratinocitos procedentes de los pacientes con este síndrome muestran menos de un 15% de la actividad normal de esta enzima. La resonancia magnética es útil para detectar lesiones en la materia blanca que suelen presentar el 60-70% de los pacientes. Las zonas más afectadas por la mielina alterada son las regiones periventriculares, el centro semioval, el cuerpo calloso y los lóbulos frontal y parietal. En los niños con síndrome de Sjögren-Larsson, las primeras resonancias pueden aparecer normales, pero con el tiempo se van observando lesiones en la materia blanca. El tratamiento es sintomático. La ictiosis de trata con agentes hidratantes y queratolíticos (urea, ácido láctico, ácido salicílico). Los retinoides sistémicos mejoran notablemente la ictiosis, aunque no se recomiendan en los niños porque pueden afectar el desarrollo. El tratamiento de la espasticidad con baclofen ha originado resultados decepcionantes. De igual forma, las inyecciones locales de toxina botulínica tampoco han producido resultados satisfactorios |